Curriculums

Teología

domingo, 31 de julio de 2016

PENSAMIENTOS PARA EL VERANO

Pensamientos para el verano


Con agosto se inicia propiamente el tiempo de las vacaciones estivales. Durante el curso, los jóvenes estudiantes se han enfrentado a la ardua tarea de asimilar asignaturas diversas. Deseando estaban de que llegara este tiempo de descanso, tan merecido para la mayoría, incluso para los no estudiantes y para los no tan jóvenes. Tiempo de relax. Tiempo de proyectos. Tiempo de otros pensamientos que ayuden a la calma, al sosiego, a la paz interior.
No otro es el fin con que, lector@ amigo@, te inserto estos pensamientos, guardados en viejo papel de años polvorientos, para que puedas beneficiarte. Que si lo escrito escrito está, de poco valdría sin lectores que puedan hacerlo suyo. Ahí van, pues:
- No hay Fe donde Jesús no actúa en lugar del ego.
- Allí donde no hay reflexión, hay instinto; es decir, pura animalidad.
- Si no se ama a alguien, no se ama a nadie, o ese amor estaría adulterado.
- La teología es la respuesta a la filosofía, pero algunos se creen sabios por sólo preguntar.
- Jurar bandera es aceptar que, algún día, puede ser quebrantado impunemente el quinto mandamiento.
- Siempre que el hombre se empeña en ser como Dios, acaba expulsado del paraíso.
- Dialogar supone el deseo de aprender. El deseo de enseñar provoca casi siempre el discutir.
Siete pensamientos, uno para cada día de la semana. Siete motivos para hacer que nuestras conversaciones superen el listón de la mediocridad. Siete formas de relajar la mente y seguir despiertos. A vuestra salud.

Alfonso Gil González

sábado, 30 de julio de 2016

GUÍAS DE AUDICIÓN... 31

Sinfonías n. 3, en Mi bemol mayor, op. 97 –RENANA- y n. 4, en Re menor, op. 120


En septiembre de 1850 Schumann aceptó la plaza de director de la orquesta de Dusseldorf, lo que le estimuló a seguir componiendo. Ese año compondría la Sinfonía n. 3. Esa y la n. 4, las presentó en público el propio Schumann al año siguiente. Nacido en 1810, murió en 1856.
Movimientos de la Sinfonía n. 3:
1- Lebhaft. Un allegro que establece la atmósfera de todo el movimiento.
2- Scherzo. La característica principal es el elemento popular. Una canción de bebedores le inspiró este tema.
3- Nicht schnell. Andante en forma de “lied”, lleno de sensibilidad y ternura.
4- Feierlich. Se vuelve al tema popular en un allegro de despreocupada danza.
Movimientos de la Sinfonía n. 4:
1- Ziemlich langsam-lebhaft. Introducción sombría.
2- Romanze. Tema cantabile con suave melodía.
3- Scherzo., interrumpiendo la delicada atmósfera de la romanza.
4- Langsam. Un breve y misterioso pasaje enlaza el tercer y cuarto movimiento, culminando en entusiasmo vivo.

