Curriculums

Teología

jueves, 30 de junio de 2016

CONCIERTOS ALFONSINOS N. 119


Compases orquestales

De BELA BARTOK, Rapsodia n. 1 para violín y orquesta. Versión de Henry Shering y la Orquesta del Concertgerbaum dirigida poor Bernard Haiting.
De PETER MAXWELL DAVIS, Revelación.  Mary Thomas, soprano, y el Quinteto de Londres, dirigido por el autor, interpretan esta obra.
Tras unos compases violinísticos, se estudia aquí la figura de la cantante cinematográfica JANETTE MCDONALD. En el año 1920 se convirtió en la segunda figura de la obra “Irene”. Más tarde, llegarían más títulos teatrales. Al fin, Holywood la descubrió en una tímida primera aparición. Se buscaba un rostro femenino nuevo para el Desfile del Amor y Janette se convirtió en protagonista junto a Maurice Chevalier. El triunfo de esa película, de 1929, la afirmó como la nueva gran estrella musical cinematográfica. Y allí comenzó una larga historia, trepidante, que la conduciría a la inmortalidad artística. Y en ella, en el año 1935, encontraría un compañero ideal para sus aventuras en el cine.
De HINDEMITH, Matías el Pintor. Versiona esta obra la Orquesta Sinfónica de RTVE, dirigida por Sergio Celebidache.
Tras esto, MÚSICA PARA CLAVE.

Alfonso Gil González
Bartok
Maxwell
Mcdonald
Hindemith

GRANDES TEMAS PARA ENTENDER AL HOMBRE - 45


ANÍBAL  

Aníbal Barca se había criado en España desde los nueve años. Su padre había sido un magnífico estratega y le había enseñado cuanto sabía, a la vez que le había inculcado un odio visceral a los romanos. Cuando se puso al frente de las tropas cartaginesas en España, los soldados lo aclamaron, pues había crecido entre ellos, todos le querían y conocían sus cualidades. Asdrúbal le había preparado un magnífico ejército. Contaba con una firme infantería íbera, con jinetes númidas, con honderos de las islas Baleares, capaces de arrojar piedras o bolas de plomo con más precisión que los arqueros, y también contaba con algunos elefantes norteafricanos. No eran los grandes elefantes centroafricanos, sino otros más pequeños, poco mayores que un caballo. En estas condiciones, Aníbal se propuso realizar el sueño de su padre: derrotar a Roma. El mayor inconveniente al que tenía que enfrentarse era Cartago. Los gobernantes de Cartago no querían ni pensar en un enfrentamiento con Roma. Eran comerciantes y lo que querían era comerciar. Pero Aníbal supo cómo tratar a Cartago.
En 219 a. C.  asedió Sagunto y exigió su rendición. Los saguntinos apelaron a Roma, que envió mensajeros a Aníbal inmediatamente para recordarle que estaba violando el tratado firmado por Asdrúbal. Aníbal trató a los romanos de forma deliberadamente insultante, y les invitó a llevar sus quejas a Cartago, con la esperanza de que los romanos airados declararan inmediatamente la guerra, pero para su disgusto aceptaron su sugerencia y se dirigieron a Cartago. Aníbal envió sus propios mensajeros a Cartago, que se adelantaron a los romanos, y trataron de lograr el máximo apoyo posible a la guerra, a la vez que entorpecieron al máximo las conversaciones entre Roma y Cartago.
Éstas no fueron muy ágiles, porque al mismo tiempo Roma había iniciado una segunda campaña contra la piratería iliria, bajo la dirección del cónsul Lucio Emilio Paulo (el pequeño). En su primera campaña, Roma había dejado parte de Iliria bajo el gobierno de Demetrio de Faros, pero éste consintió que los piratas siguieran dominando el Adriático. Aprovechando la llegada de los romanos la reina Teuta atacó a Demetrio, pero finalmente Paulo arrasó Faros y Demetrio se vio obligado a huir a Macedonia. La campaña de Paulo puso fin definitivamente a la piratería iliria.
Una disputa entre la Liga Aquea y la Liga Etolia indujo a Filipo V de Macedonia a enfrentarse a los etolios. El rey demostró ser un excelente general y la campaña le valió para imponer una monarquía absoluta sobre Macedonia.
En 218, tras ocho meses de asedio, Sagunto cayó, y se produjeron los habituales saqueos, que Aníbal no trató de frenar para encolerizar a los romanos. Confiscó el tesoro de la ciudad y lo envió a Cartago. El caso fue que cuando Roma planteó el ultimátum: guerra o paz, los cartagineses, enardecidos por la victoria de Aníbal y satisfechos con el oro, respondieron a los romanos que eligieran ellos. La elección fue la guerra, y así comenzó la Segunda Guerra Púnica.
Aníbal salió de Cartagena con 90.000 soldados de infantería, 12.000 de caballería y algunos elefantes. Dejó a su hermano Asdrúbal en España al mando de otros 15.000 hombres. Avanzó hacia el norte. Sus hombres terminaron dándose cuenta del objetivo: se dirigían a Italia. Aníbal permitió desertar a los más temerosos, para que su miedo no se contagiara al resto. Mientras tanto, Roma, desconocedora de los planes de Aníbal, envió tropas a España, bajo el mando de Publio Cornelio Escipión. Cuando desembarcó, se enteró de que Aníbal estaba cerca del Ródano, así que volvió a embarcar para dirigirse al norte. Cuando llegó a la desembocadura del Ródano supo que Aníbal había avanzado a lo largo del río para alejarse de él, y que se dirigía a toda prisa hacia los Alpes. Escipión no trató de seguirlo, pues cruzar los Alpes era una locura. En su lugar, envió a su hermano Cneo a España mientras él volvía a Italia, dispuesto a esperar a Aníbal al otro lado de los Alpes, si es que llegaba.
Aníbal tardó quince días en cruzar los Alpes. Tuvo que librar dos batallas contra los galos y ganó ambas, aunque con muchas pérdidas. Se acercaba el invierno y sus hombres tuvieron que soportar el frío y la nieve. Cuando llegó al norte de Italia, sus tropas se habían reducido a unos 26.000 hombres. Carecía de bases, líneas de comunicación o de reservas. Su empresa parecía un suicidio. Escipión le estaba esperando junto al río Tesino. Allí se produjo un enfrentamiento entre las caballerías en el que los romanos resultaron derrotados. El mismo Escipión fue herido y al parecer habría muerto si su hijo no le hubiera salvado la vida. Escipión logró retirar su ejército al otro lado del Po y se replegó al este del río Trebia. Allí esperó la llegada del otro cónsul, Tiberio Sempronio Longo (el largo), que traía su propio ejército. Aníbal no estaba dispuesto a mantener otra pequeña escaramuza con los romanos. Quería un combate en serio, así que esperó al oeste del Trebia y no trató de impedir que los dos ejércitos se unieran. Escipión comprendió que Aníbal era peligroso, y fue partidario de retirarse, pero Sempronio no estaba dispuesto a aceptar tal deshonra. Aníbal envió un destacamento de caballería al otro lado del río, los romanos atacaron y, tras una breve resistencia, los cartagineses huyeron. Los romanos los siguieron de cerca y su infantería se lanzó tras ellos a través del río. Era invierno y el agua estaba helada. Los romanos llegaron a la otra orilla ateridos de frío, mientras allí les esperaba un ejército seco y en plenas condiciones. Las legiones romanas lucharon con su profesionalidad y lograron abrirse paso entre las líneas de Aníbal, pero no pudo resistir la carga de la caballería y los elefantes. Además Aníbal había ocultado dos mil hombres al mando de su hermano menor, Magón, que atacaron a los romanos por la retaguardia en el momento oportuno. Parte del ejército romano pudo salvarse, pero a costa de grandes pérdidas. Roma conservó dos guarniciones en la Galia Cisalpina, pero tuvo que abandonar el resto, ya que los galos, recientemente sometidos, se unieron con júbilo a los cartagineses, con lo que Aníbal compensó con creces las pérdidas que había sufrido al cruzar los Alpes.

