Curriculums

Teología

lunes, 29 de febrero de 2016

GRANDES TEMAS PARA ENTENDER AL HOMBRE - 21


LA CAÍDA DE ASIRIA

En la segunda mitad del siglo VII el mundo civilizado vio muchos cambios. En la India empiezan a reaparecer las ciudades, extinguidas desde la invasión aria. Egipto parecía haber vuelto al pasado.  Bajo el gobierno de Psamético experimentó una renovación económica y un renacimiento artístico. Los tiempos de los constructores de las pirámides fueron ensalzados, se estudiaron los rituales religiosos que se describían en las tumbas antiguas, se recordaron los clásicos literarios del Imperio Medio y se repararon los daños causados en Tebas por los asirios. Sin embargo, Egipto no contaba ya con buenos soldados, y éstos eran ahora más necesarios que nunca. Psamético contrató hoplitas griegos mercenarios y los instaló en guarniciones al este del Delta, para prevenir un posible ataque asirio. Las continuas luchas entre las diversas polis griegas habían hecho de los hoplitas unos guerreros muy eficientes, tal vez los mejores soldados de la época. Por eso muchos de ellos encontraron como forma de ganarse la vida el ofrecer sus servicios a otras ciudades o naciones.
También Esparta cambió radicalmente tras su experiencia en las dos largas guerras contra Mesenia. La ciudad entera se convirtió en un cuartel. Los niños eran examinados al nacer para ver si eran lo suficientemente robustos. Si no lo eran se les abandonaba para que murieran. A los siete años se les separaba de sus madres y se les criaba en una especie de academia militar, donde aprendían a soportar el frío y el hambre, el cansancio y el dolor. Tenían que saber luchar, cumplir órdenes ciegamente y morir antes que retirarse.
Los espartanos adultos comían en una mesa común, a la que cada uno llevaba su parte, y todos contribuían con lo que producían sus tierras con el trabajo de sus ilotas. La comida era austera (los griegos de otras ciudades decían que vomitiva). El arte, la música y la literatura fueron erradicados de Esparta. Hasta la oratoria fue mal vista desde entonces. Aún hoy usamos la palabra lacónico para referirnos a la parquedad de palabras que fue característica en Laconia a partir de entonces, en contraposición con el gusto por la dialéctica de que los demás griegos siempre hicieron gala. Esparta abandonó todo interés por el comercio o la colonización y se concentró en ser la ciudad más poderosa del Peloponeso y, con el tiempo, de toda Grecia. En siglos posteriores, los espartanos decían que las leyes que configuraban su modo de vida, la constitución espartana, habían sido implantadas por Licurgo en el año 850 a.C., pero esto es falso: hasta el 650 Esparta contaba con músicos y poetas. Fueron las guerras mesenias las que hicieron triunfar al militarismo en la ciudad. Probablemente Licurgo jamás existió.
En el reino de Lidia surgió una innovación. El gobierno empezó a emitir pepitas de oro con un sello que garantizaba su valor, de modo que podían ser usadas cómodamente en las transacciones comerciales. Eran las primeras monedas. Los comerciantes griegos adoptaron la idea. Al parecer, la primera ciudad que usó este sistema de cambio fue Egina, una pequeña isla situada en el golfo formado entre el Ática y la Argólida. El uso del dinero la enriqueció, y otras ciudades-estado se apresuraron a imitarla.
Etruria vivía su época de mayor esplendor. Por esta época, las ciudades etruscas empezaron a rodearse de sólidas murallas, construidas con rocas cuidadosamente unidas sin cemento. No se sabe si para protegerse de enemigos exteriores o para protegerse unas de otras. Los griegos los tenían por guerreros valerosos. Su influencia se extendía bastante más allá de sus fronteras por tierra y por mar. Por esta época se refuerza su presencia en la Campania, al sur del Lacio, que se veía así rodeado por los etruscos, al norte y al sur.
Asiria, en cambio, vivía un momento delicado. El ejército de Asurbanipal tuvo que enfrentarse al de su hermano en Babilonia. En 648 éste se vio acorralado y se suicidó. El rey asirio comprendió que Elam estaba detrás de todos los problemas que ocasionaba Babilonia, así que emprendió una campaña contra dicho reino.
En 643 murió Huan de Qi, lo que permitió a otros estados chinos competir por la hegemonía. El estado de Chu se extendió hacia el norte.
En 642 murió el rey Manasés de Judá, y fue sucedido por su hijo Amón, que continuó la política de su padre de total sumisión a Asiria.
En 641 murió Tulo Hostilio, el tercer rey de Roma, y el Senado Romano eligió como rey al nieto de Numa Pompilio, cuyo gobierno siempre fue gratamente recordado por los romanos. El cuarto rey se llamaba Anco Marcio. Según la tradición, Anco Marcio llevó a Roma nuevos colonos que contribuyeran al crecimiento que estaba experimentando la ciudad. Los alojó en el monte Aventino, que pasó a ser la quinta colina de Roma. Sin embargo, los recién llegados no llegaron con igualdad de derechos. No se les permitió enviar representantes al Senado ni ocupar cargos públicos. Los senadores eran llamados también patricios, porque eran como padres que dirigían la gran familia que era la ciudad. Por extensión, la palabra se aplicó también a las familias de los senadores, en oposición a los recién llegados, que fueron llamados plebeyos. Los patricios se agrupaban en grandes familias, llamadas gentes, que veneraban a un antepasado común. Junto a ellas vivían los clientes, pobres o antiguos esclavos que buscaban la protección del pater familias, o jefe de la familia.
En 640, tras sólo dos años de reinado, fue asesinado el rey Amón de Judá, y fue sucedido por Josías, su hijo de ocho años. No sabemos exactamente cómo ocurrió, pero es razonable conjeturar una intriga de los sacerdotes yahvistas, pues los últimos reyes habían adoptado el culto asirio y un rey de ocho años sería fácil de manipular. De esta forma había muchas posibilidades de restaurar el culto a Yahveh, como en efecto ocurrió.
Ese mismo año la ciudad de Megara siguió el ejemplo de su vecina Corinto y eligió como tirano a Teágenes, quien hizo construir un magnífico acueducto que suministrara agua dulce a la ciudad. Los tiranos necesitaban ganarse el respaldo del pueblo con todo tipo de reformas y mejoras, por lo que en general las tiranías eran preferibles a las oligarquías de nobles, que no se sentían obligadas a justificar de ningún modo su autoridad.
El debilitamiento de Asiria favoreció la prosperidad de Fenicia. Aunque los griegos se estaban apoderando del Mediterráneo oriental, los fenicios se aventuraron hacia el oeste. Crearon bases en la que ahora es Argelia, ocuparon las islas Baleares y extendieron su ocupación de la costa española. Más aún, sus barcos se adentraron en el océano Atlántico y bordearon la costa hasta llegar a las que llamaron "islas del estaño", que al parecer eran las islas Scilly, situadas frente a la costa de Cornualles, al suroeste de Inglaterra. De allí y tal vez de la misma Cornualles llevaban estaño a Tartesos, donde lo usaban para fabricar bronce.
Por esta época el rey de Egipto Psamético tuvo una idea atrevida. Instó a los griegos de Mileto a fundar una colonia en el Delta del Nilo. Los griegos aceptaron encantados y construyeron Naucratis, que en griego significa"soberana del mar". La idea de Psamético era usar a los griegos para distribuir por el Mediterráneo los excedentes egipcios, y funcionó bien. Ésta fue la principal toma de contacto de Grecia con Egipto desde hacía muchos años. La mayoría de las palabras con que nos referimos a muchos aspectos de la cultura egipcia son de origen griego y datan de esta época (pirámide, jeroglífico, esfinge, obelisco, etc.), así como muchos nombres de ciudades y de reyes egipcios. Por ejemplo, los egipcios llamaban No a la ciudad que, por algún motivo, los griegos decidieron llamar Tebas, que era también el nombre de una polis al oeste del Ática.
En 639 Asurbanipal logró la victoria definitiva frente a Elam. Tomó su capital, Susa, y la destruyó. Todo el país quedó devastado y el reino que había existido desde tiempos de los sumerios desapareció finalmente de la historia. Por esta época el rey debía de rondar los sesenta años y probablemente estaba cansado. Ya no emprendió más campañas militares y los pueblos sojuzgados por Asiria empezaron a notar que sus cadenas se debilitaban.
En 637 el duque Hsiang del estado de Sung se enfrentó con el estado de Chu, pero éste aniquiló su ejército y sometió a Sung. Hsiang murió en la batalla.
En 632 un ateniense llamado Cilón, casado con la hija del dictador Teágenes de Megara, trató de convertirse en tirano de Atenas. Un día festivo, mientras los atenienses estaban distraídos con celebraciones, se apoderó de la Acrópolis (la colina fortificada de la ciudad) con la ayuda de algunos nobles y de soldados megarenses. La oligarquía ateniense no era muy popular y la Acrópolis era prácticamente inexpugnable, por lo que un mínimo apoyo del pueblo habría dado la victoria a Cilón, pero no obtuvo ninguno a causa de los soldados megarenses. Ningún ateniense estaba dispuesto a deshacerse de la oligarquía al precio de someterse a unos extranjeros. No intentaron tomar la Acrópolis, sino que esperaron a que los asaltantes se rindieran por hambre. Cilón logró escapar, pero los demás tuvieron que rendirse a cambio de la promesa de que se respetaran sus vidas. El arconte de Atenas de ese año era Megacles, miembro de una de las familias más poderosas de la ciudad, los Alcmeónidas. Megacles pensó que era más prudente deshacerse de los traidores y los mandó matar, pese a la promesa que les había hecho de conservar sus vidas. Esto llenó de preocupación a los atenienses: Megacles había roto una promesa efectuada solemnemente ante los dioses. El arconte y otros miembros de su familia fueron juzgados por sacrilegio y expulsados de la ciudad. Por su parte, Teágenes declaró la guerra a Atenas.
Ese mismo año, el rey Josías de Judá, a sus dieciséis años de edad, ya era un perfecto yahvista, y suprimió el culto asirio. En China, Wen, señor de Jin, logró una victoria decisiva que detuvo el avance de Chu con la ayuda de Qi y Qin. De este modo Wen se hizo con la hegemonía de la confederación china, hegemonía que fue ratificada por el propio rey Cheu.
En 630, los griegos fundaron la ciudad de Cirene sobre la costa libia, fuera de las fronteras egipcias. Esta colonia sería el núcleo de una próspera población griega en la zona. Además descubrieron la existencia de Tartesos y entablaron relaciones comerciales. A raíz de ello fundaron la colonia de Mainake, cerca de la actual Málaga. Los fenicios perdieron así el monopolio del comercio con Tartesos.
En 628 el estado chino de Qin inició una expansión hacia el este que le enfrentó a los estados de Jin y Chu.
En 627 murió el virrey que Asurbanipal había impuesto en Babilonia cuando derrotó a su hermano, y varios pretendientes a la sucesión se disputaron el poder por un breve tiempo. Finalmente venció un caldeo llamadoNabopolasar.  Por esta época, los escitas habían estado luchando contra los medos, pero ante el declive de Asiria decidieron aliarse contra ésta. El mando fue asumido por un jefe medo llamado Ciaxares.