Alfonso Gil González
Sinfonía n. 3
Sinfonía n. 4

PERSONAJES DE LA BIBLIA... 34

Balaam

La procedencia del nombre es incierta. Dr. Neubauer lo relacionó con el dios Ammo o Ammi, como si Balaam perteneciera a un pueblo cuyo dios o señor fuera Ammo o Ammi. Ciertamente es notable que se dice (Núm. 22,5) que Balaam vino de “la tierra de los hijos de Ammav” (Biblia Douay lee “Ammon”).
La Narración
La historia de Balaam aparece en Números 22 - 24 y 31,8-16; Deut. 23,6; Josué 13,22 y 24,9-10. También se le menciona en Nehemías 13,2; Miqueas 6,5; 2 Pedro 2,15; Judas 11 y Apocalipsis 2,14.
Balaq, rey de Moab, alarmado por las victorias de Israel sobre los amorreos, envió mensajeros con regalos a Balaam, hijo de Beor, quien vivía en Petor del Río (el Pitru de los textos cuneiformes) para inducirlo a venir y maldecir a Israel. En esos tiempos antiguos, los hombres le daban gran importancia a la maldición, como por ejemplo la del padre a su hijo, y Balaam tenía una fama especial en este aspecto. Balaq le mandó a decir con sus mensajeros: “Sé que el que tú bendices queda bendito y el que maldices, maldito”. Cuando los emisarios hubieron dado su mensaje, Balaam consultó al Señor sobre si debía ir o no, y al negársele el permiso, en la mañana les dio la respuesta negativa a los embajadores. Osadamente Balaq envió otra embajada, compuesta de hombres más ilustres, príncipes, con instrucciones de ofrecer a Balaam lo que él quisiera, con tal que viniera y maldijera a Israel. De nuevo Balaam consultó al Señor y obtuvo permiso para ir, con la condición que haría lo que Dios le mandara. En vista de lo que sigue, algunos comentaristas piensan que este permiso fue arrancado con su importunidad, y que al hacer su petición Balaam estaba impulsado por motivos mercenarios, y ya se había decidido a maldecir a Israel.
A la mañana siguiente Balaam ensilló su burra y salió con los principales de Moab. En el camino la burra dio muchas muestras de alarma; se apartó bruscamente del camino, le aplastó el pie a Balaam contra una pared y finalmente se echó al suelo bajo Balaam, de modo que éste la golpeó cruelmente e incluso la amenazó con matarla. Entonces Dios le concedió a la burra el don de hablar, y le reprochó su crueldad hacia ella. Al mismo tiempo los ojos de Balaam se abrieron y vio la causa de la extraña conducta de su burra, es decir, el ángel del Señor parado en el camino con la espada desenvainada bloqueándole el camino. El Ángel regañó a Balaam por su cruel conducta hacia la burra y le dijo que fue la acción de la burra lo que había salvado su vida. Finalmente, le permitió a Balaam continuar su viaje, pero sólo con la condición de que hablara sólo lo que él le mandara. Balaq salió al encuentro de Balaam en las fronteras del Arnón, y fueron juntos a Quiryat Jusot, donde se ofrecieron los debidos sacrificios. Al otro día Balaq llevó a Balaam a Bamot Baal, desde donde se podía ver las inmediaciones del campamento de Israel. Sacrificaron siete novillos y siete carneros y Balaam se fue aparte a consultar al Señor, el profetaregresó donde Balaq y se negó a maldecir a Israel. Por el contrario los elogió diciendo: “¿Quién contará el polvo de Jacob, quien numerará la polvareda de Israel? Muera mi alma con la muerte de los justos, sea mi paradero como el suyo.”
Entonces Balaq llevó a Balaam a la cumbre del Monte Pisgá para ver si desde allí podría maldecir a Israel. Pero después de los mismos ritos y formalismos, Balaam de nuevo pronunció una bendición más enfática que la anterior. “He aquí que me ha tocado bendecir, bendeciré y no me retractaré.” “Ya que no le maldices por lo menos no le bendigas”, exclamó Balaq. Pero resolvió probar al profeta una vez más y lo llevó a la cima del Monte Peor que mira hacia el desierto. Allí se ofrecieron sacrificios de nuevo, pero sin más formalidad, Balaam, bajo la influencia del espíritu de Dios” prorrumpió en el hermoso panegírico a Israel que comienza con las palabras: “Qué hermosas son tus tiendas, Jacob, y tus moradas, oh Israel!” Lleno de ira Balaq despidió a Balaam para su tierra. Pero antes de partir el profeta emitió su cuarto pronunciamiento sobre el glorioso futuro de Israel y el destino de sus enemigos. Su visión, también, penetrando más allá del Reino de Israel terrenal, parece haber divisado el reino mesiánico por venir. “Lo veo, aunque no para ahora, lo diviso, pero no de cerca: de Jacob avanza una estrella, un cetro surge de Israel,” etc.
Balaq y Balaam se separaron, pero antes de regresar a su propio país, Balaam residió con losmadianitas. Allí parece que él instigó a sus hospederos a enviar mujeres madianitas y boabitas entre los israelitas para seducirlos y apartarlos de su alianza con Yahveh (Núm. 31,16). Esto fue mientras el pueblo de Israel acampaba en Sittim, y no hay duda que está estrechamente relacionado con los problemas y desórdenes sobre Baal de Peor, mencionado en Números 25. El castigo infligido por Dios a los Israelitas fue notable: les azotó una plaga que mató a 24,000 (25,9); ni siquiera Balaam escapó. Él fue asesinado, junto con los cinco reyes de Madián, en la guerra que sostuvo Israel contra esa nación narrada en Números 31.
Opinión Conservadora
La opinión usual o conservadora sobre el episodio de Balaam es que es una narrativa histórica en el sentido ordinario. Lo sobrenatural juega un importante papel en ella, pero se afirma que la credibilidad de la narración requiere sólo una creencia en los milagros, y que la aceptación de la mayoría de las partes más importantes de la Biblia requiere tal creencia. El episodio de la burra parlante es muy extraño; pero no más extraño que el de la serpiente parlante en el Paraíso. Balaam predice el futuro, pero eso también lo hacen los profetas de Israel.
Se discute la pregunta sobre quién era Balaam. ¿Era él un profeta en el verdadero sentido de la palabra, o un adivino? No parece posible decir que él era un profeta en el mismo sentido que Isaías o alguno de los grandes profetas de Israel. Por otro lado, en Números 24,2 se dice que habló bajo la influencia del “espíritu de Dios”. Ciertamente, a través de su conexión con Balaq, él parece haber actuado bajo la influencia del Espíritu de Dios. Pero cuando su estado de vida se mira como tal, no puede ser considerado como que perteneció a la orden de los profetas. Santo Tomás de Aquino los llama “un profeta del diablo”. La Escritura no lo llama profeta, sino un adivino, y Balaq se le acercó con el precio del vaticinio. Además, la forma en que se unió a Balaq en culto idolátrico parece descartar la idea de haber sido un genuino siervo de Yahveh. La profecía es un don que se da para el bien de los otros. Balaam fue usado para el bien de Israel.
Opinión Crítica
Los críticos modernos tienen una opinión diferente sobre ese episodio, en conformidad con sus conclusiones generales sobre el Hexateuco. Para ellos la narrativa de Números 22, 23 y 24 es parte de la historia profética. Es decir, en estos capítulos no hay vestigios del escritor sacerdotal P, aunque a él se le asigna el pasaje 25,6-18 que contiene un relato del crimen y castigo de Zimrí y Kozbi. Aunque los críticos concurren que los capítulos 22, 23 y 24 son obra de dos escritores llamados el yahvista y el elohista, ellos no encuentran fácil repartir esa parte de Números entre los dos autores. Ciertamente, en el único punto que concuerdan es que el capítulo 22 pertenece al elohista, con la excepción de los versículos 22-35, que se los asignan al yahvista. Esta sección contiene el episodio de la burra, y los críticos dicen que destruye la secuencia de la narración. Así en el versículo 20 Balaam obtiene permiso de Dios para irse con los príncipes de Moab; pero en el versículo 22 Dios está enojado con él, aparentemente por su partida. Aunque esta aparente inconsistencia ha sido explicada variamente por comentadores conservadores, los críticos argumentan sobre ella y otros casos similares, que el episodio de la burra (v. 22-35) ha sido hábilmente adaptado dentro del resto del capítulo, pero que en realidad es obra de otro escritor, y que el relato original que está interrumpido en el versículo 20 continúa en el versículo 36. Pruebas adicionales de autoría doble a menudo son poco claras. Así, se dice que hay un duplicado en 22,3: “Y los moabitas se estremecieron ante él, y no pudieron soportar su asalto”. Seguramente esto es débil en extremo. ¿Acaso la tendencia natural al paralelismo del escritor judío no lo explica suficientemente?
La referencia a eventos históricos en la cuarta profecía de Balaam lleva a muchos críticos a fijar la fechade su composición no antes del reinado de David. Se dice que la guerra de Números 24, 17 es la guerra de David contra los moabitas. Pero, dejando a un lado el don de profecía, sabemos que escritos de esta clase, como los Salmos, a menudo son retocados en épocas posteriores a la de su composición. A lo más, por lo tanto, parece legítimo concluir que este pasaje muestra signos de haber sido expandido y reeditado en este período.