Tras la batalla, Aníbal acampó para pasar el invierno, y los romanos lo dejaron tranquilo mientras reconstruían sus legiones. Cneo Cornelio Escipión fue enviado a Emporion (Ampurias) para atacar la base de abastecimientos de Aníbal y evitar así que pudiera recibir refuerzos. Descendió por la costa y se encontró con los cartagineses en  Cissa (Tarragona). Allí, el general Hannón se había aliado con Indíbil, caudillo de los ilergetes, que poblaban la actual Lérida, pero fue derrotado por Escipión.
Antíoco III había sofocado algunas rebeliones propias del cambio de rey, y luego declaró la guerra a Ptolomeo IV. Así se inició la Cuarta Guerra Siria. Al principio tuvo una cierta ventaja, pero en 217 se enfrentó al grueso del ejército egipcio encabezado por el propio Ptolomeo IV. El combate tuvo lugar en Rafia, junto a la frontera egipcia. Los elefantes asiáticos de Antíoco III se enfrentaron a los africanos de Ptolomeo IV. Los africanos eran más grandes, pero menos dóciles. Hasta entonces, los ejércitos ptolemaicos habían estado formados únicamente por griegos, pero, ante la amenaza seléucida, Ptolomeo IV había formado una falange de 20.000 egipcios nativos. También contaba con un buen número de mercenarios gálatas y tracios. Con estos efectivos, Ptolomeo IV ganó la batalla.
La derrota le reportó numerosos problemas a Antíoco III, que tuvo que enfrentarse durante unos años a una revuelta en Asia Menor. Por su parte, Ptolomeo IV debió de pensar que Egipto quedaba libre de todo peligro y descuidó las labores de gobierno en manos de sus ministros. Entre sus aficiones estaba la de construir barcos gigantescos, sin ningún valor práctico a causa de su nula capacidad de maniobra. El mayor que llegó a tener medía unos 130 metros de largo y tenía cuatro mil remos.
Publio Cornelio Escipión fue enviado a España para ayudar a su hermano, y también Aníbal mandó a España a su hermano Magón para ayudar a Asdrúbal. Mientras tanto él condujo a su ejército por los Apeninos hasta las cercanías del lago Trasimeno, en Etruria. El camino no fue fácil, se perdieron todos los elefantes menos uno. Invirtieron cuatro días en cruzar una marisma, lo que desencadenó una epidemia de peste. Aníbal perdió la vista en un ojo a causa de la infección. Roma envió contra él un ejército mayor que el anterior, al mando de Cayo Flaminio.
Junto al lago Trasimeno, Aníbal observó un estrecho sendero que corría por el margen de una colina. Colocó a todos sus hombres tras la colina y esperó. El ejército romano llegó a la mañana siguiente a lo largo del camino. Aníbal lanzó sus tropas colina abajo, pilló completamente desprevenidos a los romanos, desparramados en una larga, débil y delgada línea, y el resultado fue una matanza.
Sin embargo, pese a la victoria, Aníbal sufrió un fuerte revés. Su esperanza era levantar a toda Italia en contra de Roma. Ciertamente, los galos del norte se le habían unido en cuanto hubo derrotado a Escipión, pero los etruscos no hicieron lo mismo tras la segunda victoria. Permanecieron fieles a Roma, aunque Aníbal decidió liberar a todos los prisioneros italianos. Aníbal debió de pensar que necesitaba otra victoria más.
Filipo V se interesó mucho por lo que estaba sucediendo en Italia y se apresuró a firmar la paz con los etolios. Quería tener las manos libres para intervenir en el momento oportuno.
Roma estaba aterrorizada, así que el Senado nombró un dictador: Quinto Fabio Máximo (el mayor). Fabio adoptó la política que menos favorecía a Aníbal. Él necesitaba una victoria y Fabio no estaba dispuesto a ofrecérsela. Evitó en todo momento el enfrentamiento directo. Sus hombres seguían de cerca a los cartagineses y atacaban a cualquier destacamento, pero se retiraban si Aníbal se acercaba con el grueso del ejército. Fabio recibió el sobrenombre de Cunctator (el que dilata) y su estrategia fue desgastando lentamente al ejército invasor. Sin embargo, con el paso del tiempo la actitud de Fabio fue puesta en entredicho en Roma. Los romanos fueron olvidando la capacidad de Aníbal y fue surgiendo la opinión de que Fabio era un cobarde, y que había que hacer frente a Aníbal de una vez por todas. Así, en 216, cuando terminó la segunda dictadura de Fabio, fueron elegidos cónsules Cayo Terencio Varrón y Lucio Emilio Paulo. El primero había sido uno de los más agresivos críticos contra Fabio, y el Senado les encomendó que se enfrentaran a Aníbal. Lo encontraron en Cannas, en la costa de Apulia, al sur de Italia. Aníbal tenía unos 50.000 hombres, mientras que el ejército romano contaba con 86.000. Pero Aníbal no rehuyó el combate. Al contrario, dispuso a sus hombres en forma de semicírculo, con la parte convexa de cara a los romanos. Cuando éstos atacaron, el centro fue retrocediendo poco a poco, y los romanos avanzaron con la esperanza de partir las líneas enemigas. Pero en su avance no observaron que los extremos del frente cartaginés permanecían firmes, mientras que si el centro retrocedía era porque así lo tenía ordenado. El semicírculo se convirtió en una recta, y luego se volvió cóncavo con los romanos dentro. Cuando los romanos comprendieron lo que pasaba trataron de impedirlo con la caballería, pero fue rechazada por la caballería cartaginesa que a continuación cerró definitivamente el círculo en el que el ejército romano fue sistemáticamente aniquilado. Paulo murió en la batalla y Varrón sobrevivió, pero prefirió suicidarse antes que volver a Roma y dar explicaciones.
La victoria de Cannas dio algunos frutos, aunque tal vez menos de los que Aníbal hubiera esperado. La ciudad de Capua, en la Campania, decidió apoyar a Aníbal, y a ella le siguieron algunas más, pero pocas. Por otra parte, Filipo V de Macedonia firmó una alianza con Aníbal.
Hasta ahora, Aníbal le había costado a Roma unas cien mil vidas, pero los romanos no quisieron mencionar siquiera la palabra rendición. Se prohibió toda señal de luto por los muertos en Cannas y se volvió a la política de desgaste propugnada por Fabio. Lo esencial era evitar que a Aníbal le llegaran refuerzos. Escipión se mantuvo en España con su hermano luchando con Asdrúbal. No tuvo mucho éxito, pero mantuvo a Asdrúbal ocupado. La flota romana fue conducida al Adriático para impedir que Filipo V de Macedonia enviara refuerzos. El cónsul Marco Claudio Marcelo (Marquito), que había destacado junto a Flaminio en la conquista de la Galia Cisalpina, obtuvo un pequeño éxito al evitar que Aníbal capturara la ciudad de Nola, cerca de Nápoles, lo cual no era gran cosa, pero sirvió para levantar los ánimos de los romanos.
En 215 murió el rey Hierón de Siracusa, que fue hasta su muerte un fiel aliado de Roma, pero su hijo Hierónimo decidió ponerse de parte de Cartago. No era descabellado: si Aníbal vencía, Roma tendría que ceder Sicilia a Cartago, y los cartagineses habrían sido implacables con una Siracusa prorromana. Puesto que Marcelo había sido pretor en Sicilia, fue enviado a la isla, derrotó a un ejército cartaginés y puso sitio a Siracusa. Respecto a Macedonia, Roma estableció una alianza con la Liga Etolia y con Esparta y envió un reducido número de tropas, con lo que empezó la Primera Guerra Macedónica. Mientras tanto Aníbal llevó su ejército a Capua, donde pasó una temporada recobrando fuerzas. Los romanos rodearon la ciudad. En España, Asdrúbal trató de avanzar hacia el norte para reunirse con su hermano, pero los Escipiones le derrotaron en Hibera (cerca de Tortosa) y le obligaron a retroceder.
Entonces los romanos establecieron una alianza con Sífax, rey de los masesilos, los númidas occidentales, quien arrebató el trono a Gea, rey de los masilios y atacó Cartago. En 214 Asdrúbal tuvo que dejar España para ayudar en la lucha contra los númidas, y en su ausencia los Escipiones pudieron ocupar el sur de la península con la ayuda de soldados íberos mercenarios.
Ese mismo año murió Demetrio de Faros en una batalla, y en 213 murió Arato, el que había dirigido la Liga Aquea hasta que tuvo que ceder ante Macedonia. Filipo V consiguió reforzar ligeramente su dominio sobre Grecia.