En 625 Cipselo se las arregló para que su hijo Periandro heredara la tiranía de Corinto. Bajo su gobierno Corinto se convirtió en la ciudad más culta de la Grecia continental, así como la más próspera. Acogió en su corte al famoso poeta Arión (del que se contaba que fue arrojado al mar por unos piratas, pero que con su canto logró atraer a unos delfines que lo llevaron a la costa). Por esta época los griegos empezaron a construir templos de piedra y no de madera. Corinto desarrolló el llamado orden dórico, basado en líneas de columnas adornadas con acanaladuras que sostenían los techos.
Cuando Asurbanipal murió en 622, Asiria se encontró rodeada de enemigos preparados para abatirse sobre ella. Ciaxares se erigió en rey de Media, dominando un territorio aproximadamente igual al del Irán actual. Nabopolasar también declaró la independencia de Babilonia. Naturalmente, esto supuso la guerra con Asiria. Por su parte, el ejército de Judá avanzó rápidamente hacia el norte y se adueñó del territorio que antaño ocupaba Israel. El rey Josías ordenó la renovación del templo, que estaba muy deteriorado desde los tiempos del último rey yahvista. En un hueco de la construcción, el sumo sacerdote Helcías afirmó haber encontrado una primera versión del Libro de la Ley, un libro presuntamente escrito por Moisés del que hasta entonces no se tenía noticia. No conservamos este libro, pero parece que era una primera versión del Deuteronomio, el quinto libro de la Biblia. En él se recordaba la historia de Moisés, se detallaba minuciosamente la ley mosaica, así como todo el ritual del culto, se establecía el Templo como único lugar admisible para dicho culto y se exhortaba al pueblo a obedecer a los profetas que hablaban en nombre de Dios. En resumen, el Libro de la Ley fue la forma en que los sacerdotes dijeron a Josías qué era exactamente lo que tenía que hacer. Josías creyó que el libro era auténtico y fue eliminando del país todo culto no yahvista. Todos los santuarios locales, yahvistas o no, fueron clausurados, de modo que el Templo de Jerusalén quedó como único santuario.
Mientras tanto, Atenas se defendía precariamente de Megara. Las dificultades en la guerra aumentaron la insatisfacción del pueblo frente a la oligarquía gobernante. Se elevaron voces que afirmaban que los nobles eran injustos en su administración de las leyes tradicionales. Esto era difícil de sostener sin un código escrito, y así el pueblo exigió la redacción de un sistema de leyes.
Dicho código fue elaborado en 621 por Dracón, un noble partidario de la oligarquía. Su sistema de leyes simplemente reflejó la práctica al uso con todas sus injusticias y arbitrariedades. Solamente hubo un cambio, y fue la extremada dureza de las penas. Por ejemplo, robar una col conllevaba la pena de muerte. Cuando se le preguntó por qué, se dice que Dracón respondió "Porque no puedo concebir un castigo más severo". Un acreedor podía esclavizar a sus deudores si no podía pagar las deudas. Este artículo llevó a la esclavitud a muchos agricultores atenienses.
Ese mismo año murió el rey Perdicas I de Macedonia y fue sucedido por su hijo Argeo I. Sus descendientes fueron conocidos como argéadas, e iban a gobernar Macedonia durante dos siglos. La organización del reino recuerda a la Grecia arcaica: nada parecido a las ciudades-estado del sur. El "rey de los macedonios" era el jefe de los guerreros y gobernaba asistido de un consejo de "compañeros". Los campesinos estaban sometidos al poder del rey. Su lengua era un dialecto griego.
En 617 el trono de Lidia fue ocupado por Aliates, el nieto del rey  Giges, quien extendió las fronteras lidias a lo largo de Asia Menor al tiempo que continuaba la lucha contra los cimerios.
En 616 Nabopolasar pactó una alianza con Ciaxares. El sucesor de Asurbanipal no estaba a la altura de su padre y Nabopolasar avanzaba lentamente hacia Nínive, pero quería asegurarse de que su suerte no cambiaría por un revés imprevisto. El acuerdo fue sellado con el matrimonio entre la hija de Ciaxares y el hijo de Nabopolasar. Ciaxares no tardó en tomar Assur, la antigua capital.
Este mismo año murió Anco Marcio, y Lucio Tarquinio Prisco fue elegido quinto rey de Roma. Aquí Tarquinio es el nombre familiar, que indica el origen etrusco de este rey, pues Tarquinia era una importante ciudad etrusca. El tercer nombre, "Prisco", es un apelativo diferenciador añadido que algunos romanos recibían a lo largo de su vida o a veces incluso heredaban (algo similar a un mote o un alias, pero más institucionalizado). En este caso significa "el primero" o "el mayor", probablemente para distinguirlo de un hijo tocayo. Es difícil saber si los romanos eligieron libremente un rey etrusco (tal y como afirmaban sus historiadores) o si les fue impuesto desde Etruria (cosa bastante probable). Lo cierto es que Roma prosperó bajo su mandato, pues se benefició de la avanzada cultura etrusca. Él construyó el Circo Máximo, un recinto ovalado en el que se celebraban carreras de carros. Introdujo también juegos atléticos, usuales entre los etruscos, construyó un gran templo a Júpiter en el monte Capitolino. El templo fue  llamado Capitolio, y fue al mismo tiempo una fortaleza donde pudieron refugiarse los romanos en los peores momentos de su historia. También construyó la Cloaca Máxima, que desecó las zonas pantanosas del valle entre el Capitolino y el Palatino. Allí estaba el foro, un mercado, pero ahora se convirtió en un lugar público donde la gente se reunía para comerciar y realizar todo tipo de actos públicos.
Todas estas construcciones se realizaron bajo la dirección de ingenieros y artistas etruscos, que habían aprendido gran parte de su oficio de los griegos, aunque también habían realizado muchas aportaciones propias, tales como el uso del arco, que permitía reducir el número de columnas necesarias para sostener un edificio. Roma no tardaría en tener sus propios ingenieros y arquitectos, que con el tiempo realizaron magníficas obras de las que los romanos siempre se mostraron muy orgullosos.
Tarquinio obtuvo victorias militares frente a otras ciudades latinas (que tal vez veían a Roma como una ciudad etrusca más) e introdujo la costumbre etrusca del Triunfo. Cuando un general lograba una gran victoria entraba en la ciudad precedido por funcionarios del gobierno y seguido de su ejército y de los prisioneros y el botín conquistado, y avanzaba hasta el Capitolio entre los aplausos del pueblo. En el Capitolio se celebraban unos oficios religiosos y la ceremonia terminaba con una gran fiesta. Hay que advertir que Roma no tenía entonces un ejército profesional, sino que sus soldados eran los propios agricultores, que dejaban sus tierras mientras era necesario para defender la ciudad o ajustar cuentas con alguna ciudad vecina.
En 615 murió el rey Argeo I de Macedonia, y fue sucedido por su hijo Filipo I. Durante este periodo de su historia, Macedonia permaneció ajena al progreso que estaban experimentando las ciudades griegas del sur. De hecho, a pesar de su lengua, los griegos tenían por bárbaros a los macedonios.
En 614 el estado chino de Chu aumentó su influencia bajo el gobierno de Chuang.
Volviendo a la acorralada Asiria, en su desesperación se vio obligada a pedir ayuda a Egipto. Psamético aceptó ayudarla, no por simpatía, ciertamente, sino porque a Egipto le interesaba una Asiria débil, pero no una Asiria acabada que fácilmente fuera reemplazada por otra potencia amenazadora, como Babilonia o Media. Pero la ayuda egipcia fue escasa y tardía. En 612 Nabopolasar y Ciaxares sitiaron conjuntamente Nínive y la tomaron, para regocijo de todo el Oriente Próximo. Nínive fue literalmente arrasada y jamás se consintió que fuera reconstruida. De no haber sido porque su historia aparece en la Biblia, su nombre habría quedado completamente olvidado en los siglos posteriores. De todos modos, algunos fragmentos del ejército asirio sobrevivieron al desastre y se retiraron a la ciudad de Harrán, al norte de la Media Luna Fértil, donde resistieron un tiempo bajo la conducción de un general llamado Ashur-Ubalit.
En 610 ascendió al poder en Mileto uno de los tiranos más famosos, Trasíbulo, bajo cuyo mandato Mileto fue probablemente la ciudad más próspera del mundo griego. Ese mismo año murió Psamético, cuyo reinado fue el más largo desde los tiempos de Ramsés II. Fue sucedido por su hijo, Necao I, quien decidió socorrer a los asirios refugiados en Harrán con la esperanza de que mantuvieran entretenidos a medos y caldeos y que éstos no tuvieran ocasión de fijarse en Egipto. En el camino hacia Harrán estaba Judá y, aunque Necao I hubiera preferido no perder el tiempo con los judíos, el caso era que Josías no estaba dispuesto a dejar pasar a los egipcios por su territorio. En 609 el ejército egipcio se enfrentó al judío en Megiddo, justo donde seis siglos antes el gran Tutmosis III había derrotado a los cananeos. Josías murió y fue sustituido por su hijo menor Joacaz,pero éste sólo reinó un mes, pues Necao I consideró que no era suficientemente fiel a los intereses egipcios, así que lo llevó preso a Egipto y puso en el trono al hijo mayor de Josías, llamado Joaquim. El nuevo rey juró lealtad a Egipto y se comprometió a pagar un tributo.
El ejército de Necao I siguió avanzando hacia el norte, pero llegó demasiado tarde. Nabopolasar había tomado Harrán y Ashur-Ubalit tuvo que huir hasta encontrarse con el ejército egipcio, con ayuda del cual trató de recuperar Harrán, pero fue inútil. A partir de 605 no hay noticias de Ashur-Ubalit y con él desapareció definitivamente el último resto de Asiria. En ese momento Nabopolasar se sintió enfermo y regresó a Babilonia, pero dejó a su hijo Nabucodonosor (el que se había casado con la hija de Ciaxares) con la misión de deshacerse de los egipcios. Tras un enfrentamiento en Karkemish, Necao I tuvo que retirarse precipitadamente a Egipto. Nabucodonosor podía haberle seguido, pero le llegó la noticia de la muerte de su padre y tuvo que ir a Babilonia para asegurarse la sucesión. En efecto, allí se convirtió en Nabucodonosor II, rey de los caldeos.
Nabucodonosor II y Ciaxares se repartieron amistosamente los territorios conquistados. Mientras el primero se enfrentaba a Egipto, el rey medo destruyó el reino de Urartu, que a partir de aquí desaparece de la historia, convertido en una parte de Media. Ciaxares se quedó con la Media propiamente dicha (el actual Irán), lo que había sido Urartu y la parte oriental de Asia Menor (la parte occidental estaba en manos del rey lidio Aliates). Por su parte Nabucodonosor II se quedó con toda la Media Luna Fértil, un territorio más pequeño pero mucho más rico, que ahora conformaba el Imperio Caldeo o el Nuevo Imperio Babilónico.
Por esta época surgió en Judá un profeta llamado Jeremías. En sus predicaciones advertía de que Babilonia era en realidad Asiria con otro nombre y otro rey, pero que seguía siendo la misma amenaza de antaño. Al parecer, los judíos infravaloraban el poder de Babilonia, pues la historia les había llevado a creer que el Templo hacía invencible a Jerusalén. Al igual que los demás profetas, Jeremías denunciaba las inmoralidades del pueblo que, no obstante, se creía protegido por Dios. Afirmaba que si los judíos no se arrepentían inmediatamente, Dios les castigaría a través de los caldeos. Al rey Joaquim le aconsejaba abandonar su política de sumisión a Egipto y sustituirla por unas buenas relaciones con Babilonia, pero Joaquim no le escuchó.
En 601 Nabucodonosor II condujo sus ejércitos contra Egipto, pero Necao I pudo rechazarlo en la frontera. Esto bastó para confirmar al rey Joaquim la conveniencia de aliarse con Egipto y se negó a pagar tributo a Nabucodonosor.
(www.uv.es/ivorra/Historia/Indice.htm)