Bibliografía: HUMMELAUER, Génesis (París, 1895); SAYCE, Historia Primitiva de los Hebreos (Londres, 1897); WOODS en HAST., Dicc. e la Biblia (Londres, 1898); DRIVER, Génesis (Londres, 1904); RENAN, Histoire du peuple d'Israël (Paris, 1887);PALIS in VIG., Dicc. de la Biblia (París, 1893).
Fuente: Howlett, James. "Balaam." The Catholic Encyclopedia. Vol. 2. New York: Robert Appleton Company, 1907. <http://www.newadvent.org/cathen/02214b.htm>.
Traducido por L H M.
Corrección textual y foto seleccionada: Alfonso Gil

CONCIERTOS ALFONSINOS N. 124

Religiosa melancolía

Por algún sitio nos habíamos dejado a JUAN SEBASTIAN BACH. Ahora vuelve con su Magnificat en Re mayor. ¡Pásmate! Es este el canto de la Virgen por excelencia. Lo cuenta el Evangelio en el momento en que María visita a su prima Isabel. De él se ha escrito mucho literaria y musicalmente. Lutero tiene un comentario que pocos conocen y que deberían todos conocer. Vivaldi lo canta. El suyo y este de Bach son dos obras maestras de inigualable belleza. El Cántico de María es, en la Iglesia, un himno que se recita diariamente en el rezo de Visperas. Esta partitura bachiana la interpretan solistas y coro de Stuttgar con la Orquesta pro Música de esa ciudad.
Y está también aquí la Cantata 106 –actus tragicus- para solistas y órgano. También de BACH, naturalmente.
De SIBELIUS, El cisne de Tounela. No se puede estar más inspirado. Una página de oro en la historia de la música. ¿Qué melancolía!
De CHOPIN, Balada n. 3 en La bemol, tocada al piano por Wilhen Kemp.
De RAMEAU, Sinfonía y Danzas para quinteto de viento. La película “los niños del coro” ha popularizado, en parte, la música de este compositor que es bastante desconocido a la mayoría humana. Y la verdad es que uno no entiende el porqué. Su obra no es grandiosa, cuantitativa o cualitativamente hablando, pero es elegante y fina. Lo interpreta el Quinteto de Viento de París.


MÚSICA PARA CLAVECÍN.