Mientras tanto el emperador Qin Shi Huang Di (o, mejor dicho, su ministro Li Si) seguía imponiendo la autoridad imperial en China. Evidentemente, el nuevo régimen tenía muchos detractores, y este año se tomó una decisión drástica: se ordenó la quema de los libros subversivos y se condenó a la pena de muerte a todo aquel que los conservara. La orden se extendía a los textos clásicos del confucianismo, a las notas de las escuelas filosóficas y a todas las obras históricas excepto la Crónica de Qin. No eran subversivos los libros de medicina, agricultura, etc. Incluso se aceptaban los libros sobre adivinación. En cambio, se prohibió expresamente "criticar el presente evocando la antigüedad". Esto hacía alusión a los confucianos, que ponían como modelo de sus teorías políticas a los míticos reinos antiguos.
Por otra parte, las fronteras del Imperio continuaron expandiéndose hacia el sur. En el norte aumentó la presión de los bárbaros. Ahora dominaban los Hsiung-nu, aunque ya llevaban más de un siglo hostigando a China. Habitualmente se les conoce como los hunos, aunque es difícil saber si estaban emparentados con el pueblo del mismo nombre que apareció en Europa siglos más tarde. Las murallas defensivas que habían construido los reinos del norte fueron unidas en una monumental Gran Muralla de 6.000 kilómetros de longitud. Por el contrario, las murallas interiores que marcaban límites entre distintos reinos, así como las fortificaciones, fueron destruidas. El emperador potenció grandes obras públicas: además de la Gran Muralla, construyó un sistema radial de carreteras que unía la capital con los territorios fronterizos, así como canales de riego y muchos palacios.
Volviendo a Italia, en 212, tras un largo asedio de dos años, Siracusa cayó. La tradición dice que durante el asedio la pesadilla de los romanos fue Arquímedes, que construyó toda suerte de artefactos, desde catapultas hasta espejos cóncavos que concentraban los rayos del sol sobre los barcos romanos y los quemaban. Dicen que cuando los soldados veían aparecer algo extraño sobre las murallas, echaban a correr por si acaso. Naturalmente, es de suponer que los historiadores griegos posteriores exageraron la lucha entre un cerebro griego frente al ejército romano. El caso es que, al parecer, una parte de la muralla quedó sin vigilancia durante una fiesta y los romanos lograron entrar. Marcelo dio órdenes de que Arquímedes fuera llevado a su presencia sin daño alguno. Se cuenta que un soldado lo encontró trazando figuras en la arena, ajeno a la invasión. Le ordenó que le acompañara, pero el anciano replicó: "No destroces mis círculos", y el soldado lo mató. Marcelo se contrarió al saberlo y ordenó que se celebrara un honroso funeral en su memoria, a la vez que se aseguró de que su familia estuviera protegida. Luego se dedicó a limpiar Sicilia de cartagineses.
Los cartagineses lograron dominar al númida Sífax con la ayuda de Masinisa, el hijo del rey Gea. El senado cartaginés envió de vuelta a España a Asdrúbal, a su hermano Magón y a otro general llamado Asdrúbal Giscón. Con ellos fue también Masinisa, al mando de un contingente de jinetes númidas. Entre todos y con la ayuda de los ilergetes de Indíbil lograron derrotar a los Escipiones en Ilorci (Lorca), donde murió Cneo, mientras que Publio tuvo que huir hasta el Ebro y murió poco después combatiendo contra Asdrúbal Giscón cerca de Cástulo. Las tropas romanas en España quedaron al mando del hijo de Publio, llamado también Publio Cornelio Escipión. (Algunos sobrenombres, como Varrón o Escipión, pasaban de padres a hijos). Asdrúbal Giscón regresó a Cartago, donde logró sellar una alianza con el númida Sífax, al cual le dio en matrimonio su hija Sofonisbe, pese a que estaba prometida a Masinisa, y ésta le hizo olvidar su antigua alianza con Roma.
Antíoco III trató de reconstruir el disgregado imperio de Alejandro o, al menos, la parte de él que formaba el primitivo Imperio Seléucida antes de su fragmentación. En los casos que pudo, trató de hacerlo amistosamente. Así, casó a tres de sus hijas con otros tantos monarcas: una con Mitrídates III del Ponto, otra con Ariarates IV de Capadocia y otra con Demetrio, el hijo de Eutidemo de Bactriana. Formalmente, estos reinos reconocieron la soberanía de Antíoco III, si bien gozaban de gran autonomía.
Aníbal había marchado de Capua hacia el sur, buscando unos aliados que no encontraba. La ciudad de Tarento se puso de su lado y, con ayuda de los propios tarentinos, expulsó a la guarnición romana de la ciudad. Mientras tanto los romanos asediaron Capua, con la que estaban particularmente enojados, por su pronta rendición. Aníbal dejó Tarento y acudió en ayuda de Capua, pero los romanos desaparecieron. Cuando volvió a Tarento, los romanos volvieron a Capua. La situación era frustrante para Aníbal. En 211 se dirigió a la misma Roma. En realidad no disponía de los elementos necesarios para asediar la ciudad y no estaba en condiciones de recibir suministros. Los romanos no se inmutaron. Ni siquiera llamaron a sus tropas de Capua, que terminaron tomando la ciudad. Simplemente se dispusieron a soportar un asedio que no podía durar. Aníbal lo sabía. Se cuenta que llegó a sus oídos que el propietario del terreno sobre el que había acampado lo había puesto en venta, y que había sido adquirido en todo su valor. También se dice que Aníbal se acercó a la muralla y arrojó una lanza dentro de la ciudad.
En 210 los romanos tomaron Agrigento, en Sicilia, y con ello los cartagineses quedaron fuera de la isla.
www.uv.es/ivorra/Historia/Indice.htm

Revisión textual y foto elegida: Alfonso Gil

MÚSICA INFRECUENTE... 20

De D´Autriche a Dufay


A ver lo que tenemos por aquí.
De D´Autriche, "Danzas".
De Daquin, "Noel X".
De Delalande, "Sinfonía para la cena del rey", "Capricho n. 1 de la suite sexta" y "Concierto para trompetas".
De Delibes, "Copelia" y "Sylvia".
De Delius, "La Calinda", "Concierto para piano en do menor" y "Obertura fantasía".
De Demantius, "Danzas". Y...
De Dufay, "Danzas" y "Misa"

Alfonso Gil González
Margaritte D´Autriche
Louis Claude Daquin
Delalande
Leo Delibes
Frederic Delius
Dufay

ESPIRITUALIDAD... 7

Las cartas de san Antonio Abad

Son cartas dirigidas a un tal Teodoro para que, a su vez, las lea a los demás "a fin de que se alegren" en el Señor. De las cinco cartas, aquí os pongo un sustancioso resumen, para que no sólo os alegréis, sino que avancéis en el camino de la perfección humana y cristiana.
Carta Primera
Hay tres clases de personas entre aquellas a quienes llama el amor de Dios: Algunos son llamados por la ley del amor depositada en su naturaleza; otros oyen la Ley escrita y las promesas reservadas a quienes dan fruto en el temor de Dios; y otros, aún cuando están todavia con el corazón duro, Dios trae sobre ellos algunas pruebas para corregirlos y vuelvan a Él.
Yo señalaría tres clases de mociones violentas: La primera reside en el cuerpo; la segunda, cuando el hombre come y bebe en exceso sigue una efervescencia de la sangre que fomenta glotonería; y la tercera proviene de los espíritus malos que nos tientan por envidia y buscan manchar a quienes se comprometen. Quien permanece en la rectitud, persevera en el testimonio que el Espíritu da en lo más íntimo de su corazón y permanece vigilante y se purifica de esta triple enfermedad en su cuerpo y en su alma. Si alguien se entrega a Dios de todo corazón, Dios tiene piedad de él y le concede el Espíritu de conversión.
Carta Segunda
Sabemos que Dios no ha visitado a sus criaturas sólo una vez. Dios nos ha visitado por la Ley de la Alianza; vino la asamblea de los Profetas suscitados por el Espíritu de Dios; y Dios, desbordante de amor, vino a nosotros en Jesús nuestro Salvador.
Carta Tercera
Si cada uno no llega a odiar cuanto pertenece al orden de los bienes terrestres y a renunciar a ello de todo corazón, lo mismo que a cuantas actividades dependen de ellos, si después no llega a elevar las manos de su corazón al cielo, hacia el Padre de todos, no hay salvación para él.
Carta Cuarta
Estad bien convencidos de que vuestro comienzo y adelantamiento en la obra de Dios no son tarea humana sino intervención del poder divino que no cesa de asistiros. El estado de negligencia, de caída, de exclusión de la santidad, no sólo causa nuestra perdición, sino también el sufrimiento de los ángeles y santos de Cristo. Quiero que sepáis que, desde que Él vino en ayuda nuestra, quienes se excluyen de la vida santa para seguir malos instintos son contados entre los hijos del diablo. El orgullo está en el origen de todo desorden.
Carta Quinta
Es Él la vida de toda inteligencia espiritual entre las criaturas hechas a imagen de la imagen que es Él mismo. Preguntaos qué podríamos devolver al Señor por todas sus gracias.