GRANDES TEMAS PARA ENTENDER AL HOMBRE - 22


EL IMPERIO CALDEO  

A principios del siglo VI, la ciudad de Babilonia debía de ser la mayor del mundo. Los arqueólogos han encontrado la puerta de Ishtar, una de las entradas a la ciudad, decorada con ladrillos azules esmaltados con relieves, en rojo y blanco, de toros y dragones. En una eminencia del terreno se levantaba el palacio real, con una superficie de 52.000 metros cuadrados. La estancia mayor era la sala del trono, que tenía 70 metros de largo y casi lo mismo de ancho. Sus muros también estaban decorados con leones en ladrillos esmaltados. Al parecer el rey mandó cubrir de tierra ciertas construcciones, tras lo que se plantaron arbustos y flores. Eran los famosos Jardines Colgantes de Babilonia. Al parecer los construyó para agradar a su esposa meda, pero la tradición griega los atribuyó más tarde a la legendaria reina Semíramis. También embelleció y amplió los templos, de los que había más de cien. Marduk recuperó su categoría de dios principal.
En Babilonia se reunían comerciantes de todas las naciones. En sus escuelas se enseñaba la ciencia acumulada desde los tiempos de los sumerios, tres mil años atrás. Muchos griegos acudieron a estudiarla, y así fue como la cultura griega asimiló la ciencia babilónica. Fueron los griegos los que llevaron a occidente el sistema sexagesimal babilónico, en virtud del cual la circunferencia tiene 360 grados, una hora tiene 60 minutos, etc. Pero la ciencia por excelencia en Babilonia era la astronomía, y así la palabra "caldeo" pasó a ser sinónimo de "astrónomo" y, más adelante, de "adivino". Los astrónomos caldeos elaboraron un calendario lunar, formado por meses lunares de 28 días. Para mantener la coherencia con el año solar establecieron ciclos en los que algunos años tenían 12 meses y otros 13. Los griegos adoptaron este calendario.
Mientras tanto Egipto disfrutaba todavía de una prosperidad amenazada por Babilonia. Según Heródoto, Necao I quiso descubrir si podía pasarse del mar Mediterráneo al mar Rojo bordeando África, para lo cual organizó una expedición integrada por marinos fenicios para que lo comprobaran. Heródoto cuenta que la expedición logró su propósito en un viaje de tres años. Él no da crédito a la historia, pero la razón por la que no la cree es, de hecho, un buen motivo para aceptar que es cierta. Al parecer, los marineros afirmaron a su regreso algo que para Heródoto era sin duda una burda mentira: durante una buena parte del viaje, el sol del mediodía estuvo al norte, en lugar de al sur (como ciertamente sucede en el hemisferio sur).
Entre los griegos que estudiaron en Babilonia se encontraba Tales de Mileto. Bajo la tiranía de Trasíbulo, Mileto había alcanzado un alto nivel de vida basado fundamentalmente en el comercio y la industria textil. La ciudad había fundado unas ochenta colonias, incluyendo la ciudad de Naucratis en Egipto, y muchas otras en la costa del mar Negro, por aquel entonces salpicada toda ella de colonias griegas. Esta prosperidad la convirtió también en un gran centro artístico y cultural. Tales había nacido sobre 625, hijo de un mercader acomodado. Tenía fama de meditabundo y despistado. Decían que de joven se había caído en un pozo mientras caminaba distraído, convirtiéndose en objeto de burla de sus conciudadanos. Estudió en Babilonia y en Egipto, donde aprendió geometría y calculó la altura de las pirámides, que nadie conocía a ciencia cierta. Para ello se basó, naturalmente, en el llamado teorema de Tales, midiendo la sombra y comparándola con la de un palo. Se cuenta que a su regreso a Mileto logró predecir una buena cosecha de aceitunas, por lo que el invierno anterior se las arregló para comprar a bajo precio todas las almazaras de la ciudad. Cuando su predicción se confirmó obtuvo grandes beneficios al monopolizar la producción de aceite. Tales fue un gran observador. Fue el primero en estudiar cómo el ámbar atrae pequeños objetos tras ser frotado, así como una piedra negra que obtuvo en la ciudad cercana de Magnesia, que tenía la propiedad de atraer el hierro. Se trata de los primeros estudios sobre electricidad (ámbar en griego se dice elektron) y magnetismo. Afirmó que el Universo se rige por leyes inmutables que nada tienen que ver con dioses o demonios, sino que pueden ser conocidos mediante la razón. Su línea de pensamiento fue el primer precedente del razonamiento y el método científico moderno.