Alfonso Gil González
Magnificat

Cantata 106

El Cisne de Tounela

Balada n. 3

Sinfonía y danzas

GRANDES TEMAS PARA ENTENDER AL HOMBRE - 49

EL FIN DE CARTAGO

En 160 a. C. murió Lucio Emilio Paulo, y su hijo menor (aunque ya era mayor de edad) fue adoptado por el hijo de Escipión el Africano, y pasó a llamarse Publio Cornelio Escipión Emiliano, aunque es más conocido como Escipión el Joven. Fue uno de los muchos romanos enamorados de la cultura griega. Introdujo en Roma la costumbre de afeitarse la barba, que a su vez había sido introducida en Grecia por Alejandro Magno. En su círculo de amistades figuraban Cayo Lucilio, que fue el primer romano que escribió sátiras criticando vicios y desatinos, y Publio Terencio Afer, que era un cartaginés llevado a Roma como esclavo de un senador, el cual reconoció la inteligencia del joven, le educó y lo liberó. Terencio ganó fama escribiendo obras de teatro, que, como las de Plauto, estaban basadas, cuando no eran traducciones literales, en originales griegos. No obstante, el latín que empleaba era bueno. Terencio fue uno de los responsables de que el latín pasara de ser una lengua de agricultores y soldados a ser una lengua culta. También estaba el griego Polibio, que había sido tutor de Escipión el Joven y que estaba en Roma como rehén, junto con otros muchos griegos. Escipión trató varias veces de conseguir que se autorizara el regreso de los rehenes a su patria, pero siempre se encontró con la oposición firme e intransigente de Catón el Censor.
En 159 murió el rey Eumenes II de Pérgamo y fue sucedido por su hermano Atalo II. Bajo su reinado Pérgamo mantuvo las buenas relaciones con Roma, lo que le convirtió en árbitro de las disputas entre los reinos helenísticos vecinos. También murió Alcimo, el sumo sacerdote de Jerusalén. Con él terminó el linaje de Sadoc, y los judíos no supieron a quién elegir como sustituto, así que durante varios años el Templo quedó sin dirección. El rey Demetrio I estuvo envuelto en varias campañas contra pretendientes al trono, que le obligaron a retirar soldados de Judea, lo cual fue aprovechado al punto por Jonatán, el hermano menor de Judas Macabeo, para hacerse fuerte en Judea. Demetrio I no quería problemas con los judíos, así que en 157 optó por nombrar a Jonatán gobernador de Judea, siempre que reconociera la autoridad seléucida. Jonatán aceptó.
Ese mismo año Catón el Censor fue a Cartago como parte de una delegación para dirimir una de las muchas disputas que surgían entre Cartago y el rey Masinisa de Numidia, disputas en las que Roma siempre terminaba inclinándose hacia su aliado Masinisa. Catón esperaba encontrarse con una Cartago ruinosa, y se horrorizó al descubrir que la ciudad gozaba de cierta prosperidad y que sus ciudadanos habían logrado cierto bienestar. A partir de ese momento empezó una campaña para poner fin a esa situación. Su frase más repetida desde entonces fue la famosa Delenda est Carthago (Cartago ha de ser destruida). Todos sus discursos, independientemente de su contenido, terminaban igual: Praeterea censeo Carthaginem esse delendam (Al margen de esto, soy de la opinión de que Cartago ha de ser destruida.)
También fue el año de la muerte del emperador chino Wendi, que fue sucedido por su hijo Chingdi. Durante su reinado se incrementaron las ofensivas de los hunos al norte.
En 153 fue elegido cónsul Quinto Fulvio Nobilior, que se trasladó a España con un ejército de 30.000 hombres. Dos tribus indígenas, los belos y los titos, huyendo de él se refugiaron en la ciudad de Numancia. Esta ciudad fortificada estaba situada cerca de la actual Soria y sus habitantes eran arévacos. En tiempos de paz albergaba unos 4.000 hombres, pero podía duplicar su población. Estaba casi totalmente rodeada por el Duero y era muy fácil de defender. Se había convertido en refugio de cuantos huían de Roma, así que Nobilior se dirigió hacia ella, pero por el camino fue derrotado por un grupo de arévacos conducidos por el jefe belo Caros,que murió en el combate. Nobilior acampó a unos 6 kilómetros de Numancia y, tras recibir como refuerzos 10 elefantes y 100 jinetes númidas, se dirigió a la ciudad. Rechazó una oferta de paz de los numantinos e inició el asedio, pero fracasó y fue sustituido en 152 por Marco Claudio Marcelo, nieto del Marcelo que había conquistado Siracusa. A su llegada se ocupó de los celtíberos, a los que derrotó y luego trató con benevolencia, tratando de restablecer la paz. Esto le valió en Roma las críticas de los Escipiones, partidarios de una política belicista. El Senado le obligó a cambiar de actitud, y entonces puso sitio a Numancia. Los numantinos pidieron la paz y Marcelo firmó un tratado por el que los celtíberos se comprometían a pagar un crecido tributo.
Demetrio I había depuesto al rey Ariarates V de Capadocia, pero éste se alió con Atalo II de Pérgamo y con Ptolomeo VI de Egipto y lograron encontrar un rival para Demetrio I. Un tal Alejandro Balas pretendía ser hijo de Antíoco IV y recibió el apoyo necesario para desencadenar una guerra civil en el Imperio Seléucida. Ptolomeo VI le dio en matrimonio a su hija Cleopatra Tea. Tanto Alejandro Balas como Demetrio I trataron de ganarse a Jonatán. El primero le ofreció el sumo sacerdocio, y el segundo el gobierno de una región más amplia. Jonatán aceptó ambas ofertas. Ese mismo año se convirtió en sumo sacerdote, y fue el primero en ocupar el cargo sin ser del linaje de Sadoc. Finalmente Jonatán tuvo que decantarse, y se puso de parte de Alejandro Balas. Mientras tanto Atalo II logró restituir a Ariarates V en su trono.
En 151 murió Tiberio Sempronio Graco. Su viuda, Cornelia, era hija de Escipión el Africano. Contrariamente a lo que hubiera sido usual, se negó a casarse de nuevo y se dedicó enteramente a la educación de sus dos hijos: Tiberio Sempronio Graco, que tenía entonces doce años, y Cayo Sempronio Graco, que tenía dos. Además tenía una hija, Sempronia, que más adelante se casaría con Escipión el Joven, pero en una familia romana una hija era algo secundario. Cornelia dio a sus hijos, que pronto fueron conocidos como "los Gracos", la mejor educación griega. Estaba desmesuradamente orgullosa de ellos. Cuentan que en cierta ocasión en que una amiga le enseñaba orgullosa sus joyas y luego pidió ver las de Cornelia, ésta llamó a sus hijos, puso uno a cada lado y dijo: "Éstas son mis joyas".
Roma envió a España como pretor a Servio Sulpicio Galba. Le acompañaba el cónsul Lucio Licinio Lúculo y Escipión el Joven como legado senatorial. Los historiadores describen a Lúculo como un hombre avaricioso y despiadado. Probablemente para ganar fama militar, atacó a los vacceos sin motivo y los sitió en Cauca (la actual Coca), los cuales, poco belicosos, aceptaron pagar un tributo a cambio de que se les dejara en paz. Una vez cobrado el tributo, Licinio entró en la ciudad y degolló a sus habitantes. La noticia se extendió por España y se produjeron varias sublevaciones. Escipión pudo apaciguarlos mediante el uso de la diplomacia. Por su parte, Galba se enfrentó a los lusitanos en la parte occidental de Andalucía y en Extremadura. Tuvo grandes pérdidas, y en 150  les prometió un reparto de tierras que cultivarían sus familias bajo la protección de Roma. Unos 30.000 lusitanos acudieron ante esta oferta y Galba les pidió que entregaran sus armas en señal de amistad. Así lo hicieron, y entonces Galba los rodeó con su ejército, acuchilló a unos 9.000 y vendió como esclavos a más de 20.000. Unos pocos pudieron escapar. Entre ellos estaba Viriato, un pastor que encabezó a partir de ese momento la resistencia de los lusitanos.
Ese mismo año Alejandro Balas logró la victoria frente a Demetrio I, que resultó muerto. Alejandro pasó a ser el nuevo rey seléucida, pero tuvo que enfrentarse al hijo de su rival, llamado también Demetrio. El rey parto Mitrídates I aprovechó para apropiarse de Media, un paso más en un proceso de expansión que había comenzado con la muerte de Antíoco IV. A partir de este momento podemos hablar de un Imperio Parto.
También fue el año de la muerte del rey Mitrídates IV del Ponto, que fue sucedido por su hijo (o tal vez sobrino) Mitrídates V.
En 149 volvieron a Roma Escipión y Galba. Catón acusó al segundo de pactar ilegalmente, de traicionar lo pactado y de apropiarse de la mayor parte del botín. No obstante, gracias a su origen aristocrático, al cohecho y a su elocuencia, fue absuelto. No obstante, el tribuno de la plebe Lucio Libón consiguió que se aprobara una ley que ordenaba el rescate de los lusitanos vendidos por Galba, y poco después el Senado aprobó la Lex Calpurnia, contra los pretores que cobraban impuestos en beneficio propio.
Por su parte, Escipión volvió de España cubierto de gloria, y finalmente estuvo en condiciones de lograr que los rehenes griegos, entre los que estaba su tutor Polibio, pudieran volver a su patria. Cuando el Senado discutía la cuestión, Catón comprendió que no podía evitarlo por más tiempo, así que decidió admitirlo de la forma más grosera posible: se levantó y dijo: ¿No tenemos otra cosa que hacer más que estar aquí sentados todo el día discutiendo si un puñado de viejos griegos tendrán sus féretros aquí o en Grecia? Polibio escribió una historia de Roma de la que se conservan algunas partes y es una de las mejores fuentes que tenemos sobre este periodo.
El rey Prusias II de Bitinia había llevado a su hijo a Roma, pero luego, celoso de sus éxitos, había tratado de asesinarle. Sin embargo, su hijo logró el apoyo de Atalo II de Pérgamo, asesinó a su padre y ocupó el trono como Nicomedes II. Ahora Bitinia era firmemente prorromana.