Alfonso Gil González 

martes, 28 de junio de 2016

A VECES PIENSO, SEÑOR...

A VECES PIENSO…

*


A veces pienso, Señor, 
que paso el tiempo sumiso 
a ¿usted me da su permiso? 
Y dejo de hacer lo mejor.

Lo mejor es que yo viera 
el rostro humano perdido, 
y me acercara dolido 
por hallarle, a tu manera.

A tu manera, gozoso, 
con su dolencia cargara 
y volviera presuroso 
con la sonrisa en la cara.

Con la cara del Esposo 
que a nuestra puerta llamara 
para pedirme que entrara 
a redil tan delicioso.

Tan delicioso cual cielo 
al que busco dentro y fuera, 
y que tendré cuando muera 
y Tú retires tu velo.


Alfonso Gil González
Cehegín, 2016 

GUÍAS DE AUDICIÓN... 22

Sonatas para violín y piano

KREUTZER
PRIMAVERA

Aunque Beethoven sentía preferencia por el piano, tuvo un gran dominio de la música de arco, como lo muestra el catálogo de sus obras. Estas sonatas se compusieron entre 1798 y 1809.
La Sonata “Kreutzer”, en La mayor, op. 47, es la más célebre de las sonatas para violín y piano, y uno de los pilares para estos dos instrumentos. Son protagonistas a nivel de paridad. Se escribió 1803, con ocasión de un Concierto que el mismo Beethoven debía dar el día de San Pascual de ese año, el 17 de mayo. Son sus Movimientos:
1- Adagio sostenuto y Presto. 
2- Andante con variaciones. Romanticismo.
3- Allegro vivace.  Ligado completamente al movimiento anterior.
La Sonata “Primavera”, en Fa mayor, op. 24, es la primera obra de su género que tiene cuatro Movimientos. Está dedicada al conde Ferdinand von Fries y se publicó en 1801. Se llama “Primavera” por su inspiración serena y luminosa.
1- Allegro. 
2- Adagio. Carácter romántico.
3- Scherzo, impregnado de humor, que acaba en Rondó que, a su vez, está inspirado en al Aria de una ópera de Mozart, “La clemencia de Tito”.

Alfonso Gil González
Sonata Kreutzer
Sonata Primavera

FE Y SOCIEDAD... 8

Dios en la Historia

Recurrimos a Andrés torres Queiruga, filósofo, teólogo y académico gallego, para que nos hable de este, según él, tema fundamental.
1. Este proceso de la presencia de Dios en la historia humana culminó en Jesús de Nazaret. La presencia de Dios en la historia hace que el hombre lo vaya sintiendo y desvelando su misterio, a fin de que pueda comprender el sentido último de su vida.
2. Se hace indispensable una mediación, si se trata de mantener las dos evidencias fundamentales de la experiencia cristiana: la universal voluntad salvífica de Dios, que quiere que todos los hombres se salven, y la radical centralidad de Cristo, pues no hay salvación en ningún otro. dios se revela sin reservas, con toda la fuerza de su sabiduría y de su poder, y se revela a todos en a máxima medida históricamente posible. Pero pensar que la revelación divina podría darse con perfecta claridad, para todos los hombres y desde el comienzo, equivale a pensar un imposible.
3. Allí donde se ofrece un resquicio, donde una conciencia cae en la cuenta y cede a la presión amorosa de Dios, allí concentra su afán, aviva con cuidado la lumbre que empieza a nacer y continúa animándola con todos los medios de su gracia. Es ciertamente un hecho que la revelación bíblica se autocomprende y presenta como algo específico, único e irrepetible. La elección no es algo manipulable, puesto que es don gratuito de Dios y sólo puede realizarse en la respuesta ética y el compromiso personal. Pero la particularidad de la revelación bíblica está ya desde su misma entraña traspasada de universalidad. Por eso la revelación no puede llegar hecha, caída del cielo, como un aerolito: tiene que hacerse en el mismo irse haciendo del hombre. De hecho, la revelación definitiva en Jesucristo se produce justo en el tiempo en que se daba el mínimo de condiciones de posibilidad para la inserción efectiva de su dinamismo en la corriente de la historia universal.
4. Todas las religiones son verdaderas. Se trata de ver el "grado de verdad" que, en la difícil oscura pugna con el Misterio, logra alcanzar cada religión. En esta perspectiva, lo primero es el respeto y la atención hacia los valores que en sí posee toda religión. La revelación cristiana no es posesión de los cristianos: es "don" que emerge en la comunidad religiosa humana y que a toda ella está intrínsecamente destinada. Puesto que la humanidad está siempre habitada a su modo por la real presencia divina, el cristianismo en su misión no sale nunca al desierto de la pura ausencia, sino la encuentro de otros rostros del Señor. Porque el señor no es de nadie y por eso es de todos. El encuentro de las religiones no será así concurrencia de méritos, sino encuentro fraternal, bajo la cálida mirada de Aquel que es más grande que todos y que a todos quiere salvar sin reservas ni privilegios.

Alfonso Gil González

CONCIERTOS ALFONSINOS N. 118

Música de salón

Con música para órgano, tiene SATIE una pieza titulada Misa del pobre. Al órgano, Alberto Fernández Arroyo.
MONSALVATGE escribió una obra bajo el título Laberinto, para orquesta. En esta ocasión, era la Orquesta Sinfónica de RTVE, dirigida por Enrique García Asensio.
Otro músico hispano, GERARDO BOMBAU, compuso esta Sonata para orquesta de cámara, que aquí interpreta la Orquesta de Cámara de Madrid, dirigida por José María Franco Gil.
Y otro más, FRANCISCO ESTEVE, es el autor de G. 20 . La soprano Esperanza Abad, con acompañamiento de cinta magnetofónica, nos la ofrece.
Música de salón para el cierre.

Alfonso Gil González

Sortilegio


lunes, 27 de junio de 2016

MIS APUNTES PATRIOS (XXXVII)

La suerte está echada


Una vez más, y confiemos que sean muchas en el futuro, los españoles hemos ido a las urnas a depositar nuestro voto y sus esperanzas. Ahora que  se ha producido el escrutinio, la mitad de España se considera vencedora sobre la otra mitad. Es una especie de partido de fútbol en que los perdedores tendrán que esperar al partido de vuelta, a los cuatro años.
España vuelve a soñar en una vida mejor y más digna para sus hijos. ¿Habrá más trabajo? ¿Se educarán mejor sus hijos? ¿Crecerán más seguros y sanos? ¿Atisbarán un futuro más halagüeño para sus vidas? Esas serán, entre otras, las grandes preocupaciones que la madre España seguirá teniendo cuatro años más.
Dicen que esto es el juego de la democracia, pero no debiera tomarse a juego. Es muy serio  responsabilizarse de las vidas de tantos millones de ciudadanos. Es serio y delicado a un tiempo. Nosotros, como el resto de los seres humanos, tenemos una casa común, una tierra común, un devenir común, una meta común. No transcurre nuestra existencia en islotes incomunicables. Si hay algo que identifique a lo humano, amén de su dimensión trascendente, es ese sentido de la sociabilidad, del encuentro, de la solidaridad y ayuda mutua. Los nacionalismos corren el riesgo de enguetarse. Incluso España puede correr ese riesgo respecto a las demás naciones de este nuestro mundo.
Sí. Es muy noble  ir a votar. Pero, una vez rotas las urnas, nuestra suerte, para bien o para mal, está echada. 


Alfonso Gil González

MÚSICA INFRECUENTE... 19

De Cage a Couperin

He aquí una lista de piezas de música poco habituales, aunque ya doy por seguro que habrá algún melómano que dirá que él, o ella, se las sabe todas:
De Cage, "Primera construcción".
De Cambrai, "Rettrowange novelle".
De Carulli, "Dueto".
De Cavalli, "Jerjes" y "Jasón".
De Cebrián, "Churunbelerías".
De Cernohorsky, "Toccata en Do".
De Cesti, "Orontea".
De Chabrier, "España".
De Chavez, "Tambuco" y "Toccata".
De Cimarosa, "El matrimonio secreto".
De Clarke, "Trompeta voluntario".
De Clementi, "Sonata n. 3 op. 14".
De Codice Calixtino, "Diem paterfamilias (Himno)".
De Corrette, "Concierto cómico". Y...
De Couperin, "Orden n. 8, en si menor".