Hacía ya varias décadas que los griegos habían entablado relaciones comerciales con los escitas que habitaban en la costa norte del mar Negro. Es posible que la península de Crimea deba su nombre a los cimerios, que entonces la ocupaban junto con otras tribus escitas. Los griegos la llamaban Quersoneso Táurico, pues en ella habitaban también los Tauros, que tal vez estuvieran allí antes de la llegada de los escitas. Los primeros griegos en establecerse en esa zona habían sido los milesios, en Panticapea, en la orilla del Bósforo Cimerio, el estrecho que comunica con el lago Meotis (el actual mar de Azov), y por esta época fundaronTeodosia, que fue un centro exportador de trigo durante los siglos siguientes. Poco después, unos exiliados de la Heraclea Póntica (colonia fundada recientemente por los mesenios) crearon una nueva colonia a la que llamaron simplemente Quersoneso.
Durante la primera mitad del siglo, una nueva religión surgió en el actual Irán, al sur del mar de Aral, más allá de las fronteras del Imperio Medo. Un sacerdote llamadoZaratustra, también conocido por la versión griega de su nombre, Zoroastro, afirmó que se le había aparecido Ahura-Mazda, el Señor de la Sabiduría, quien le había encomendado la misión de predicar la verdad. Si bien había muchos dioses, Ahura-Mazda era el más grande de todos, y el único digno de adoración. No sólo representaba la verdad, sino también el bien. Si en el mundo existe el mal ello es debido a que existe otro dios tan poderoso como Ahura-Mazda, pero que personifica al mal y a la mentira. Su nombre es Ahrimán, en perpetua lucha con Ahura-Mazda. Este conflicto entre ambos dioses divide a todo el Universo. Los hombres buenos son servidores de Ahura-Mazda, mientras que los malos están poseídos por Ahrimán. Zaratustra tuvo muchos seguidores y propagó su religión, conocida como Mazdeísmo o Zoroastrismo, por todo el territorio medo, reformando el culto preexistente. Los sacerdotes medos, que paulatinamente fueron adoptando el Mazdeísmo, eran llamados magos. Con el tiempo esta palabra se extendió para referirse a cualquier poseedor de poderes sobrenaturales, equiparándose a "caldeo".
En 600 la ciudad de Sición, situada al noroeste de Corinto, fue gobernada por el tirano Clístenes. Mientras tanto, el rey lidio Aliates había acabado definitivamente con los cimerios. La actitud de Lidia hacia las ciudades griegas de Asia Menor no era tan amistosa como la de los frigios, pero sus luchas contra los cimerios favorecieron a los griegos. Tales advirtió de la amenaza que suponía Aliates y propuso una alianza de todas las ciudades jonias, pero no fue escuchado y, una a una, todas las colonias griegas de Asia Menor fueron cayendo bajo el dominio Lidio, a excepción de Mileto. Ahora el reino de Lidia se extendía sobre toda la mitad occidental de Anatolia. El río Halis marcaba al este la frontera con el Imperio Medo. La capital lidia fue instalada en Sardes, a unos 80 kilómetros del mar Egeo. Era la primera vez que unas ciudades griegas quedaban bajo dominio "bárbaro". No obstante el yugo lidio fue ligero. Con el tributo que le rendían las ciudades griegas, Lidia se enriqueció notablemente.
Mientras tanto, colonos griegos procedentes de la ciudad jonia de Focea fundaron la ciudad de Marsella. El comercio griego se había ido extendiendo por la actual Francia a través del Ródano, con lo que la cultura celta empezó a mostrar influencias griegas, al igual que etruscas. Estas relaciones no siempre fueron amistosas. Por esta época empezaron a producirse incursiones celtas por el norte de Italia, causando estragos en muchas ciudades etruscas. Los griegos de Cumas fundaron otra ciudad un poco más al sur, también en la costa occidental. La llamaron "ciudad nueva", o sea, Neápolis o Nápoles. Así los griegos reafirmaron su posición en la Campania, por lo demás controlada enteramente por los etruscos.
Esparta estaba relativamente en paz. En el Peloponeso dominaba a Mesenia, y su mayor enemiga, Argos, no se atrevía a provocarla. Sólo quedaba la región conocida como Arcadia, cuyas ciudades principales eran Tegea y Mantinea, que luchaban entre sí con frecuencia, y alguna vez tuvieron también conflictos aislados con Esparta, pero ésta no quiso involucrarse seriamente en una guerra que pudiera prolongarse como las guerras mesenias.
En 598 Nabucodonosor II, ante la negativa de Judá de rendirle tributo, asedió Jerusalén. En el curso del asedio murió el rey Joaquim y fue sustituido por su hijo adolescente Joaquín. A los tres meses de su reinado Jerusalén cayó. Nabucodonosor II se llevó exiliados a Babilonia a Joaquín y a mil hombres de la clase dirigente. No obstante respetó la ciudad y consintió que Sedecías, tío de Joaquín y tercer hijo de Josías, ocupara el trono.
En 597 Chuang, señor del principado de Chu, derrotó al principado de Jin y se puso a la cabeza de la confederación china. Poco después el estado de Wu invadió a Chu con la ayuda de Jin.
En 595 murió el faraón Necao I, y fue sucedido por su hijo Psamético II, quien dirigió una campaña militar contra Nubia, como prevención contra un posible intento de recuperar el dominio de Egipto que había tenido poco antes. No obstante Psamético II no trató de mantener un dominio permanente sobre Nubia, pues Egipto no era entonces lo suficientemente fuerte para lograrlo. Se limitó a reforzar la isla de Elefantina, junto a la primera catarata del Nilo, que se convirtió así en el límite meridional de Egipto.
Mientras tanto las tensiones políticas en Atenas iban en aumento. La guerra contra Megara duraba ya casi cuarenta años. Los nobles contemplaban con inquietud cómo el tirano Periandro estaba destruyendo a las casas nobiliarias de Corinto, así que pensaron que convenía hacer algunas concesiones. En 594 se nombró arconte a Solón, con el encargo de revisar las leyes. Se trataba de un noble, perteneciente a la antigua familia real, que se había enriquecido con el comercio, pero contaba con una fama de inteligencia y honradez con la que se había ganado la confianza del pueblo. Dicha confianza resultó estar bien justificada, pues probablemente las reformas de Solón fueron mucho más lejos de lo que la nobleza hubiera deseado.
Abolió todas las deudas, para que el pueblo pudiera empezar de nuevo. Acabó con la práctica de esclavizar a la gente por deudas y liberó a los que ya habían sido esclavizados. Los atenienses esclavizados que habían sido llevados fuera de Atenas fueron liberados a costa del tesoro público. Instituyó tribunales integrados por gente del pueblo a los que los ciudadanos podían apelar en lugar de al Areópago. Pero la mayor revolución de Solón fue la de dividir a la población según el censo. Los ciudadanos se dividían en cuatro clases atendiendo exclusivamente a los impuestos que pagaban (no a sus títulos nobiliarios). Instituyó una asamblea, constituida por ciudadanos de las cuatro clases, con la potestad de elegir a los arcontes y a los miembros del Areópago, si bien los arcontes sólo podían elegirse entre las dos primeras clases, y los miembros del Areópago entre los de la primera exclusivamente. Así apareció la primera democracia de la historia, es decir, la primera ciudad organizada (no una tribu rudimentaria) en la que el pueblo elegía y controlaba sistemáticamente a sus gobernantes.
Solón debió de tener unas inmensas dotes diplomáticas para llevar adelante su proyecto. Para conservarlo, consideró como delito permanecer neutral ante una revuelta. A diferencia de otros legisladores, jamás pretendió que sus leyes hubieran sido dictadas por los dioses. Aceptó cuantas críticas se le hicieron. Cuando le preguntaron si consideraba a sus leyes las mejores en sentido absoluto, respondió que no, que sólo eran las mejores en sentido ateniense. En 590, la ciudad de Crisa, cercana a Delfos, trató de apoderarse del oráculo, lo que originó la Primera Guerra Sacra, en la que las ciudades vecinas se unieron para defender a Delfos.
Ese mismo año, el principado chino de Lu inauguró el primer sistema de reclutamiento, que no tardó en ser imitado por los principados más poderosos. Hasta entonces la guerra había sido patrimonio de los nobles, mientras que ahora la infantería formada por campesinos quitó importancia a los carros de guerra. Esto destruyó los planteamientos heroicos de la nobleza y el prestigio ritual cedió terreno frente al poder real. La organización social sufrió muchos trastornos.
En 589 un tirano se hizo con el gobierno de Mitilene, la principal ciudad de la isla de Lesbos. Se trataba de Pítaco, quien tiempo atrás había participado en una rebelión contra un mal gobernante, pero se negó a asumir el poder, hasta que le convencieron de que la única forma de garantizar que la ciudad tuviera un buen gobierno era que él mismo aceptase la tiranía. Bajo su mandato la isla floreció. Es la época de Safo, la primera poetisa conocida en la historia, cuya obra no se conserva, pero los griegos la equiparaban a Homero. Los atenienses habían establecido un puesto en Sigeo, cerca de donde había estado Troya, en la parte asiática del Helesponto. El territorio era lesbio, y Pítaco envió una expedición que expulsó a los atenienses de la zona.
El mismo año murió Psamético II y su hijo Haibria ocupó el trono de Egipto. El nuevo rey continuó la antigua política egipcia de fomentar disturbios en el Oriente Próximo como medida de seguridad. Haibria consiguió convencer a Judá, Moab, Amón y Tiro para que se resistieran contra Nabucodonosor II, prometiendo ayuda militar si fuera preciso. Judá y Tiro dejaron de pagar tributo a Babilonia, lo que atrajo inmediatamente a Nabucodonosor II con su ejército. Sin embargo, los presuntos aliados, incluido Egipto, dejaron en la estacada a los rebeldes. El rey caldeo fue drástico. Saqueó Jerusalén y destruyó el templo hasta los cimientos. El rey Sedecías fue capturado mientras huía. Una cantidad ingente de judíos fue deportado a Babilonia y el gobierno de la región quedó a cargo de Godolías, perteneciente a la nobleza Judía, pero que no pertenecía a la familia real ni tuvo el título de rey, sino el de gobernador de una provincia caldea. El reino de Judá había desaparecido. Tres meses después Godolías fue asesinado. Los judíos comprendieron que Nabucodonosor II vería eso como un intento de rebelión, por lo que muchos de ellos emigraron a Egipto (llevándose a Jeremías contra su voluntad).
A continuación Nabucodonosor II se volvió contra Tiro, entonces gobernada por el rey Etbaal III. En 587 asedió la ciudad, pero ésta resultaba más fácil de defender que Jerusalén, pues los caldeos no disponían de una flota con la que impedir que barcos fenicios abastecieran la ciudad. Este enfrentamiento permitió al faraón Haibria reforzar su territorio. Creó una flota integrada por marinos griegos y ocupó la isla de Chipre.
En 586 murió Periandro, el tirano de Corinto. Fue sustituido por un sobrino que fue derrocado a los pocos meses, tras lo cual la nobleza recuperó el dominio de la ciudad.
Poco después se produjo un enfrentamiento que hacía ya tiempo que se estaba haciendo esperar: el reino lidio y el Imperio Medo trataron de extender sus dominios uno a costa del otro con el fin de dominar toda el Asia Menor. Se enfrentaron el 28 de mayo de 585. Es el primer hecho histórico del que conocemos la fecha exacta, y ello se debe a que ese día hubo un eclipse de sol. Los ejércitos quedaron tan aterrorizados que los reyes Aliates y Ciaxares firmaron inmediatamente la paz, cada cual volvió a su patria y la frontera natural marcada por el río Halis nunca más volvió a ser cuestionada. Por cierto, Tales de Mileto se hizo famoso entre sus conciudadanos porque predijo el eclipse (aunque casi lo acusan de brujería). Poco después, en 584 murió Ciaxares y el Imperio Medo quedó en manos de su hijo Astiages. No se sabe nada de él, lo que significa que no libró ninguna batalla, sino que gobernó pacíficamente su imperio.
En 582 terminó la Primera Guerra Sacra. El ejército del tirano Clístenes logró derrotar a Crisa, la ciudad que se había apoderado de Delfos. La ciudad fue arrasada y se promulgó una maldición contra quien osara reconstruirla. Para conmemorar la victoria, Clístenes instituyó los Juegos Píticos, que se celebraban en Delfos cada cuatro años, en medio de cada Olimpiada. Mientras el ganador de los Juegos Olímpicos recibía una guirnalda de hojas de olivo, el premio en los Juegos Píticos era una guirnalda de hojas de laurel, pues el laurel, al igual que el oráculo de Delfos, estaba consagrado a Apolo. Desde entonces el laurel es símbolo de la gloria.
En 579 Pítaco renunció a la tiranía en Mitilene a los setenta años de edad. Fue recordado por los griegos como un gobernante ejemplar.
En 578 el rey de Roma Lucio Tarquinio Prisco fue asesinado por hombres pagados por los hijos del rey anterior, Anco Marcio (descontentos por no haber heredado el trono). Sin embargo, un yerno de Lucio Tarquinio reaccionó rápidamente y tomó el poder. El sexto rey de Roma fue Servio Tulio. También era etrusco, y tal vez la historia del asesinato de Tarquinio esconde un intento de rebelión de Roma contra la dominación etrusca. Sin embargo, lo cierto es que el nuevo rey no favoreció en absoluto a los intereses etruscos. Al contrario, formó una nueva Liga Latina por la que Roma se puso a la cabeza de las demás ciudades del Lacio. La ciudad se extendió sobre dos colinas más, el Esquilino y el Viminal, y las siete colinas fueron rodeadas por una muralla (la muralla Serviana) que marcó los límites urbanos durante los quinientos años siguientes.
Entre tanto las ciudades de la India iban prosperando. En el valle del Ganges surgieron varias repúblicas aristocráticas gobernadas por oligarcas. Una de las más importantes fue Sakya, cuya capital estaba en Kapilavattu.Contaba con un parlamento de 500 miembros, dirigido por un presidente elegido periódicamente. Otras de estas repúblicas se unieron en una confederación liderada por los Vrji, de la que formaban parte también losVideha, los Jñatrka, los Licchavi, y otros. La ciudad de Vaisali, capital de los Licchavi, debió de ser una de las ciudades más ricas de la época. También se formó el reino de Magadha, con capital en Girivraja. La ciudad estaba estratégicamente situada en un valle, protegida por murallas de piedra de 40 kilómetros.
(www.uv.es/ivorra/Historia/Indice.htm)