Grecia y Macedonia estaban en la anarquía. Los romanos no gobernaban la zona, pero tampoco permitían que se formaran gobiernos nativos fuertes. Las cuatro repúblicas en que se dividió Macedonia luchaban constantemente entre sí. Un aventurero macedónico llamado Andrisco pretendió ser hijo de Perseo, invadió Macedonia con el apoyo de Tesalia y se proclamó rey. Así se inició la Cuarta Guerra Macedónica.
Este mismo año los continuos hostigamientos del rey Masinisa de Numidia arrastraron a Cartago a alzarse en armas. Se libró una batalla que ganó Masinisa, y los cartagineses comprendieron que Roma tomaría el incidente como una violación del tratado de paz, pues Cartago había hecho la guerra sin permiso de Roma, así que ejecutaron a sus generales y enviaron legados a Roma para dar explicaciones, pero Catón lo tuvo ahora muy fácil para lograr que Roma declarara la Tercera Guerra Púnica. El ejército romano desembarcó en África, y los cartagineses estuvieron dispuestos a aceptar cualquier exigencia, hasta la de entregar todas las armas, pero lo que exigieron los romanos fue que la ciudad fuera abandonada y que los cartagineses construyeran otra ciudad a no menos de quince kilómetros del mar.
Los cartagineses decidieron que si su ciudad iba a ser destruida, lo sería con ellos dentro. Se encerraron y fabricaron armas casi sin materiales. Y resistieron. Ese mismo año murió Catón, y en 148 murió Masinisa. Ninguno de los dos pudo ver destruida a su enemiga. El trono de Numidia pasó a manos de los tres hijos de Masinisa: Micipsa, Gulusa y Mastanabal, pero finalmente Micipsa gobernó en solitario. Embelleció Cirta, su capital, donde se rodeó de sabios y artistas griegos. Proporcionó trigo y soldados a los romanos.
Andrisco venció en Macedonia a un ejército romano, pero inmediatamente Roma envió otro, esta vez bajo el mando de Quinto Cecilio Metelo, que, con la ayuda de Atalo II de Pérgamo, derrotó a Andrisco, lo llevó prisionero a Roma y allí fue ejecutado. Entonces la Liga Aquea aprovechó para saltar sobre Esparta, contraviniendo la orden de Roma de no librar batallas sin su consentimiento. Metelo envió embajadores a Grecia, pero fueron insultados y Metelo se vio obligado a intervenir.
En 147 fue enviado a Cartago Escipión el Joven, quien dio un nuevo impulso a la campaña. Le acompañaba Tiberio Sempronio Graco.
El rey parto Mitrídates I se apoderó de Mesopotamia, aprovechando las luchas por el poder entre Alejandro Balas y Demetrio. Partia, junto con el Ponto, había sido uno de los refugios principales del mazdeísmo, la vieja religión persa. El propio nombre "Mitrídates" significa "don de Mitra", y "Mitra" era la forma en que el mazdeísmo había incorporado al dios Sol. Mitrídates trató de convencer a la clase dominante griega en Mesopotamia de que el dominio parto no iba a suponer el fin del helenismo, y se hizo llamar Mitrídates Filheleno (el que ama a Grecia). Ciertamente así fue. Los partos fueron más griegos que los propios griegos, pues éstos habían tratado de conservar la antigua cultura babilónica, mientras que los partos no se interesaron en absoluto por ella. Bajo el Imperio Parto se extinguió definitivamente la cultura babilónica.
Un ejército fiel a Demetrio, el hijo de Demetrio I, acampó en Palestina y desafió a Jonatán, que estaba de parte de Alejandro Balas. Jonatán era entonces lo suficientemente fuerte para enfrentarse limpiamente a un ejército, sin recurrir a la guerra de guerrillas. Aceptó y venció. La batalla tuvo lugar en Azoto.
El pretor de la Hispania Ulterior, Cayo Vetilio había cercado a los lusitanos en España, pero Viriato les disuadió de rendirse, les hizo dividirse en grupos pequeños, rompieron el cerco y escaparon. Los romanos les persiguieron, pero cayeron en una emboscada y Vetilio murió. Así Viriato dominaba prácticamente la Hispania Ulterior, y decidió pasar a la Citerior. En 146 había tomado muchas posiciones y finalmente derrotó al pretor Claudio Unimano. Con esto, la autoridad de Roma en España quedó desarticulada.
Ese mismo año Cartago fue finalmente tomada e incendiada hasta los cimientos. Aquellos de sus habitantes que no optaron por morir entre las llamas fueron asesinados o vendidos como esclavos. Escipión el Joven se ganó el apelativo de "el joven africano". Polibio estuvo allí, junto a Escipión, y cuenta que mientras Cartago era arrasada él estaba pensativo. Le preguntó en qué pensaba y Escipión le contestó que la historia tiene altibajos, y que no podía dejar de pensar que quizá un día Roma sería saqueada como ahora lo estaba siendo Cartago.
El territorio de Cartago fue convertido en la Provincia de África. Al mismo tiempo se constituyó la Provincia de Macedonia, cuyo pretor tuvo a su cargo también la supervisión de Iliria.
Metelo fue sustituido en Grecia por Lucio Mummio. Metelo no había querido tratar a los griegos con dureza, pues era uno de los muchos admiradores de su cultura. Por el contrario, Mummio era un hombre rudo que sólo buscaba la gloria militar. La ciudad principal de la Liga Aquea era Corinto, que se rindió sin oponer resistencia, pero no era esto lo que quería Mummio, así que la trató como si hubiera sido tomada por asalto. La saqueó, esclavizó a los supervivientes y tomó como botín cuantas riquezas y obras de arte pudo encontrar. La Liga Aquea fue disuelta definitivamente. Sin embargo, Grecia no fue convertida en provincia romana, sino que conservó, más o menos formalmente, su independencia.
En 145 el hijo de Demetrio I se había aliado con Ptolomeo VI y logró derrotar definitivamente a Alejandro Balas, se casó con su esposa, Cleopatra Tea, y se convirtió en Demetrio II. Obviamente Jonatán era su enemigo, pero a la sazón el Imperio Seléucida se reducía a Siria y Demetrio II estaba más necesitado de amigos que de enemigos, así que llegó a un acuerdo con Jonatán. Éste le envió un ejército de mercenarios judíos a cambio de los puestos fortificados que rodeaban Jerusalén. Demetrio II aceptó el ejército, pero luego se negó a entregar los puestos.
En la batalla contra Alejandro Balas, Ptolomeo VI había caído del caballo y murió poco después a causa de las heridas. Ptolomeo VI había dispuesto que el trono pasara a su hijo, pero su hermano, el que había sido por un tiempo Ptolomeo VII, logró asesinarlo y quedarse con el trono. Esto produce una discrepancia en la numeración de los Ptolomeos: hay quien llama Ptolomeo VII al hijo de Ptolomeo VI (rey de Egipto por un breve periodo), y entonces el hermano de Ptolomeo VI es Ptolomeo VIII, y hay quien no asigna numeración al hijo y conserva el ordinal Ptolomeo VII para el hermano de Ptolomeo VI (que es lo que haremos nosotros). Ptolomeo VII se casó inmediatamente con su hermana y viuda de su hermano, Cleopatra. Condenó a muerte o al exilio a cuantos se habían opuesto a él, lo que hizo que muchos intelectuales abandonaran el museo de Alejandría.
En España, el cónsul Quinto Fabio Máximo Emiliano derrotó a Viriato en campo abierto y le obligó a retroceder hacia el sur, pero en 143 Viriato volvía a la carga y derrotaba al nuevo pretor de la citerior. Logró que los belos y los titos se unieran a los lusitanos y así Roma tuvo que enviar un ejército de 30.000 hombres bajo el mando del cónsul Quinto Cecilio Metelo (el otro cónsul era Galba, pero no volvió a España). Su mandato terminó antes de que tuviera ocasión de emprender ninguna acción, y fue relevado por el nuevo cónsul Quinto Pompeyo.
Un general seléucida llamado Trifón, utilizó a un niño considerado hijo de Alejandro Balas y le dio el título de Antíoco VI para rebelarse contra Demetrio II. Jonatán inmediatamente apoyó al pretendiente, para saldar la deuda que tenía pendiente con Demetrio II. Sin embargo, por algún motivo Trifón se vio inducido a planear el asesinato de Antíoco VI. Como temía que esto pudiera enturbiar las buenas relaciones con Jonatán y los judíos, planeó asesinar también a éste. En 142 lo invitó a la ciudad real de Tolemaida, a unos 135 kilómetros al norte de Jerusalén, donde Jonatán acudió halagado por el trato distinguido y respetuoso que se le estaba otorgando, pero allí fue capturado y asesinado. Su hermano Simón reclamó el cadáver y lo enterró en la tumba de la familia. Luego le ofreció una alianza a Demetrio II contra Trifón a cambio de que Demetrio II reconociera la independencia de Judea. Demetrio II aceptó y por primera vez desde hacía cinco siglos, hubo un estado judío independiente, en el que Simón gobernó como sumo sacerdote (pero no asumió el título de rey).
En España, Pompeyo se presentaba ante Numancia. A sus ataques se opusieron unos ocho mil indígenas y el resultado fue indeciso, pese a que Pompeyo se atribuyó la victoria. Finalmente tuvo que retirarse.
En 141 El procónsul Quinto Fabio Máximo Serviliano logró una victoria frente a Viriato a costa de muchas bajas. En Jerusalén Simón tomó los puestos fortificados que su hermano había reclamado a Demetrio II, de modo que la capital quedó libre de soldados seléucidas. También tomó la ciudad costera de Jaffa, para tener una salida al mar. Ptolomeo VII se casó con su sobrina Cleopatra Evergetis, hija de su hermana y esposa Cleopatra y de su hermano Ptolomeo VII. No repudió formalmente a su esposa anterior Cleopatra, pero ésta se marchó a la corte del rey seléucida Demetrio II (que estaba casado con Cleopatra Tea, hija de Cleopatra y hermana de Cleopatra Evergetis). Ese mismo año murió el emperador Chino Chingdi, y fue sucedido por su hijo Wudi.