Alfonso Gil González
Cage
Carulli
Cavalli
Emilio Cebrián
Cernohorsky
Cesti
Chabrier
Carlos Chávez
Cimarosa
Clarke
Clementi


ESCATOLOGÍA CRISTIANA... 8

Reino de Dios y Parusía

El escatólogo Rafael Aguirre Monasterio desarrollo este tema en cinco puntos que os voy a resumir por considerarlos interesantes de verdad.
1- Lo último para Jesús, lo que da sentido a su vida y se constituye en el centro de su actividad, no es la Ley, ni su propia persona, ni tan siquiera Dios en sí mismo. Es el Reino de Dios. La experiencia del Reino presente garantiza su venida futura. Dios está presente en la historia, pero no para legitimarla, sino para remitirla de forma apremiante, exigente y esperanzada, hacia un futuro de plenitud. Jesús era muy consciente del carácter escandaloso de su anuncio del Reino. Si para los pobres es una buena noticia, es porque no se trata de un tema moral, sino teológico. El Reino de Dios es para los pobres no porque sean gente más virtuosa, sino porque son pobres y sufren la injusticia. La persona de Jesús está vinculada a la cercanía de Dios que él anuncia, simboliza y realiza.
2- La primitiva fe cristiana tiene una acentuadísima orientación escatológica. La Parusía del Señor o del Hijo del Hombre sería la manifestación evidente y plena del Reino de Dios. La resurrección de Jesús y la espera de la Parusía inmediata estaban vinculadas de forma indisoluble en la experiencia pascual original. Porque la comunidad sabe que el Reino es inseparable de la persona de Jesús. Y si esperaban con tanta ansiedad el fin de la historia y la plenitud del Reino es porque estaban convencidos de que Jesús era la primicia y el precursor de ese Reino. La fe cristiana no es apocalíptica, sino escatológica. No depende de imágenes para barruntar el futuro, sino la convicción de que Dios ha actuado irrevocablemente en Jesús de Nazaret.
3- El tema del Hijo del Hombre es uno de los más intrincados y discutidos de la investigación del Nuevo Testamento. Es un título forjado por la comunidad cristiana para aplicarlo a Jesús. Esta expresión aparece siempre y sólo en labios de Jesús, y son los evangelios los únicos textos del Nuevo Testamento que la usan. Pronto se relacionó con el texto de Daniel y dio origen a una cristología de carácter apocalíptico, centrada en la venida gloriosa de Jesús como Hijo del Hombre.
4- La consideración teológica sólo será creíble en la cultura contemporánea cuando dialogue y se articule con los saberes humanos. La duración de la historia es la oportunidad que Dios concede para la conversión. Cuando se difumina la Parusía del Señor y se afloja su espera, sucede o la evasión histórica del individualismo gnóstico o el aburguesamiento acomodaticio, peligro permanente de la institución eclesiástica.
5- Es un error tomar al pie de la letra las descripciones apocalípticas, al estilo de algunas sectas que gustan de anticipar el futuro y escudriñar sus signos. Pero el cristiano entiende la apocalíptica desde el Evangelio y no al revés. Sólo una Iglesia de los pobres puede mantener sus lámparas encendidas para esperar a su señor y su capacidad crítica con los dioses y señores de este mundo. Sólo una Iglesia diferente del mundo puede anunciar algo nuevo al mundo. Sólo así la Iglesia es la vigía del reino de Dios y la visualización de sus valores alternativos. La fe en la Parusía ni nos paraliza ni nos desinteresa de la historia. Al contrario, nos responsabiliza decisivamente. La Parusía supone la resurrección de los muertos. Sólo así hay triunfo pleno de la justicia. Cuando se ha escuchado el "Sígueme" de Jesús, y se lo toma en serio, se exclama necesariamente "¡Ven, Señor Jesús".

Alfonso Gil González

GUÍAS DE AUDICIÓN... 21


Concierto para piano y orquesta n. 5, en Mi bemol mayor, op. 73

-EMPERADOR-

Beethoven escribió cinco conciertos para piano y orquesta, e incluso inició un sexto, pero se desconoce la causa de no terminarlo. Este que nos ocupa es una composición de impresionante grandiosidad que, tras la muerte de su autor, fue llamado EMPERADOR por sus contemporáneos. Escrito en 1809, es una partitura considerada, por su grandeza, como de “sinfonía con piano”. Está dedicado a su Alteza Imperial Rodolfo, archiduque de Austria. Es el único concierto para piano en cuyo estreno no intervino Beethoven. Era el 28 de noviembre de 1811, en la Gewandhaus de Leipzig. Son sus Movimientos:
1. Allegro de dimensiones gigantescas, casi 600 compases, tras le acorde de toda la orquesta.
2. Adaio un poco mosso. Breve y recogido. El piano introduce sin interrupción el tema del…
3. Rondó, que estalla de repente. El final está precedido por redobles de timbal.
*

Alfonso Gil González


DIÁLOGOS ECLESIOLÓGICOS... 8

Iglesia y Sociedad

Hace años que conocí a Alberto Iniesta Jiménez, cura albaceteño que fue obispo auxiliar de Madrid, hoy fallecido. Estaba en Madrid cuando nos hablaba el papel de la Iglesia en la Sociedad. Él partía de que en la Iglesia hemos tenido y tenemos de todo, de lo mejor y lo peor, y más generalmente de lo mediocre y lo vulgar.La Iglesia es tan variada, decía, que más que una figura precisa y armoniosa, se parece a un cuadro de arte informal, casi cubista, hecho de muchos prismas y enfocado desde diversas perspectivas.
Y nos aportaba unos datos para un análisis cristiano de la realidad: ¿Será necesario a nosotros, cristianos que leemos, meditamos y estudiamos constantemente el Nuevo Testamento, trae a colación una serie de citas que nos recuerden cuáles son los criterios de Jesús sobre este aspecto de la vida del hombre? ¿No está todo esto y mucho más en las palabras de Jesús? Y añadía: Hay una sintonía muy grande entre el talante democrático y el espíritu evangélico ante el hombre y la vida. Durante los primeros siglos, la Iglesia en general vive intensamente y sin fisuras los grandes criterios evangélicos. Sin embargo, con demasiada frecuencia y en demasiados campos se infiltró en la Iglesia una mentalidad paternalista, y hasta a veces autoritaria e inclusive tiránica, tanto en la jerarquía como en el clero. Valores evangélicos que la Iglesia olvidaba y que otros descubrían por su cuenta, quizá por aquello de que el "Espíritu sopla donde quiere".
Sobre la Iglesia española actual decía: Es precisamente la Iglesia católica española más abierta la que más se pregunta ahora: "¿Y ahora qué? ¿Cuál es nuestro papel? ¿Nos volvemos a casa? ¿Fundamos un partido? ¿Un sindicato? ¿O sólo un club de ancianos? ¿Damos clases de yoga y de meditación trascendental? ¿Nos desleímos en la masa? ¿O pasamos de todo? Este es justo el espacio en el que nos movemos ahora mismo. Pero aún hay más. Hay que hablar de otro dato: el involucionismo. Esto se refleja de forma creciente y de manera más directa en los deiversos campos de la pastoral y de la vida intraeclesial: es una curiosa coincidencia que esos grupos conservatistas en lo eclesial sean conservatistas en lo político, lo económico, lo cultural y lo social en general. Son los que añoran la triste unión entre el Trono y el Altar, entre el Poder y la Iglesia, en un maridaje ilegítimo que más habría que llamar concubinato y que siempre dio hijos no solamente espúreos, sino deformes.
¿Qué actitudes serían las adecuadas por parte de la Iglesia ante la Sociedad?
1) Respeto al hombre.
2) Entrañas de misericordia.
3) Vivir, respirar y transpirar esperanza.
4) Volver a sus fuentes.
5) Estimar la cultura.
6) Comprometerse con la historia humana.
7) Mantener la modestia institucional. También la Iglesia necesita del perdón.
8) Corresponsabilidad intraeclesial.
9) Talante pacificador y valentía en condenar la violencia y la guerra.
10) En caso de duda, equivocarse a favor de los pobres, los humildes, los marginados, los desposeidos...