domingo, 28 de febrero de 2016

HISTORIA DE LA IGLESIA... 12


LA IGLESIA DEL MEDIEVO 


“Las conquistas del Islam rompieron la unidad política, económica y cristiana del Mediterráneo; el cristianismo quedó relegado a Europa. El Mediterráneo deja de ser el centro de la religión cristiana y v a surgir el concepto de Europa. Pero Europa es un verdadero caos, formado por las antiguas poblaciones romanas cuya civilización tiene orígenes milenarios, y por pueblos nuevos, entre los cuales se encuentran todos los grados entre la barbarie y la semibarbarie. La Iglesia, cobijándolos en el cristianismo, va a crear Europa, y ésta no será una unidad política ni económica, sino que será exclusivamente una unidad cristiana”.
El historiador Jacques Pirenne nos describe en el párrafo anterior las grandes claves de la Edad Media europea, así como la importancia de la Iglesia en este período.
Los humanistas del siglo XVI emplean la expresión “edad media” para designar al milenio que separa la caída del Imperio Romano del Renacimiento. Sin embargo, no podemos ver la Edad Media como un simple período de oscuridad entre dos brillantes momentos culturales, la civilización antigua y el humanismo renacentista. Los diez siglos del período medieval son también fecundos en creaciones históricas, culturales y religiosas. Por otra parte, no se trata de un tiempo histórico monótono y gris, sino que está marcado por importantes cambios a lo largo de su evolución.
Es una época en que el cristianismo, que había conseguido una difícil armonía con la cultura greco-romana, se ve sometido a otro encuentro con una nueva civilización, la de los pueblos germánicos. Los dos pueblos de origen germánico que llegan a una conversión masiva más espontánea y espectacular son los francos de Clodoveo, en Francia (496) y los visigodos de Recaredo, en España (589). Esta confrontación del cristianismo con esa nueva cultura da lugar a una serie de creaciones culturales, sociales y religiosas que influyen decisivamente en la constitución de la Europa occidental. Durante este mismo período, el Imperio Oriental de Bizancio se desarrolla de forma independiente y su territorio se va reduciendo paulatinamente, hasta llegar a su destrucción definitiva en 1453.
La historia nunca es simple pasado, sino que continúa proyectándose sobre el presente en el que vivimos. A pesar de la distancia temporal que nos separa de la Edad Media, todavía existen formas de vida cristiana que hunden sus raíces en ella.  

Alfonso Gil González

PERSONAJES DE LA BIBLIA... 5

Abiatar

(Hebreo, ebhyathar, Padre de abundancia, o, “el grande” es padre).
Descendiente de Ajimélek, Ajitub, Finees, Helí, Itamar, Aarón, sumo sacerdote que escapó de la matanza en Nob, fue donde David en su destierro (1 Sam. 22,20-23; 23,6) y le ayudó con sus consejos (1 Sam. 23,9-14; 30,7). Junto con el sumo sacerdote Sadoc, ayudó en la transportación del Arca a Jerusalén (1Crón. 15,11.12), y trató de seguir a David en su huída (2 Sam. 15,24), pero en su lugar le ayudó con su consejo (2 Sam. 15,29-36; 17,15 ss.; 19,11; 1 Crón. 27,34). Él favoreció a Adonías (1 Ry. 1,7.19.25.42) y fue desterrado por Salomón a Anatot (1 Ry. 2,22-27), completando así la ruina de la casa de Itamar (1 Sam. 2,30-36; 3,10-14). En cuanto a 2 Samuel 8,17, vea comentarios.

Fuente: Maas, Anthony. "Abiathar." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907. 26 Jan. 2012 <http://www.newadvent.org/cathen/01043a.htm>.
L H M
Selección de fotografía y revisión textual: Alfonso Gil

CONCIERTOS ALFONSINOS N. 84


Voces de zarzuela

Mujer de los negros ojos… en la voz del tenor Carlos del Monte. Una romanza de la zarzuela EL HUESPED DEL SEVILLANO, de Jacinto Guerrero, con la Orquesta Lírica Española bajo la dirección de Federico Moreno Torroba.
Una voz ya desaparecida, Dolores Pérez, canta la romanza de la carta de la zarzuela GIGANTES Y CABEZUDOS, de Fernández Caballero, acompañada por la Orquesta Sinfónica Española dirigida por Rafael Martínez. Empieza así: Esta es su carta, esta es su carta…
En LOS DE ARAGÓN, zarzuela de tenor y soprano, de José Serrano, tenemos aquí la romanza que canta un gran tenor, Plácido Domingo, acompañado por la Orquesta Sinfónica de Barcelona, con la dirección de García Navarro. Y empieza así: Cuántas veces solo entre las chumberas…

Otra página inolvidable de la zarzuela es el Raconto de José de BOHEMIOS, de Amadeo Vives, que escuchamos en la versión de Elena Guadaño. Empieza así: La niña de ojos azules…
Un gran barítono murciano, Marcos Redondo, que llenó durante más de un cuarto de siglo los escenarios líricos españoles, canta ahora la Canción de Manacor, de EL NIÑO JUDÍO, de Pablo Luna. ¿Qué me importa ser judío, si por serlo soy amado?...
Bellísimo es el dúo de soprano y barítono de LA TEMPRANICA, zarzuela de Jerónimo Jiménez. Lo cantan Dolores Pérez y Luis Sagivela. 
EL CARRO DEL SOL, del maestro Serrano, se estrenó en el Gran Teatro de Madrid, el 4 de julio de 1911. De esta obra es la Canción Veneciana, que canta Isabel Penagos: Pensando en que la quiera sueña la Veneciana…
El barítono Vicente Sardinero y la soprano Josefina Cubeiro cantan, ahora, el dúo de Lina y Puc, de LAS GOLONDRINAS, zarzuela de Usandizaga, con la Orquesta Lírica Española y el maestro Moreno Torroba. 
El bellísimo Intermedio de MARUXA, de Amadeo Vives, en la interpretación de la Orquesta Sinfónica Española que dirige Rafael Ferrer. Papel sobresaliente en las cuerdas graves, con una melodía cargada de sentimiento humano, que repiten los violines con sones de brillantez. Y la fanfarria de trombones.
La salida del tenor, de MARINA, zarzuela de Emilio Arrieta, la canta Hipólito Lázaro, acompañado de Mercedes Capsir y el bajo José Mardones. 
¡Qué mal vocaliza Hipólito Lázaro, teniendo tan bonita voz!  Se le entiende mejor al bajo Mardones.
La cinta acaba con CANCIONES DE CUNA del mundo: España, Portugal e Irlanda.

Alfonso Gil González
Mujer de los negros ojos...
Romanza de la carta...
Cuántas veces solo...
La niña de ojos azules...
Canción de Manacor...
Dolores Pérez en "La Tempranica"
Canción veneciana...
Dúo de Lina y Puc...
Intermedio de Maruxa...
Salida del tenor...


sábado, 27 de febrero de 2016

MIS APUNTES PATRIOS (XVI)

La España republicana (y III)


La disparidad entre el gobierno centro derechista en Madrid y el izquierdista de Cataluña produjo el primer choque: la “ley de cultivos” catalana era anulada por el Tribunal Supremo y la minoría catalana de izquierdas se retiraba de las Cortes. La noticia la daba El Sol del 9 de junio del 33. Un mes más tarde, en un discurso a los suyos, el socialista Largo Caballero, pedía participación en el poder. El discurso lo publicaba íntegro “El Socialista” de 25 de julio.
Por otro lado, el mes de octubre traería la fundación de Falange Española, día 29, y el famoso discurso de José Antonio en el Teatro de la Comedia. Con vistas a las nuevas Elecciones Generales, que serían el 19 de noviembre, los candidatos antimarxistas explicaban sus proyectos, que se resumían en la derogación de toda ley que estuviera inspirada en la laicidad u oliera a socializante. Se temía el peligro soviético. En esa lista de la derecha española no estaba José Antonio. Y, efectivamente, las derechas consiguen la mayoría de los votos. Dos días más tarde, el periódico “El Debate” comentaba la noticia. “Los católicos servirán lealmente a las instituciones republicanas, siempre que queden a salvo los derechos de Dios y de la conciencia cristiana”. En parecidos términos se expresaba dicho rotativo el 14 de diciembre.
Mientras, sin embargo, los vascos aprobaban mayoritariamente el proyecto de su Estatuto, y se producía un intento de revolución anarquista en varios puntos de España, según noticias del ABC del 14 de diciembre, y los socialistas, reunidos en la Casa del Pueblo madrileño, tomaron la decisión, para el futuro político, de inclinarse más por la línea extremista de Largo Caballero que por la de Indalecio Prieto y de Besteiro. Eso leíamos el 27 de enero de 1934 en el periódico “Claridad”. Días más tarde, el 13 de febrero, José Antonio Primo de Rivera y Ramiro Ledesma Ramos toman la decisión de unificar Falange Española y las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (JONS). 
La Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA) que, a pesar de ser el partido mayoritario, dejaba gobernar a sus amigos radicales, pide puestos en el Gobierno, y esto alarma a la izquierda, especialmente en Madrid y Cataluña, según se desprende de El Socialista del día de San Francisco de Asís. De hecho, en Barcelona estallaba la rebelión catalanista. Hubo proclamaciones en la Plaza de la República; discursos de Companys y de Gassol, y, declarado el estado de guerra, el Consejo de la Generalitat notificaba la proclamación al mando militar de Cataluña, y el general de División Domingo Batet y Mestres proclamaba el Bando correspondiente. Esto era el 6 de octubre de 1934. Con tal motivo, hubo un Pleno Municipal en Barcelona, el día 9, pues eran conocedores de las graves palabras del Presidente del Consejo de Ministros dirigiéndose a los españoles, que ABC publicaba el día 7. Se mascaba la tragedia, hasta que el general Batet anunciaba por Radio Barcelona la rendición de los sublevados. Esto sucedía el 9 de octubre. Día mismo en que el Comité Revolucionario de Oviedo daba conocimiento de la insurrección de Asturias, de carácter social-comunista. Sus proclamas terminaban con el grito de “¡Viva la dictadura del proletariado!”.  Según ABC del día 10, Lerroux agradecía el apoyo de los partidos frente a la insurrección, y ésta acabaría con la entrada de las tropas del Gobierno, asegurando el general Franco que podía darse por dominada la sedición asturiana, tres días más tarde, el 13.
Pero las circunstancia revolucionarias vividas en España hicieron que radicales y las derechas se unieran más fuertemente. El 25 de junio del 35, el periódico El Debate dejaba constancia de ello. Pero el escándalo acerca un nuevo sistema de juego, denunciado por un extranjero desconocido, provocaría la crisis y caída política de los seguidores de Lerroux, tras un larguísimo debate en el Congreso de los Diputados, según el Diario de Sesiones del 22 de octubre, que se prolongaría con otra Sesión violenta en que se trataba el Estatuto vasco, registrado en el Diario de Sesiones del 5 de diciembre.
Se vislumbraban en el horizonte nuevas Elecciones para España. Las derechas se agruparon en el llamado Bloque Nacional y reclamaban para España un estado autoritario, integrador y corporativo (ABC, 31 de diciembre del 35). 1936 comenzaría con la disolución del Congreso por parte de presidente de la República, al tiempo que convocaba nuevas elecciones generales. Pero esa decisión le costaría a Alcalá Zamora ser sustituido por Azaña.
En efecto, la fuerzas de la Izquierda se presentarían con el nombre de Frente Popular, aunque con discrepancias entre republicanos y socialcoimunistas. ABC y El Socialista analizaron el triunfo de la Izquierda en las Elecciones de febrero. Para el primero se había rescatado la República, para el segundo, tras la victoria, había una sola demanda: el Poder (18 de febrero). Y Azaña inicia las primeras medidas del nuevo Gobierno con una amnistía política y el restablecimiento de la autonomía catalana, según leemos en El Sol del 22 y en Decreto del 26 de ese mes. Un desajuste en el cómputo de las actas electorales, en que de 258 del Frente Popular se pasaba a 277, hizo que las minorías conservadoras se retiraran del Congreso por considerar lesionados sus derechos. Invito e leer el Diario de Sesiones del 31 de marzo. Meses más tarde, concretamente el 16 de junio, se produjo una sesión dramática en el Congreso de los Diputados. Por una lado, las intervenciones de Gil Robles y de Calvo Sotelo; por otro, las de Casares Quiroga y de La Pasionaria, vaticinaban los trágicos meses que habrían de venir.
Del 16 de febrero al 15 de junio, según el Diario de Sesiones del 17 de junio, se habían producido en España tal cantidad de iglesias destruidas, de templos y casas religiosas incendiados, de asesinatos y agresiones a personas e instituciones, de atracos bancarios y huelgas, que la amenaza de Casares Quiroga a Calvo Sotelo colmó el vaso de la desvergüenza política. Amenaza que se cumplió en la madrugada del 13 de julio, cuando José Calvo Sotelo era asesinado en una camioneta y tirado a la entrada del Cementerio de La Almudena. La censura prohibió que ABC comentara el crimen, pero el diputado Amado contó cómo había sido secuestrado de su casa, sita en la calle Velázquez 89, tras la llamada que le hizo la viuda. Esta muerte se sumaba a una situación de caos nacional en que, según palabras de Gil Robles, “no fue posible la paz”.