Corrección textual y foto selecta: Alfonso Gil

viernes, 29 de julio de 2016

MÚSICA INFRECUENTE... 24

De Hans Neusiedler a Hotteterre

He aquí autores muy poco conocidos para la gran mayoría. Una oportunidad para ponernos en contacto con ellos, aunque sea tan esporádicamente como en esta ocasión.
De Hans Neusiedler, su "Tantz Washa mesa".
De Hartmann, "Un cuento popular".
De Hausmann, "Fuga a 1, 2 y 4 voces".
De Henry Dalton, "Concierto violín n. 5".
De Hermann, "Música para el cine".
De Hertel, "Concierto para trompeta en Mi bemol".
De Holzbauer, "Sinfonía Concertante en La mayor".
De Homs, "Soliloqui". Y...
De Hotteterre, "Suite en Si mayor".

Alfonso Gil González
Washa mesa

Fuga a 4


Música de cine

Concierto para trompeta

Sinfonía de Holzbauer

Soliloqui

Suite de Hotteterre
































ESPIRITUALIDAD... 11

El temor de Dios


Continuamos escuchando a Doroteo de Gaza. Los siglos de diferencia no restan un ápice a la verdad de sus enseñanzas. He aquí el esquema de esta charla dada a la Iglesia:
- Hay dos temores, uno inicial y el otro perfecto; el primero es el de los que se inician en la piedad, y el otro es el de los santos que han legado a la perfección y a la cumbre del santo amor. Pero es imposible llegar al temor perfecto sin pasar por el temor inicial.
- Hay tres estados en los que podemos agradar a Dios. O bien hacemos lo que agrada a Dios por temor al castigo; o bien buscando la ventaja de un salario; o finalmente, hacemos el bien por el bien mismo y estamos así en la condición de hijos. Los santos no obran más por temor, sino que temen por amor.
- Los santos llaman hijos a aquellos a los que su palabra ha hecho pasar del vicio a la virtud. Guardar su lengua del mal es no lastimar de ninguna manera la conciencia del prójimo, ni hablar mal de él, ni irritarlo. Sucede, en efecto, que no hacemos el mal, sin que por eso hagamos el bien. Se puede no ser injusto pero sin practicar la misericordia, o bien no odiar sin por eso amar.
- Cuando alguien llega a apartarse del mal y se esfuerza, con la ayuda de Dios, en hacer el bien, inmediatamente caen sobre él los ataques del enemigo. En los ataques y contraataques de este combate con el enemigo, muchas veces con sufrimiento y atormentado, obra el bien. Pero cuando le llega el socorro de Dios y comienza a habituarse al bien, entonces empieza a entrever el reposo y gusta progresivamente de la paz.
- Los hombres adquieren el temor de Dios por el recuerdo de la muerte y de los castigos. Por el contrario, alejamos de nosotros el temor de Dios si hacemos lo puesto a toso eso: si no pensamos en la muerte ni en los castigos, si no nos vigilamos a nosotros mismos, si no examinamos nuestra conducta, viviendo de cualquier manera y juntándonos con cualquier persona. Pero, sobre todo, cuando nos entregamos a la ligereza de espíritu, que es lo peor de todo y la ruina segura.
- La ligereza de espíritu es multiforme. Se manifiesta en el hablar, en los contactos y en las miradas. No hay nada más abominable que la ligereza, porque es la madre de todas las pasiones, aleja el respeto, expulsa el temor de Dios y da a luz el desprecio. Y no hay nada tan malo y funesto como hacer daño al prójimo y al mismo tiempo a uno mismo.
- Respetar la conciencia del hermano engendra humildad. Huye de todo lo que es del hombre y serás salvo.
- La indiferencia ante las cosas es verdaderamente algo malo, pero peor es perder la tranquilidad al punto de perturbar nuestra alma para poder realizarlas. Cuando tengan que hacer cualquier cosa, no la hagan con prisa o turbación.
- Por lo tanto, si uno de ustedes ve a su hermano apenado o él mismo lo está, corte rápidamente y conceda la prioridad al otro sin esperar a que se produzca algún daño. Teme al Señor y guarda sus mandamientos: ese es el deber de todos los hombres.

Alfonso Gil González

GUÍAS DE AUDICIÓN... 30

Conciertos para piano y orquesta, n. 1 y 2, en Mi menor, op. 11 y en Fa menor, op. 21.


Chopin escribió los dos conciertos para piano y orquesta en 1829 y en los primeros meses de 1830. El primero en orden de composición fue el n. 2, pero se publicó en segundo lugar, en 1836. En cambio, el n. 1 apareció en 1833. Los dos fueron estrenados por Chopin en Varsovia, en marzo y septiembre de 1830.
Movimientos del Concierto n. 1:
· Allegro maestoso. Se abre con una larga introducción orquestal.
· Romance-larghetto. Recuerda a un “nocturno”. Mantiene un lenguaje eminentemente lírico.
· Rondó vivace. Se inspira en la música popular. 
Movimientos del Concierto n. 2:
- Maestoso. La orquesta presenta todo el material temático, pero, pronto, el piano asume el liderazgo.
- Larghetto. Chopin confesó a un amigo que este “movimiento” estaba inspirado en el amor hacia Constanza Gladkowska.
- Allegro vivace. Lucimieno del piano acompañado casi exclusivamente por las cuerdas.