Alfonso Gil González

sábado, 25 de junio de 2016

CONCIERTOS ALFONSINOS N. 117


Bonita selección

VIVALDI abre este cassette con su Concierto para 2 clarinetes y orquesta. Lo interpreta el Conjunto Barroco de Londres.
MAHLER continúa con su Sinfonía n. 1 –TITÁN- en re mayor. Lo versiona la Orquesta Filarmónica de Londres.
HINDEMITH cierra el “concierto” con su Cuarteto n. 1, en Fa menor, op. 10.
MÚSICA NAVIDEÑA pone sello a esta cinta. Una bonita selección de la Orquesta de Ray Conif.

Alfonso Gil González
Vivaldi

Mahler
Hindemith

PERSONAJES DE LA BIBLIA... 29

Aser

Aunque la forma Aser aparece uniformemente en las versiones de los Setenta, Vulgata y Douay, una inspección del texto original muestra claramente que la forma correcta del nombre es Asher.
I. Aser fue el octavo hijo de Jacob, el cual le nació en Paddan-Aram. Fue el segundo hijo de Zilpá, esclava de Lía, esposa de Jacob. Su nombre se deriva de la raíz Asher, hacer o declarar feliz, y su madre le puso este nombre pues declaró que por este nacimiento “las demás me llamarán bendecida” (Gn. 30,13). En la Biblia aparecen registrados cuatro hijos y una hija de Aser, llamada Sara (Gn. 46,17). Los descendientes de Aser están enumerados en 1 Crón. 7,30-40.
II. Una de las doce tribus de israelitas, descendientes de Aser, el hijo de Israel. Su territorio tribal es descrito en Josué 19,24-31. Se extendía a lo largo del mar Mediterráneo desde el Monte Carmelo hacia el norte hasta el río Leontes, el moderno Nahr el-Quasimiyeh. Su frontera oriental era una línea irregular, que dividía a Zabulón y Neftalí, y su lugar más lejano era la ciudad de Ahalab, muy probablemente la moderna El-Djich. El territorio de Aser contenía veintidós ciudades, con sus villas; pero los aseritas no expulsaron a los habitantes de esas ciudades, sino que vivieron entre ellos. Su tierra era fértil, como fue predicho por Jacob: “Aser tiene pingüe su pan, y da manjares de rey” (gén. 49,20); él “baña su pie en aceite” (Dt. 33,24).
Los numerosos valles de la tierra estaban bien regados por los vados El-Houbeichiyeh, El-Ezziyeh, Ez-Zerka, Ker Kera, El-Kourn; y los ríos Nahr Mefschoukh, Nahr Semiriyeh, Nahr Namin, y Nahr el-Moukhatta, el antiguo Cison. El litoral de Aser era irregular. Su parte norte tenía un ancho insignificante de menos de dos millas. En Ras en-Naqurah, la antigua Scala Tyriorum, la montaña hunde su pared de rocas en el mar. Desde este punto hacia el sur el litoral se expande hasta Ez-zib y hasta Saint Jean d'Acre, algunas veces tiene hasta diez millas de ancho. Esta gran planicie con sus valles que se extendían tierra adentro le producían a Aser abundancia de trigo, cebada y otros cereales. Aun en el presente estado decadente de la tierra, la región es rica en cereales. Las colinas, ahora cubiertas con espesos zarzales, en los días de la prosperidad de Israel estaban cubiertas con olivares, higueras y viñedos. La fertilidad de la tierra dio pie al dicho de que en Aser el aceite fluía como un río. Los valles, las colinas y los lugares altos están cubiertos con las ruinas posteriores cananeas, judías y bizantinas, mostrando una sucesión estratificada de las civilizaciones que han florecido allí.
En la historia de Israel la tribu de Aser juega un papel de poca importancia. Cuando se hizo el primer censo de Israel en el Monte Sinaí, Aser contaba con 41,500 hombres aptos para la guerra (Nm. 1,40-41). Su jefe era Paguiel, el hijo de Okrán. En Números 26,47 su número había aumentado a 53,400. Cuando los guerreros de las tribus de Israel vinieron donde David a Hebrón a nombrarlo rey de Israel, vinieron 40,000 soldados de Aser (1 Crón. 12,37). En Números 7,72-77 aparece la ofrenda de Aser para el primer altar dedicado por Moisés en el desierto. En la tribu de Aser había cuatro ciudades levíticas: Misal, Abdón, Jelcat y Rejob, con sus suburbios. Cuando Zabulón y Neftalí expusieron sus vidas en la guerra contra Jabin, rey de Canaán, “Aser vive a orillas del mar y tranquilo en sus puertos mora”; así fue reprobado en el cántico de Débora (Jc. 5,17). Se redimió a sí mismo de cierto modo de este reproche al marchar con Gedeón contra Madián. Cuando Ezequías invitó a los hombres del reino del norte a venir a la casa del Señor en Jerusalén para celebrar la Pascua, algunos de la tribu de Aser sí acudieron (2 Crón. 30,11). Ana la profetisa era de la tribu de Aser (Lc. 2,36).
III. Aser, una villa fronteriza al territorio cis-jordano de la tribu de Manasés; muy probablemente el moderno Teiasir.
IV. Aser, una interpretación errónea en la Vulgata (Ex. 6,24), del nombre Assir, el hijo de Coré. En el texto de la Vulgata de 1 Crón. 6,22, la misma persona es llamada Asir.

Fuente: Breen, A.E. "Aser." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907. <http://www.newadvent.org/cathen/01774d.htm>.
Traducido por Luz María Hernández Medina
Revisión textual y selección de foto: Alfonso Gil

MÚSICA INFRECUENTE... 18

De Baira a Byrd

De Baira, "Erótica".
De Bacewicz, "Música para cuerdas, trompeta y percusión".
De Bax, "Tres piezas para pequeña orquesta".
De Bellini, "Concierto para oboe y orquesta".
De Berg, "Kammerkonzert"
De Bernstein, "Facsimile" y "Brindis musical".
De Brenet, "Fragor" para 2 pianos y orquesta.
De Bridge, "Un sauce junto al arroyo". 
De Butterworth, "Los bancos de los sauces verdes", "Dos idilios ingleses" y "A Shorpshire lad".
De Byrd, "Misa a 5 voces".