Alfonso Gil González

AMADEUS - 55



Ópera barroca


En septiembre concluía la temporada estival de Festivales 1997.
El CD del mes nos traía Oberturas de Rossini y Suppé. Concretamente, El barbero de Sevilla, La Italiana en Argel, Guillermo Tell, La gazza ladra, Semíramis y La scala di seta. En cuanto a Franz von Suppé: Caballería ligera y Poeta y aldeano.
Patricia Brauner esbozaba una semblanza vital y profesional del muy singular señor Rossini, de facilidad y seriedad compositiva.
Jacobo de Regoyos hacía notar la frustración de la Orquesta Nacional de España que, con más de cincuenta años de historia y un pasado ciertamente glorioso, vivía una situación de inestabilidad. El mismo autor nos hablaba de Fabio Biondi, violinista y director del ensemble Europa Galante, que fundó en 1989. El joven maestro italiano se había ganado el respeto unánime de los aficionados a la música barroca interpretada con instrumentos originales.
Mariu Mariam hacía un recorrido por los lugares conmemorativos de Schubert y Brahms. Viena y Hamburgo eran las ciudades que les vieron nacer.
Francisco Mejías escribía sobre el pianista Antonio Soria, que se había atrevido a grabar la integral de Joaquín Turina, el maestro sevillano.
Y Maribel Carracedo lo hacía sobre la ópera barroca, desde su nacimiento hasta la época del clasicismo.
A los 40 años de su muerte, Sibelius acaparaba la atención de los melómanos, publicando Juan Carlos Moreno algunos aspectos de su vida y su obra. Sibelius había sabido expresar como nadie el espíritu de su país, Finlandia, y fue uno de los sinfonistas más originales del siglo XX.

Alfonso Gil González
El barbero de Sevilla
La italiana en Argel
Guillermo Tell
La gazza ladra
Semíramis
La scala di seta