Alfonso Gil González
Concierto n. 1

Concierto n. 2


MIS APUNTES PATRIOS (XXXIX)

A las terceras Elecciones


Me temo que vamos hacia las terceras Elecciones Generales en menos de un año. La falta de patriotismo en unos, la avaricia de otros, la envidia de los perdedores, la sinrazón política… nos van a conducir a unos nuevos comicios, para ver si, por fin, el PP adquiere mayoría absoluta y regresa la gobernabilidad a España.
Ahora se explica uno tantas cosas de la historia patria. Ahora el español de a pie no logra entender cómo los políticos aspiran a medrar en la política. Ahora se entienden las reacciones de los que no creen en los partidos políticos. Ahora se patentiza la ausencia de valores democráticos. Ahora, sí, ahora.
Lo que no logro entender es la fobia contra un señor que, una y otra vez, vuelve a ser el más votado. Esa excusa de que llegaríamos a un acuerdo, siempre y cuando dicho señor se retire, me parece hasta demencial. Imagínense lo mismo aplicado a los cabezas de lista de cada facción política. ¿A qué estamos jugando? ¿Acaso no son los cabezas de lista los que salen en la propaganda electoral, siendo precisamente ellos los votados por el pueblo? ¿Es que se equivocan los que votan al adversario y no los que votan a tu representante? 
Y lo más curioso de todo esto es que, precisamente, a quien vota la mayoría es a la persona con más experiencia política. Porque, hoy por hoy, los Partidos que compìten con el ganador son unos imberbes políticamente hablando. Si siempre se ha dicho que más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer, ¿cómo se le convence al pueblo de que los niñatos que encabezan las listas perdedoras son los que deben ganar? O ¿es que la suma de niños conseguirían crear un adulto?
Pues, nada. Ahí están emperrados los niños, desautorizando la opinión del pueblo soberano, que se fía más de lo ya conseguido que de lo que ellos pueden ofrecerle, sabiendo que es, además, mentira inalcanzable. Pero así es la Política. ¡Pobre España!

Alfonso Gil González 

jueves, 28 de julio de 2016

CONCIERTOS ALFONSINOS N. 123

Música popular

No corras. Mira lo que tienes delante. Nada menos que la Sinfonía n. 6, op. 54 de SHOSTAKOVICH, en versión de la Orquesta Filarmónica de Nueva York, dirigida por Leonard Bernstein.
Ahora fíjate en los FAMOSOS TEMAS ORQUESTALES interpretados por los Musici Praguenses. Buena música ambiental para mientras se trabaja.
Y la cinta acaba con MÚSICA NAVIDEÑA. 
Existen nombres legendarios en el mundo de la música popular. Aun ligado al mundo de la canción de Navidad. Ya en los años 40 y 50 hubo grandes éxitos en este aspecto. Frank Sinatra ya cantaba, según puedes comprobar, el famoso “tamborilero”. Se crearon decenas de canciones refrendadas por el pueblo. Es la época de la creación de las “navidades blancas”. Los coros americanos alcanzaban casi la inmortalidad. Aquellas escuelas musicales aún se perpetúan, con voces que en nada desmerecen a aquellas de antaño. Los tiempos libres se cubrían con canciones navideñas, como esta de “primera navidad”, interpretadas al piano. Era una Navidad alegre y juvenil en su aspecto musical, como “santa Claus está llegando a la ciudad”. Paul Anka trae un mensaje de “Navidad en todos los sitios”.

Alfonso Gil González
Shostakovich

Temas orquestales



miércoles, 27 de julio de 2016

ENVEJECER


ENVEJECER
*

Viejas manos. Con el tiempo asumo 
caduca realidad de la materia. 
He dado tantas vueltas en la feria, 
que con ella termino y me consumo.

Si miro para atrás, es solo humo 
de torpe vanidad y de miseria. 
Pero aún llevo yo la filacteria 
con tu nombre de Padre, ¡oh Dios sumo!

Y ese nombre me es tan agradable, 
derrama tanto amor en mi vacío, 
que creo estar aún en la alborada.

Yo mudo quedaré, mas, mientras hable, 
a todos gritaré que en Ti confío, 
que Tú serás mi última morada.