Alfonso Gil González
Bellini
Alban Berg
Leonard Bernstein
Brenet
Butterworth

Byrd

viernes, 24 de junio de 2016

GRANDES TEMAS PARA ENTENDER AL HOMBRE - 44


LA LIGA AQUEA  

En 230 a. C., Atalo I de Pérgamo asumió el título real. Fue un gran protector de la cultura helenística. Amplió la biblioteca de Pérgamo y adornó la ciudad con muchos monumentos, entre los que destaca el gigantesco altar de Zeus, cuyo friso, de 200 metros de longitud, representa el combate de los dioses contra los titanes, símbolo de la lucha del helenismo contra los bárbaros gálatas. Mientras tanto, el reino de Iliria estaba gobernado porTeuta, la viuda del recientemente fallecido rey Agrón. La escarpada costa iliria se había convertido en un nido de piratas que operaban por todo el Adriático con la connivencia de la casa real, para desesperación de los comerciantes griegos. Además Teuta mantuvo la alianza que su marido había establecido con Demetrio II de Macedonia, lo que le permitió atacar Épiro, donde mató a unos mercaderes itálicos establecidos en la capital, Fenice. Tras este incidente, los griegos consideraron que era el momento idóneo de pedir a Roma que les ayudara a erradicar la piratería iliria. Roma envió dos embajadores a Iliria, pero Teuta hizo asesinar a uno de ellos.
En 229 murió Demetrio II de Macedonia. Su hijo tenía doce años, así que el trono fue ocupado por su tutor Antígono II. Mientras tanto, Demetrio de Faros, uno de los generales de Teuta, conquistó la isla de Corcira. Sin embargo, la prosperidad de Iliria no podía durar mucho. Ese mismo año llegaron a sus costas 200 barcos romanos dispuestos a pedir cuentas a la reina. Tras una fácil victoria, Teuta tuvo que comprometerse a no salir del Adriático más allá de Lisos. Demetrio de Faros negoció independientemente con los romanos, les cedió Corcira y, a cambio, Roma lo impuso como gobernador de una parte de Iliria. Además Roma estableció su protectorado sobre varios puntos de la costa (Partinia, Atintania, Epidamno, Apolonia, Orico y Corcira). Los griegos se mostraron agradecidos ante los romanos. Hasta les permitieron participar en algunas fiestas religiosas, signo de que consideraban a los romanos un pueblo civilizado al par de los griegos. También murió el rey Zialeas de Bitinia, y fue sucedido por su hijo Prusias I.
En 228 murió Amílcar Barca. Había sitiado la ciudad de Helice (tal vez la actual Elche), pero un caudillo oretano llamado Orissón acudió a liberarla, Amílcar tuvo que huir y murió ahogado en un río a los 42 años de edad. El gobierno de las tropas cartaginesas en España pasó a manos de Asdrúbal, quien reorganizó el ejército con mercenarios indígenas y contingentes africanos. Mediante una política conciliadora consolidó los territorios ocupados por su suegro Amílcar. Mientras tanto, Atenas lograba expulsar a la guarnición macedónica que la ocupaba y se incorporó a la Liga Aquea, que llegó entonces a la cumbre de su poder. Sin embargo, no pudo impedir que el rey Cleomenes III de Esparta obtuviera una victoria tras otra. Sin embargo, el rey estaba más interesado en ganar prestigio que en aprovechar sus victorias. En 226 consideró que su autoridad en Esparta no tendría ya discusión, así que volvió a la ciudad, hizo ejecutar a los éforos y puso en práctica las reformas económicas que había planeado Agis IV.
Seleuco II estaba teniendo cierto éxito frente a los partos, pero tuvo que abandonar ante un ataque de su hermano Antíoco en Asia Menor. Antíoco fue derrotado y muerto, y a continuación Seleuco se dispuso a atacar a Atalo I de Pérgamo, pero murió durante los preparativos. Fue sucedido por su hijo Seleuco III, quien se dispuso a continuar los planes de su padre frente a Pérgamo.
Asdrúbal seguía avanzando hacia el norte, y esto inquietó a dos colonias griegas de la costa mediterránea: Sagunto y Massalia (la actual Marsella). Ambas habían firmado una alianza con Roma, así que apelaron a ella y Roma envió una embajada a Asdrúbal, por la que éste se vio obligado a aceptar que la expansión cartaginesa no superaría el río Íbero (el Ebro) y que se respetaría la independencia de Sagunto (pese a que quedaba más al sur del Ebro). Asdrúbal consideró que el acuerdo le dejaba suficiente margen de maniobra. En 225 fundó una nueva ciudad al sur de Alicante, a la que llamó Nueva Cartago. Los romanos tradujeron el nombre a Cartago Nova, la actual Cartagena.
Mientras tanto unas tribus galas cruzaron los Alpes, y en alianza con sus parientes de la Galia Cisalpina se lanzaron sobre Etruria, y llegaron hasta la ciudad de Clusium. Roma envió al norte a Cayo Flaminio, que no era muy buen general, y en un primer encuentro fue derrotado. Tuvo que recibir muchos refuerzos para conseguir finalmente una victoria.
En 224 un terremoto destruyó el coloso de Rodas. Posteriormente los griegos exageraron su tamaño. Dijeron que se había apoyado sobre los dos extremos del puerto, de modo que los barcos pasaban entre sus piernas, pero lo cierto es que no había sido tan grande. Ese año el rey espartano Cleomenes III consideró que Esparta estaba en condiciones de reclamar de nuevo el dominio del Peloponeso. Partió nuevamente y derrotó a los ejércitos de la Liga Aquea, capturando y saqueando Megalópolis. También capturó Argos, mientras Corinto y otras ciudades se rindieron y entablaron una alianza con Esparta. Esto era el fin de la Liga Aquea, pero Arato prefirió entregarla a Macedonia antes que a Esparta. Apeló a Antígono II, quien le impuso unas condiciones que prácticamente equivalían a una rendición: Arato renunciaba al liderazgo de la Liga Aquea en favor de Antígono II, Corinto debía ser entregada a Macedonia y, además, la Liga Aquea debía apoyar en todo momento las acciones de Macedonia.
En 223 Seleuco III estaba combatiendo contra Atalo I de Pérgamo, pero fue asesinado por uno de sus oficiales, y el Imperio Seléucida pasó a manos de su hermano Antíoco III.
En 222 Antígono II, al frente de su propio ejército macedónico más el de la Liga Aquea y en alianza con el ilirio Demetrio de Faros, descendió hacia el sur y encontró al ejército espartano en Selasia, a unos ocho kilómetros al norte de Esparta. Aunque los espartanos lucharon como en los viejos tiempos, su enemigo era muy superior, y fueron derrotados. Además, esta vez Esparta no contó con la milagrosa suerte que le había salvado en ocasiones similares. Antígono II ocupó la ciudad, restauró a los éforos y obligo a Esparta a incorporarse a la Liga Aquea. Cleomenes III tuvo que refugiarse en Egipto.
Cayo Flaminio dirigió una nueva campaña por la que la Galia Cisalpina quedó finalmente sometida a Roma. Ahora toda la península italiana hasta los Alpes estaba bajo el dominio romano.
En 221 Antígono II murió en una batalla contra los ilirios, y el trono de Macedonia pasó a Filipo V, el hijo de Demetrio II. También murió Ptolomeo III, que fue sucedido por su hijo Ptolomeo IV. En España, Asdrúbal murió a manos de un esclavo del rey celta Tago, que quiso vengar a su señor, ejecutado por orden de Asdrúbal. A su muerte el dominio cartaginés llegaba hasta las actuales Salamanca y Zamora. El mando de los ejércitos cartagineses pasó a Aníbal, el hijo de Amílcar, que a la sazón contaba con 26 años de edad.
Pero el suceso más notable ocurrido ese año tuvo lugar en la lejana China, donde el reino de Qin conquistó el de Qi, con lo que toda la China civilizada quedó unida bajo el rey Cheng. En este momento, el monarca decidió cambiar su nombre por el de Qin Shi Huang Di, que podría traducirse por "Primer divino emperador de China". El emperador afirmaba que la dinastía que él inauguraba iba a gobernar China durante 10.000 generaciones. Modificó la religión para establecer que el emperador no sólo estaba por encima de todos los chinos, sino también por encima de todos los dioses chinos. Por si los dioses no le ayudaban lo suficiente, tomó las medidas necesarias para desarticular completamente el sistema feudal anterior. Los campesinos dejaron de ser arrendatarios, para convertirse en propietarios que pagaban un impuesto fijo. Las antiguas divisiones territoriales fueron abolidas, y se establecieron otras nuevas. El imperio quedó dividido en comandancias o prefecturas subdivididas a su vez en distritos. Al frente de cada comandancia había un gobernador civil, un gobernador militar y un inspector, todos ellos funcionarios cuyos cargos no eran hereditarios, sino que podían ser nombrados y cesados en cualquier momento por la cancillería imperial. La capital del Imperio se estableció en Xiang Yang (en la parte oriental del antiguo estado de Qin). La imponente maquinaria burocrática de Qin se aplicó a toda China. Esto no sólo incluía el estricto código legislativo, sino también todo el sistema de pesos y medidas y las monedas. Una de las iniciativas más importantes para la unificación fue la simplificación y la normalización de la escritura, que presentaba variantes en las distintas regiones. El emperador se hizo construir un suntuoso palacio que reflejaba las ideas de la época sobre cómo era la morada de los dioses. Además se dedicó a recorrer todo su dominio, en parte para ganarse el respeto de sus súbditos, en parte para relacionarse con los dioses locales del Imperio. Según decía, en las regiones costeras le resultaba más fácil comunicarse con sus colegas divinos.
En 220 Cayo Flaminio fue elegido censor, e inició la construcción de la que se llamaría via Flaminia, un camino que uniría Roma con el norte para que los soldados pudieran acudir rápidamente en caso de necesidad. Cuando fue terminada, la via Flaminia cruzaba oblicuamente Italia a través de los Apeninos y llegaba a las costas del Adriático, en la frontera con la Galia Cisalpina.
Ese año murió el rey Mitrídates II del Ponto y fue sucedido por su hijo Mitrídates III. Por esta época Capadocia se independizó del Ponto bajo su rey Ariarates IV. También murió Diódoto II de Bactriana, pero Eutidemo, el sátrapa de Sogdiana (antigua satrapía persa que ahora formaba parte de Bactriana) desposeyó a su descendencia y usurpó el trono. Bajo su reinado Bactriana extendió sus fronteras hacia la India.
En Egipto sucedió un triste incidente. Mientras Ptolomeo III había recibido bien al rey espartano Cleomenes III, su hijo debió de verlo como un estorbo y lo tuvo virtualmente arrestado en Alejandría. Aprovechando que Ptolomeo IV estaba ausente de la ciudad, Cleomenes se escapó, y luego trató de sublevar a los griegos de Alejandría contra el rey, pero aunque hablaba de libertad, del antiguo prestigio de Grecia y de cosas similares, la gente no vio en él más que a un viejo loco. Al año siguiente se suicidó.