Caballería ligera, de Suppé
Poeta y aldeano

jueves, 25 de febrero de 2016

GRANDES TEMAS PARA ENTENDER AL HOMBRE - 20

 LA GRECIA CLÁSICA 

Los historiadores toman la instauración de los Juegos Olímpicos como fecha de inicio del "Periodo Helénico" en el que Grecia alcanzó su máximo esplendor. Pero el resurgir de Grecia fue, naturalmente, un proceso gradual, y es a partir del siglo VII cuando la recuperación se hizo realmente palpable. Entre la heterogeneidad de las polis griegas, había dos que llaman especialmente la atención. Por una parte la belicosa Esparta, que había demostrado su tesón y su fuerza en la larga guerra de veinte años contra Mesenia. En un extremo contraste con ella estaba Atenas.
Atenas fue pionera en un proceso que poco a poco iría afectando a la mayoría de las polis: la decadencia de la monarquía. En una ciudad pequeña y austera, un rey no era muy diferente de otros nobles ni podía acumular mucha autoridad. Esto facilitó la experimentación de formas de gobierno alternativas. Atenas carecía de rey desde hacía mucho tiempo. Según la última tradición, su último rey fue Clodro, que en tiempos de las invasiones dorias luchó por mantener libre a Atenas. Un oráculo predijo que vencería aquel ejército cuyo rey muriese primero, por lo que Clodro decidió dar su vida para que Atenas siguiera siendo jónica. Los atenienses decidieron que un rey tan bueno no podía tener sucesor, pues ninguno estaría a su altura. A partir de entonces Atenas fue gobernada por un Arconte, (que en griego significa algo así como "presidente"). Al principio el cargo era vitalicio y pasaba de padre a hijo a partir de los descendientes de Clodro (o sea, el arconte era un rey), pero luego se estipuló una duración de diez años para el arcontado, así como que éste no tenía por qué pasar necesariamente de padres a hijos, pero sí conservarse dentro de la nobleza. Evidentemente la historia del origen del arcontado es falsa, pero lo cierto es que de un modo u otro Atenas había pasado a un sistema de gobierno diferente de la monarquía usual.
Mientras Esparta imponía su autoridad sobre el Peloponeso por la fuerza de sus hoplitas, Atenas logró la supremacía sobre el Ática por procedimientos exclusivamente políticos. Lentamente fue absorbiendo a las poblaciones vecinas, en el sentido de que todos los habitantes del Ática eran considerados atenienses aunque no hubieran nacido ni habitaran en la ciudad. Este proceso de unificación del Ática terminó en 700, cuando se incorporó Eleusis, ciudad situada al noroeste del Ática.
En Eleusis se practicaban unos ritos que en muchos aspectos fueron más importantes que la religión oficial griega, la de los dioses del Olimpo, que había sido modelada en gran parte a gusto de los grandes señores, pero aportaba poco al hombre común. Los Misterios Eleusinos eran probablemente un resto de la religión arcaica de Grecia. Los iniciados tenían prohibido revelar nada sobre ellos bajo pena de muerte. Estaban relacionados con ciertos dioses agrícolas, con el grano que muere en otoño pero deja una semilla que le hace renacer en primavera. Al principio debieron de ser ritos para garantizar buenas cosechas, pero más tarde se aplicaron sus principios de muerte y resurrección a los hombres, de modo que quien participaba en los ritos moriría y resurgiría otra vez en otro mundo. La religión olímpica, en cambio, sólo ofrecía a los muertos un Averno desolador.
Al norte de Grecia había cinco regiones diferenciadas: Al noroeste estaba Iliria, que permanecería lejos del contacto con la civilización durante siglos, salvo la presencia de algunas colonias griegas en su costa. Al sur de Iliria estaba Épiro, habitada desde los tiempos de Homero por diversos pueblos grecohablantes en los que sólo se encuentran pequeños vestigios de la cultura griega, como el culto a Zeus. En esta época los preponderantes eran los Tesprotas. Al este de Iliria y Épiro estaba Macedonia,  ocupada en un principio por pueblos tracios, pero unas tribus que descendieron del monte Pindo los expulsaron hacia el este y se organizaron en una monarquía cuyo primer rey fue Perdicas I. Éste construyó la ciudad de Egas y la convirtió en la capital de Macedonia. Al sur de Macedonia estaba Tesalia, una región fértil y llana que había gozado de cierta notoriedad en la época micénica. Es la única zona de Grecia lo suficientemente llana como para que los caballos tengan utilidad en las batallas. Por ello fue cuna de buenos jinetes. Los mitos griegos sitúan a los legendarios centauros en Tesalia, probablemente un recuerdo de los primeros encuentros de los griegos del sur con los jinetes tesalios. Según la tradición, un rey llamado Alevas organizó el territorio en cuatro tetrarquíasconfederadas, dirigidas conjuntamente en tiempos de guerra por un único líder llamado tagos. Por último, al este de Macedonia, sobre la costa norte del Egeo, estaba Tracia, región que ya había empezado a alojar numerosas colonias griegas, especialmente en la península calcídica.
Mientras tanto, Judá acababa de librarse por poco de la destrucción total. Senaquerib dejó entera a Jerusalén, si bien Jerusalén fue lo único que quedó entero en Judá. En 697 el rey Ezequías, cansado y deshonrado, delegó el gobierno en su hijo Manasés. Mientras tanto Senaquerib se preparaba para un ataque definitivo contra Babilonia. Comprendió que el reino de Elam era responsable en gran parte de las rebeliones periódicas de Babilonia, pues había adoptado como forma de defensa el ayudar a todos los rebeldes babilónicos para que mantuvieran ocupados los ejércitos asirios. Así que decidió atacar primero a Elam, pero no a través de Babilonia, lo que haría llegar a sus ejércitos debilitados, sino mediante un ataque inesperado por mar. Construyó secretamente una flota, para lo que recurrió a los fenicios y tal vez a los griegos. Es posible que este fuera el primer contacto de los griegos con Asiria y el origen de las leyendas sobre Nino y Semíramis. La flota descendió por el Éufrates, pasando junto a Babilonia sin detenerse y desembarcando en Elam. Sin embargo, los elamitas respondieron al inesperado ataque de forma igualmente inesperada: dejaron en el país una mínima defensa mientras el grueso de su ejército huyó a Babilonia, para unirse allí con los rebeldes y amenazando con incomunicar al ejército asirio.
Esta jugada debió de provocar la cólera de Senaquerib. Hasta entonces, Asiria había sido relativamente respetuosa con Babilonia. Sin duda, la ciudad tenía una tradición cultural que impresionaba a los asirios. Aunque Asiria superaba sin duda alguna a Babilonia en cuanto a poderío militar, tanto asirios como babilonios reconocían la superioridad cultural de Babilonia, pero ahora Senaquerib ya no estaba dispuesto a reconocer nada. En689 se abrió paso hasta Babilonia, arrasó sus canales, derribó los diques, llenó las acequias del barro de las casas que hizo abatir desviando el Éufrates, destruyó incluso los templos y se llevó a Asiria la estatua del mismo Marduk.
En 687 murió Ezequías y su hijo Manasés ocupó el trono. Su política fue la de una total sumisión a Asiria. Pagó puntualmente el tributo, fomentó el culto a los dioses asirios y se opuso al culto a Yahveh, cuyos partidarios continuaban propugnando la rebelión contra el yugo asirio. Naturalmente, esto le hizo blanco de toda suerte de descalificaciones en la Biblia. Pese a ello, el reinado de Manasés fue un periodo de paz para Judá.
El mismo año en que murió Ezequías surgió un nuevo reino en Asia Menor. Se trataba del reino de Lidia. Los lidios eran una tribu que había estado bajo el dominio frigio y que lucharon junto a ellos contra los cimerios. Ahora habían encontrado un general capaz llamado Giges, que fundó el nuevo reino y continuó la lucha contra los nómadas invasores.
En 685 el duque Huan se convirtió en el señor del estado chino de Qi. Por esta época nuevos pueblos bárbaros amenazaban a China: las tribus de Man e I al sur y las de Jung y Ti al norte. Se trataba de pueblos seminómadas que compartían los rasgos fundamentales de la cultura china, por lo que "bárbaros" ha de ser entendido simplemente como "extranjeros".
Mientras tanto, colonizadores griegos llegaron hasta el estrecho del Bósforo y fundaron una ciudad en la costa asiática a la que llamaron Calcedonia, por las minas de cobre que había en sus cercanías. Ese mismo año, la opresión que Esparta infligía a Mesenia se hizo tan insufrible que los mesenios se alzaron de nuevo en armas, dirigidos por Aristómenes, dando así comienzo a la Segunda Guerra Mesenia. Poco después Atenas modificaba ligeramente su sistema de gobierno. En 683 el arconte dejó de ser el gobernante absoluto. La ciudad pasó a estar gobernada por nueve hombres elegidos anualmente entre los nobles. Uno de ellos era el arconte, que daba nombre al año, pero también estaba el polemarca, que gobernaba el ejército, otro ejercía de sumo sacerdote, y así las tareas de gobierno se distribuían entre los nueve. Además surgió el Areópago, un consejo de nobles que actuaba como tribunal supremo.
En 681 Huan, el señor de Qi, negoció una alianza con Song, Lu, y otros estados chinos periféricos, a la que paulatinamente se fueron incorporando nuevos miembros, preocupados por las incursiones bárbaras.
Entre tanto, el rey asirio Senaquerib fue asesinado en una conjuración organizada por sus dos hijos mayores. No conocemos los detalles, pero algo debió de salir mal, pues ambos se vieron obligados a huir a Urartu, donde reclutaron un ejército. Otro hijo del rey asesinado reclamó el trono y consiguió el respaldo de la nobleza. Se llamaba Asarhaddón, y no tuvo dificultad en derrotar a sus hermanos. Su política fue radicalmente diferente a la de sus antecesores. Inició la reconstrucción de Babilonia, una tarea que le llevó años. Llegó a un acuerdo de paz con Elam, el cual se comprometió a no fomentar más rebeliones en Babilonia. Con Judá no tuvo problemas, pues Manasés no dejó de pagar el tributo convenido. En 679 tuvo que dirigir una campaña contra los cimerios, que ante la presión de los escitas volvieron a penetrar en Urartu. Asarhaddón los derrotó, pero a la vez trató de llegar a un acuerdo con ellos, el cual fue sellado, según era habitual, incorporando a su harén una de sus princesas.
El rey asirio tomó medidas para que su propia sucesión no pusiera en peligro el poder asirio, como había ocurrido con las sucesiones precedentes. Tenía dos hijos adultos y no estaba dispuesto a pasar por traiciones o intentos de asesinato que pudieran terminar en una guerra civil. Eligió a su hijo menor como sucesor y obligó a toda la nobleza a jurarle fidelidad como futuro rey. A su hijo mayor lo nombró virrey de Babilonia.
Finalmente a Egipto le tocó el turno de enfrentarse a Asiria. El rey actual era Taharka, el que había dirigido el ejército egipcio contra Senaquerib mientras sitiaba Jerusalén. Asiria era consciente de las mil intrigas que Egipto había urdido en los últimos años, y ahora estaba dispuesta a pedirle cuentas. En 675 Asarhaddón envió una expedición a Egipto que, contra todo pronóstico, Taharka supo rechazar.
En 673 dice la tradición que murió el segundo rey de Roma, el sabino Numa Pompilio. Su sucesor fue Tulo Hostilio. Hasta entonces Roma ocupaba tres colinas: los montes Palatino, Capitolino y Quirinal. El nuevo rey la extendió al monte Celio edificando allí su palacio. El poder del rey no era absoluto, sino que era aconsejado por el Senado, una asamblea de cien ancianos, representantes de los diversos clanes que componían la ciudad.
En 671 Asarhaddón pudo enviar de nuevo a Egipto un ejército mayor y mejor equipado que el anterior. Tomó Menfis y el Delta, mientras Taharka se vio obligado a retroceder hacia el sur. En 669 Babilonia estaba completamente reconstruida y recuperó su esplendor.
Mientras tanto Esparta seguía enzarzada en la Segunda Guerra Mesenia, que ya duraba 17 años. Argos debió de pensar que era un buen momento para atacar a Esparta y efectivamente ganó una batalla, pero no pudo sacar mucho partido, pues al año siguiente, en 668, Esparta pudo derrotar finalmente a los mesenios. Su caudillo Aristómenes y un grupo de aliados tuvo que abandonar su patria, mientras Mesenia quedaba postrada una vez más ante Esparta. Fueron acogidos en la ciudad de Zancle, en Sicilia, donde un poco después se hicieron con el poder y le cambiaron el nombre por el de Messana, en honor a su tierra de origen.
El mismo año en que terminaba la Segunda Guerra Mesenia murió el rey asirio Asarhaddón, mientras marchaba a Egipto en una tercera campaña. Tal y como había sido dispuesto, fue sucedido por su hijo menor,Asurbanipal. Bajo su reinado Nínive llegó a su apogeo. Su población alcanzó los 100.000 habitantes y sus caravanas comerciales llegaban hasta la India. Asurbanipal había recibido una esmerada educación, y se interesó por la cultura babilónica. Construyó una inmensa biblioteca en su palacio en la que catalogaba cuidadosamente ejemplares de cuantas tablillas cuneiformes interesantes llegaban a sus manos. Gran parte de los conocimientos que tenemos de Mesopotamia se deben a esta biblioteca.
En 667 la alianza de estados chinos que había promovido Huan se convirtió en una confederación de todos los estados periféricos liderada por el propio Huan. Los estados de la confederación dejaron de considerarse bárbaros, y se incluyeron entre los reinos del centro, que reconocían formalmente la autoridad Cheu. La capital se trasladó a la ciudad de Yong, más hacia el este. La supremacía de Huan se debió en gran parte a la eficiencia de su primer ministro Kuan Tsong, que realizó notables reformas económicas y fiscales. Entre otras cosas, introdujo en China el uso de monedas. A pesar de la confederación, las incursiones bárbaras seguían produciéndose. Algunos estados más alejados se aliaron con los bárbaros y aumentaron su poder. Entre ellos estaban Wu y Yue.
Entre tanto Roma se vio enfrentada a la que hasta entonces era considerada la mayor potencia del Lacio: la ciudad de Alba Longa. Los detalles están envueltos en la leyenda. Según los historiadores romanos Roma y Alba convinieron en sustituir una eventual batalla por un duelo de tres hombres contra tres hombres, con el compromiso de acatar los resultados. Los romanos eligieron a tres hermanos de la familia de los Horacios, mientras que los albanos escogieron a tres hermanos de la familia de los Curiacios. Dos de los Horacios murieron, pero el tercero echó a correr y fue perseguido por los otros. Entonces se detuvo y luchó con ellos uno a uno, a medida que llegaban a él, y los mató a los tres. Alba aceptó el resultado, pero poco después aprovechó una ocasión para rebelarse, con lo que en 665 fue tomada y destruida por Roma. En resumen, que Roma acabó de un modo u otro con la hegemonía albana y se inventó una leyenda para demostrar que su conducta fue justa.
En 661 Asurbanipal dirigió una nueva campaña contra Egipto. Esta vez llegó hasta Tebas y la saqueó, con lo que puso fin a la dinastía de reyes nubios. Éstos continuaron reinando en Nubia mil años más, pero su civilización declinó pronto. Asurbanipal nombró virrey de Egipto a Necao, un príncipe del Bajo Egipto que había sido prisionero de guerra durante algunos años, con lo que conocía bien a Asiria y sabía lo peligroso que era rebelarse contra ella.
En 660 una expedición griega fundó una ciudad en la parte europea del Bósforo, enfrente de Calcedonia. Se llamó Bizancio. Según la tradición, el nombre procede de Bizas, que era el jefe de la expedición, pero los griegos eran muy dados a inventar personas que daban nombre a pueblos o ciudades. Calcedonia y Bizancio se hallaban en la situación de privilegio en que antes había estado Troya, pues podían regular a su antojo el comercio con el mar Negro (o el Ponto Euxino, como lo llamaban los griegos), que cada vez era más floreciente. A partir de esta fecha, las costas del mar Negro fueron poblándose con más y más colonias griegas.
Ahora nos encontramos con un precedente de un fenómeno que iba a ser común en las ciudades griegas de los años posteriores. Cuando una ciudad pequeña, como lo eran todas las polis griegas, alcanza un cierto nivel de prosperidad, el pueblo podía ejercer mucha presión sobre un gobernante ineficaz, y algunos hombres carismáticos podían canalizar la insatisfacción del pueblo para hacerse con el poder, lo cual ahora (antes no) suponía un ascenso social significativo. Así empezaron a surgir los tiranos, palabra que designaba simplemente a alguien que asumía el poder sin ninguna clase de respaldo dinástico, nobiliario o religioso, sin las connotaciones negativas que hoy tiene esta palabra para nosotros. Así, en 655, Cipselo se hizo con el poder en Corinto.
Por estas fechas murió Necao, el gobernador de Egipto nombrado por los asirios, y su hijo Psamético ocupó su lugar. Compró mercenarios lidios y con su ayuda plantó cara a las guarniciones asirias destacadas en Egipto. Al mismo tiempo, Asurbanipal recibió la petición de auxilio de los principados de Asia Menor, que sufrían de nuevo los ataques de los cimerios. Decidió atender antes este asunto, con lo que combatió una vez más al lado del rey lidio Giges contra los nómadas. Entre ambos consiguieron abatir a los cimerios, pero Giges murió en la lucha, en el año 652. Este mismo año Psamético había expulsado definitivamente a los asirios de Egipto y fue convertido en Psamético I, el primer rey de la XXVI dinastía. Estableció la capital en Sais, al oeste del Delta. Por ello su dinastía es también conocida como saítica. Asurbanipal no pudo ocuparse de él porque al mismo tiempo le surgió un problema mucho mayor. Elam había vuelto a su antigua política de intrigas y había convencido al hermano del rey, que gobernaba Babilonia, a que se rebelara, con lo que Asiria se vio envuelta en una guerra civil.

(www.uv.es/ivorra/Historia/Indice.htm)

miércoles, 24 de febrero de 2016

HISTORIA DE LA IGLESIA... Cap. 11

MONACATO Y PADRES DE LA IGLESIA


La riqueza de la vida cristiana no se agota en la organización y doctrina oficiales de la Iglesia. Surgen intentos nuevos de vivir y expresar la existencia cristiana.
Cuando desaparecen las persecuciones y la Iglesia es favorecida por los emperadores, el hacerse cristiano se convierte para algunos en ocasión de prosperar socialmente. De ahí que surjan quienes desean llevar una vida más fervorosa y austera, y se retiran al desierto, dando así origen al “monacato cristiano”.
Este nuevo estilo de vida se desarrolla de dos formas: la eremita o anacoreta, es decir, de aquellos que viven solos en el desierto, y la cenobita de aquellos que se reúnen formando comunidades o cenobios. Entre los primeros representantes de la vida monástica están San Antonio Abad, San Pacomio y San Basilio, en Oriente, y San Jerónimo y San Juan Casiano, en Occidente.
Por otro lado, surgen los que, en adelante, serán llamados “Padres de la Iglesia”, que son aquellos personajes de los primeros siglos, posteriores a los Apóstoles, que han reelaborado los grandes principios del cristianismo. Al período que va desde el Concilio de Nicea (325) al de Calcedonia (451) se le considera la Edad de Oro de los Padres de la Iglesia, por la abundancia de escritos cristianos que se producen, así como por la profundidad e importancia de los mismos. 
Atendiendo a su lengua y cultura, se dividen en Padres griegos y Padres latinos. Entre los primeros están: 
San Atanasio
San Basilio de Cesarea 
San Gregorio de Nacianzo
San Gregorio de Niza
San Juan Crisóstomo 
San Cirilo de Jerusalén y 
San Cirilo de Alejandría. 
Entre los latinos están: 
San Ambrosio de Milán 
San Jerónimo y 
San Agustín de Hipona. De todos ellos, san Agustín es quien más ha influido en la cultura europea. De su amplísima obra podemos destacar como escritos más célebres: las CONFESIONES, la CIUDAD DE DIOS y el TRATADO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD. 

Alfonso Gil González 

PERSONAJES DE LA BIBLIA.. 4

Abel

(De la palabra hebrea para Vanidad, "probablemente llamado así por la brevedad de su vida"---Gesenio; griego Abel, de ahí la forma española).
Abel fue el segundo hijo de Adán. Vigouroux y Hummelauer sostienen que la palabra asiria aplu o ablu, que forma Abal, es decir, "hijo," es la misma palabra, no una coincidencia ortográfica, puesto que el hebreo y el asirio son lenguas cercanamente afines. Algunos, como Flavio Josefo (Ant., I, II), piensan que significa "aflicción" o "lamentación". Cheyne afirma que "un correcto análisis del relato favorece el significado de pastor, o más generalmente de pastor de ovejas"; el asirio ibilu (Enc. Bib., s.v.) "carnero, camello, asno, u ovejas salvajes."
Caín, el primogénito, era agricultor. Abel poseía los ganados que vivían en el campo. Los dos eran, por consiguiente, doblemente hermanos, por nacimiento y por vocación.
Abel no se menciona en el Antiguo Testamento excepto en Génesis 4. San Agustín lo presenta como tipo del regenerado, y Caín del hombre natural. "Caín fundó una ciudad en la tierra, pero Abel como extranjero y peregrino anhelaba la ciudad de los santos que está en los cielos" (Ciudad de Dios, XV, I). Los descendientes de Caín eran malvados, pero como nada se dice de los de Abel, se supone que no los tuvo; o por lo menos que ningún hijo suyo estaba vivo en el momento del nacimiento de Set, “a quien Dios me ha otorgado en lugar de Abel”, como lo expresó Eva (Gn. 4,25).
Los abelianos, o abelitas, una secta del norte de África mencionada por San Agustín (de Haer., LXXXVII), pretendían imitar a Abel casándose, pero condenaban el uso del matrimonio. Adoptaban niños quienes también se casaban y vivían de la misma forma que sus padres adoptivos. El relato bíblico sobre los sacrificios de los hermanos y sobre el asesinato de Abel expone que Caín ofreció "de los frutos de la tierra", Abel "de las primicias de su rebaño y de la grasa de los mismos". Las ofrendas de Caín no fueron propicias, las de Abel se efectuaron con generosidad y amor, y por lo tanto recibieron el beneplácito de Dios. Josefo dice (Ant., I, II), "Dios se mostró más complacido con las ofrendas de Abel, cuando le honraba con lo que crecía naturalmente, que lo que estaba con lo que era la invención de un hombre codicioso, y obtenido al forzar el suelo." San Juan da la verdadera razón de por qué Dios rechazó el sacrificio de Caín y aceptó el de Abel: "porque sus obras eran malas, mientras que las de su hermano eran justas" (1 Jn. 3,12). Luego Dios dijo, "no me es grata la oblación de vuestras manos" (Mal. 1,10). El amor del corazón debe santificar la elevación de las manos. Caín ofreció dans Deo aliquid suum, sibi autem seipsum (Ciudad de Dios, XV, II), pero Dios nos dice a todos lo que San Pablo escribió a los Corintios, "No busco vuestras cosas sino a vosotros" (2 Co 12,14).
En las tradiciones y leyendas hebreas, cristianas y árabes se dice que Dios mostró su aceptación del sacrificio de Abel enviando fuego para consumirlo, como en 1 Rey. 18,38. Caín al instante resolvió matar a su hermano, pensando que éste le suplantaría, como Jacob le hizo a  Esaú más tarde; o porque pensó que el linaje de Abel tendría el  honor de aplastar la cabeza de la serpiente (Gén. 3,15). (Hummelauer, Curs. Com. S. Sac.). San Jerónimo (Com. in Ezech., 8,27, no. 316), siguiendo la tradición judía, presenta la llanura de Damasco como la escena del crimen, e interpreta el nombre de la ciudad sanguinem bibens(bebedor de sangre). Un viajero citado y con la aprobación del Rev. S. Baring-Gould (Leyendas sobre los Personajes del Antiguo Testamento) sitúa la escena a media milla de Hebrón; sin embargo, no existe tal tradición local en la vecindad de Hebrón. La ciudad de Damasco referida es ciertamente la ciudad Siria. El Corán (Sura v, 30, etc.) concuerda con la Biblia en los datos principales sobre los sacrificios y asesinato, pero añade la leyenda de que Dios envió un cuervo que enseña a Caín cómo enterrar a su hermano escarbando en la tierra. Según la tradición judía, el cuervo enseñó a Adán y Eva cómo enterrar a su hijo, y Dios recompensó al cuervo concediéndole tres cosas: (1) sus crías serían inviolables, (2) comida abundante (3) su petición por la lluvia sería concedida (Pirke Rab: Eliezer, XXI).
En el Nuevo Testamento se menciona frecuentemente a Abel. Su vida pastoral, su sacrificio, su santidad, su trágica muerte hacen de él una sorprendente figura de Nuestro Divino Salvador. En 1 Jn. 3,12 se hace alusión a sus justas obras; el mismo Cristo le canoniza (Mt. 23, 34-35) como el primero de una larga línea de profetas martirizados en aras de la justicia. El no profetizó por medio de la palabra, sino por medio de su sacrificio, del que conoció por revelación su significado simbólico (Vigouroux); y también por su muerte (Ciudad de Dios, XV, 18). En Hebreos 12,24 se menciona su muerte, y se muestra el contraste entre su sangre y la de Cristo. Este último no invita a la venganza, sino a la misericordia y al perdón. Abel, aunque muerto, habló (Hb. 11,4), Deo per merita, hominibus per exemplum (Piconio), es decir, a Dios por sus méritos, a los hombres por su ejemplo. Para una interpretación rabínica del plural hebreo que significa "sangres", en Gn. 4,10, ver Mishna San., IV, 5, donde se refiere a Abel y a su semilla. Los Padres lo sitúan entre los mártires. Martyrium dedicavit (San Agustín, op. cit., VI, XXVII); San Juan Crisóstomo lo asocia con San Juan el Bautista (Adv. Judaeos, VIII, 8); otros hablan en términos similares. En la Iglesia Latina, sin embargo, no se encuentra en los martirologios antes del siglo X (Encyci. théol., s.v.).
En el canon de la Misa su sacrificio se menciona con los de Melquisedec y Abraham, y su nombre está a la cabeza de la lista de los santos invocados para ayudar a los moribundos. Las opiniones del alto criticismo radical pueden ser resumidas con las palabras de Cheyne: "El relato de Caín y Abel es una leyenda israelita antigua conservada por J porque contiene una tendencia provechosa" (Encyci. bib. s. v.). La interpretación conservadora de la narración difiere de la de las escuelas críticas radicales porque acepta el relato como historia o que por lo menos tiene bases históricas, mientras que ellos la consideran sólo una de las leyendas del Génesis.

Bibliografía: Referencias patrísticas en P.G. y P.L.; GEIKIE, Horas con la Biblia; ID., Los Descendientes de Adán; ID., Desde la Creación a los Patriarcas (Nueva York, 1890); HUMMELAUER, Cursus Scrip. Sac. (París 1895); PALIS en VIG., Diccionario de la Biblia. Para leyendas vea: La Biblia, el Korán y el Talmud, tr. Del Germ por WEIL (Londres, 1846), 23-27; STANLEY, Sinaí y Palestina; Id., Leyendas sobre Caín y Abel, 404, ss.; BARING-GOULD, Leyendas sobre los Personajes del Antiguo Testamento (Londres, 1871) I, 6; GUNKEL, Las Leyendas del Génesis, (tr., Chicago, 1901). Para una presentación notoria de la HISTORICIDAD del Antiguo Testamento, contra los reclamos de la escuela crítica, consulte a ORR, Los Problemas del Antiguo Testamento (Nueva York, 1906); DRIVER, Génesis (1904).
Fuente: Tierney, John. "Abel." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907. <http://www.newadvent.org/cathen/01035c.htm>.
Traducido por Alfredo Moreno Prieto. L H M.
Selección de foto y revisión textual: Alfonso Gil