www.uv.es/ivorra/Historia/Indice.htm
Revisión textual y foto seleccionada: Alfonso Gil

GUÍAS DE AUDICIÓN... 20

Sonatas para piano:

PATÉTICA
APPASSIONATA
CLARO DE LUNA

Beethoven nació 1770 y falleció en 1827. La Sonata “Patética” la compuso en 1798. Tiene estos Movimientos.
1. Grave y Allegro molto. 
2. Adagio cantabile, que ofrece una expresión de serenidad y recogimiento.
3. Rondó. Se parece en algo a la Sonata en Do menor de Mozart.
En 1804, Beethoven compuso la Sonata “appassionata”, en Fa menor, Op. 57. El autor supo introducir en esta obra los progresos de la técnica pianística. Se publicó en Viena en 1807. Tiene estos Movimientos:
1. Allegro assai. Es dramático y agitado.
2. Andante con moto. Serenidad de espíritu. Especie de plegaria consoladora que surge de la desesperación. El último compás sirve de enlace al…
3. Allegro ma non troppo. Renace la violencia y remata en violentos acordes graves que acompañan la vertiginosidad de las niotas finales.
El 3 de marzo de 1802 se publicaba la Sonata “claro de luna”, en Do sostenido menor, op. 27. Es una de las obras más difundidas y admiradas de Beethoven. El nombre le viene porque su autor compuso el “adagio” pensando en el lago de los Cuatro Cantones. Son sus Movimientos:
1- Adagio sostenuto. Te lleva a una romántica ensoñación, llena de melancolía. 
2- Allegretto. Gracioso y cortés en forma de minué.
3- Presto agitato. Tras una vasta y tempestuosa parte central, la Sonata se cierra en una afirmación de fuerza majestuosa.


Alfonso Gil González
Patética
Apassionatta
Claro de luna


ESPIRITUALIDAD... 6

El problema del "mal"

Continúo con la lectura de "Un curso de milagros". Me tenéis que permitir que intente hablaros con la dignidad que merece el ser humano. De lo contrario, ya nada podría aportaros con verdad. Por eso, enfocaré el desarrollo del tema desde este doble principio: "El amor perfecto expulsa el miedo. Si hay miedo, es que no hay amor perfecto". O por decirlo de otro modo: "Sólo el amor perfecto existe. Si hay miedo, éste produce un estado que no existe".
La capacidad de manifestarse es un aspecto fundamental de Dios, que Él mostró, primero, en la Creación. Es como si se extendiera a sus criaturas, infundiéndoles la misma amorosa Voluntad que Él posee. Hay un uso inadecuado de ese "extenderse" divino cuando creemos que existe en nosotros alguna carencia que pueda suplirse con nuestras propias ideas, en lugar de con la verdad. Y eso es lo que engendra el miedo, la básica percepción errónea de usurpar el poder de Dios. Necesitamos la absoluta convicción de ser invulnerables a toda expresión de falta de amor, y de que la "paz" es un atributo que se encuentra en nosotros mismos. Es imposible hallarla fuera.
Si tenemos miedo, es que estamos equivocados respecto a lo que va la pena. Y ello nos lleva a engendrar nuestras propias creaciones: las proyecciones del ego. Vivimos el tiempo de la Salvación, pero ésta no es posible sin liberar la luz que hay en nuestro interior. Para que esa Salvación sea plena, ha de llegar hasta nuestro altar interior que ha sido profanado por nuestro falso ego. Ya sabemos que esa Salvación plena es cuestión de tiempo. Como es cuestión de tiempo el curarse. La curación se basa en la caridad, y la caridad es una forma de percibir la perfección en otro aun cuando no podamos percibirla aún en nosotros. La caridad es una forma de ver a otro como si ya hubiese llegado mucho más allá de lo que en realidad ha logrado en el tiempo hasta ahora.
Antes de seguir adelante, quizá sea bueno rezar así: "Estoy aquí únicamente para ser útil. Estoy aquí en nombre de Aquel que me envió. No tengo que preocuparme por lo que debo decir ni por lo que debo hacer, pues Aquel que me envió me guiará. Me siento satisfecho de estar dondequiera que Él desee, porque sé que Él estará allí conmigo".
Ahora sigamos. Somos responsables de lo que pensamos, porque solamente a ese nivel tenemos poder de decisión. Nuestras acciones son el resultado de nuestros pensamientos. Siempre que tenemos miedo es señal inequívoca de que hemos permitido a nuestra mente crear falsamente. Y, por tanto, cada vez que tenemos miedo es porque hemos tomado una decisión equivocada. El Espíritu Santo no puede pedirte que hagas más de lo que estás dispuesto a hacer. La fuerza para hacer lo que nos pide procede de una firme resolución de hacer su Voluntad. Y eso no será posible hasta no reconocer que su Voluntad es también la nuestra. Si no es así, la mente engendra el miedo. Lo que quiere decir que, de alguna manera, hemos decidido no amar. Así que hay que recomponer la situación. Reconocer, primeramente, que lo que experimentamos es miedo. Que el miedo procede de una falta de amor. Que el único remedio para la falta de amor es el amor perfecto. Y que el amor perfecto es nuestra Salvación.
Debemos observar con especial atención que Dios tiene solamente un Hijo. Si somos hijos suyos, cada uno de nosotros es parte integral de toda la Filiación. Por tanto, la Filiación divina, en su unicidad, trasciende la suma de las partes. Este hecho, no obstante, queda velado mientras falte una sola de ellas. Por eso es por lo que, en última instancia, el conflicto no se puede resolver hasta que todas las partes de la Filiación hayan retornado. Sólo entonces podrá comprenderse lo que es la plenitud. Cualquier parte de la Filiación puede creer en el error si así lo elige. Pero, si lo hace, estará creyendo en la existencia de lo que no existe.
El Juicio Final es la última curación, en ve de un reparto de castigos, por mucho que pensemos que los castigos son merecidos. Se podría decir que el Juicio Final significa simplemente que todos legaremos a entender qué es lo que tiene valor y qué es lo que no lo tiene. Lo que pasa que el término "juicio final" asusta no sólo porque ha sido proyectado sobre Dios, sino también por la asociación de la palabra "final" con la muerte. Pero nadie que vive atemorizado puede estar realmente vivo. Cuando todo lo que retengamos en la memoria sea digno de amor, no habrá razón alguna para tener miedo.

Alfonso Gil González

jueves, 23 de junio de 2016

CONCIERTOS ALFONSINOS N. 116

Peculiar sentido

De FRANCIS POULENC, Stabat Mater.
Entre la música sacra, destaca la referente, directa o indirectamente, a la Pasión de Cristo. Este es el caso de cantar los “dolores” de la Virgen al pie de la Cruz de su Hijo. Otros muchos autores han tratado este tema concreto: Pergolesi, Dvorak, Tartini, Zoltan Kodaly… por citar sólo algunos. El himno STABAT MATER se lee en la liturgia católica del Viernes de Dolores, viernes anterior a Viernes Santo. Cada autor pone en esta partitura su peculiar sentido del devoto afecto a la Madre de Jesucristo. No obstante, debido al dramático tema de su mensaje, esa carga de seriedad profunda suelen tener todas esas partituras. En este caso, la interpreta Georg Pretre al mando de la Orquesta de la Sociedad de Conciertos del Conservatorio de París.
Tema muy distinto éste de SEGUNDO PASTOR: Suite Nerja, para guitarra. La interpreta el propio compositor.
La obra escénica El retablo de Maese Pedro, escrita por MANUEL DE FALLA sobre un capítulo de “El Quijote”, que presenta como novedad la aparición de un grupo de marionetas, lo cantan Ana María Seoane(soprano), Francisco Navarro(tenor) y Chano Gonzalo(bajo), junto a la Orquesta de los Campos Elíseos de París, dirigida por Ernesto Halffter.
A su término, música clásica distendida con violines. Servía de relleno, en Radio Nacional, cuando faltaban unos minutos para el inicio de un nuevo programa musical. Y algunos compases de piano solo.

Alfonso Gil González
Stabat Mater
Retablo de Maese Pedro