Alfonso Gil González
Cehegín

martes, 26 de julio de 2016

GRANDES TEMAS PARA ENTENDER AL HOMBRE - 48

Los Macabeos

Los judíos llevaban ya muchos años alejados de los acontecimientos históricos. Se habían acomodado al dominio Persa, Alejandro pasó por Judea sin provocar conmociones, luego, tras unos pocos ajetreos, Judea quedó en manos de los Ptolomeos, que gobernaron con suavidad y, finalmente, cuando vieron que Antíoco III tenía las de ganar, los judíos se pusieron de su parte y tras la Quinta Guerra Siria fueron bien tratados. Las cosas en Canaán estaban más o menos como al comienzo de este periodo: los judíos poblaban Judea, y al norte, en el territorio que antaño fuera Israel, estaban los samaritanos, que practicaban una versión primitiva de la religión israelita, ajena a las modificaciones que el judaísmo incorporó en Babilonia. Judíos y samaritanos se tenían mutuamente por herejes y se odiaban radicalmente. Al norte de Samaria estaba Galilea, donde habitaban también algunos judíos, pero la población era mayoritariamente gentil. Las viejas idolatrías contra las que habían abominado siempre los judíos habían desaparecido hacía mucho, pero en su lugar había llegado a sus tierras una idolatría mucho más peligrosa: la cultura griega. Las costumbres griegas se estaban difundiendo por el mundo entero. Hasta los romanos, que derrotaban a los griegos en las batallas, eran vencidos por éstos en el terreno cultural, y estaban adoptando las formas griegas en la religión, en la literatura, en las costumbres, etc. El proceso de helenización en Judea había sido lento cuando dependía de Egipto, pero se aceleró bajo los seléucidas. Al mismo tiempo, los judíos más conservadores se escandalizaban al ver a algunos de sus conciudadanos helenizados y se aferraban radicalmente a las viejas costumbres.
Antíoco IV heredó los problemas monetarios de su hermano y siguió viendo en el templo de Jerusalén un posible remedio. No simpatizaba con el sacerdote Onías III, tal vez por su empeño de no ceder los tesoros o tal vez porque Antíoco IV había oído rumores de su trato con Heliodoro. El caso fue que el hermano de Onías III, llamado Josué, propuso un pacto a Antíoco IV: Podía nombrarlo a él sumo sacerdote (lo que le daría un gran poder sobre los judíos y la oportunidad de enriquecerse) y a cambio él le cedería una parte generosa del tesoro del Templo. Para tentar aún más a Antíoco IV, le prometió que impulsaría la cultura griega en Judea. Él mismo decidió cambiar su nombre hebreo de Josué por el nombre griego de Jasón.
Antíoco aceptó el trato. En 175 a. C. Onías III fue llevado en arresto a Antioquía y Jasón ocupo el sumo sacerdocio. Pronto empezó a cumplir su parte del trato. Antíoco IV obtuvo su dinero y Jasón creó un gimnasio en Jerusalén, donde los jóvenes acudían a ejercitarse al modo griego. Los judíos conservadores se escandalizaron por el arresto de Onías III y el expolio del Templo, pero lo que más les escandalizó fue el gimnasio. La tradición griega mandaba que los atletas se ejercitaran desnudos, y el desnudo público era inmoral para los judíos. Más aún, muchos jóvenes se ponían prepucios postizos para que no se notara que estaban circuncidados, con lo que renegaban así del distintivo fundamental del judaísmo. Por su parte, Jasón se embolsaba los beneficios que generaba el gimnasio.
En 173 murió Cleopatra, la madre de Ptolomeo VI, pero el rey era todavía menor de edad y cayó bajo la influencia de los generales que soñaban con recuperar los territorios perdidos en la última guerra siria, y así Egipto empezó a prepararse para una ofensiva.
En 172 el rey Eumenes II de Pérgamo alertó a los romanos de las intenciones del rey Perseo de Macedonia, y Roma no tardó en dar inicio a la Tercera Guerra Macedónica. Perseo contaba como aliados a los griegos y a los bitinios, pero éstos no tardaron en llegar a la conclusión de que no era buena idea enfrentarse a Roma. Pese a ello, Perseo se dispuso a combatir en solitario y reunió el mayor ejército que había formado Macedonia desde los tiempos de Alejandro Magno. Con él resistió varios años a los ejércitos que envió Roma.
Un primo de Jasón llamado Onías, pero que, siguiendo el camino marcado por su pariente, pasó a llamarse Menelao, ofreció a Antíoco IV otra porción del tesoro del Templo si le nombraba a él sumo sacerdote, y el rey volvió a aceptar.
Partia seguía gobernada por los descendientes de Arsaces, todos los cuales adoptaban oficialmente el nombre de Arsaces al llegar al trono, pero a menudo eran conocidos también por sus verdaderos nombres. Por ejemplo, en 171 murió Arsaces V o Fraates I y subió al trono parto Arsaces VI o Mitrídates I. Teóricamente Partia formaba parte del Imperio Seléucida, pero desde que murió Antíoco III eso no significaba nada en la práctica. No tardó en extender su territorio a costa de Bactriana.
En 170  murió el rey Farnaces I del Ponto y fue sucedido por su hermano Mitrídades IV. Entre tanto Onías III tuvo el valor de denunciar públicamente las prevaricaciones de Jasón y Menelao, y seguidamente se refugió en un templo griego de un suburbio de Antioquía. Parece ser que Menelao sobornó al gobernador del distrito para que convenciera a Onías III de que saliera del templo prometiéndole seguridad, pero apenas salió fue asesinado. En Judea se produjeron convulsiones y disputas sobre quién era o debía ser el sumo sacerdote. Antíoco IV no prestó atención, pues con el dinero que había conseguido del templo de Jerusalén y de otras fuentes estaba reclutando un ejército con el que esperaba devolver a su imperio el antiguo esplendor.
Egipto le dio la excusa para iniciar su campaña. Como respuesta a un mínimo ataque, Antíoco IV marchó sobre Menfis, donde capturó a Ptolomeo VI y se declaró rey de Egipto. Pero Alejandría no se rindió, y fue nombrado rey Ptolomeo VII, hermano de Ptolomeo VI. En 169 Antíoco IV marchó sobre Alejandría y le puso sitio, pero entonces recibió la noticia de que Jasón había intentado arrancar el sumo sacerdocio a Menelao por la fuerza, y que Jerusalén estaba en un estado de guerra civil. El ejército de Antíoco IV, a 550 kilómetros de sus fronteras, no podía permitirse que sus líneas de comunicaciones pudieran verse interrumpidas, así que el rey se vio obligado a volver apresuradamente a Judea, donde entró él mismo en el templo a la cabeza de un contingente armado y se llevó cuanto encontró de valor.
En 168 Roma envió a Macedonia a Lucio Emilio Paulo, hijo del cónsul que había muerto en Cannas. Obligó a Perseo a entablar combate en Pidna, en la costa egea de Macedonia. Sería la última vez que la falange se enfrentaría a la legión. Paulo ordenó a sus hombres que se introdujeran en las grietas que accidentalmente se producían en la falange tan pronto como aparecieran. La falange fue neutralizada y los romanos obtuvieron una victoria completa. Paulo recibió el sobrenombre de Macedónico.
Roma decidió terminar definitivamente con Macedonia. Perseo fue llevado prisionero a Roma, donde murió más tarde. La monarquía fue abolida y el territorio fue dividido en cuatro repúblicas. Realizó varias operaciones de castigo en Grecia porque algunas ciudades griegas mostraron simpatías por Perseo. La Liga Aquea era prorromana, pero una parte de sus ciudades componentes propuso que la Liga permaneciera neutral durante la guerra macedónica. Roma lo prefirió así porque no estaba segura de poder confiar en los griegos, pero luego decidió castigarlos por su tibieza. Mil de sus hombres principales fueron llevados a Roma como rehenes. Entre ellos estaba Polibio, que había conducido un contingente de caballería que la Liga Aquea había enviado en ayuda de los romanos, pero esto no fue tenido en cuenta porque se sabía que Polibio había sido uno de los principales partidarios de la neutralidad. No obstante, Polibio era un hombre culto que pronto trabó amistad con Paulo Macedónico y se convirtió en el tutor de sus hijos.
El rey Prusias II de Bitinia no se había atrevido a apoyar a su cuñado Perseo y había permanecido neutral durante la Segunda Guerra Macedónica. Por si acaso los romanos no consideraban aceptable la mera neutralidad, él mismo viajó a Roma y se postró a los pies de los senadores, a algunos de los cuales había obsequiado previamente con buenas muestras del oro bitinio. El apoyo romano le permitió expandir su reino a expensas de Capadocia.
Antíoco IV decidió liberar a Ptolomeo VI, y le dejó volver a Egipto con un ejército, con la esperanza de que reclamara el trono a su hermano y Egipto se viera envuelto en una guerra civil. Sin embargo, los dos hermanos se pusieron de acuerdo para gobernar juntos, por lo que Antíoco IV, irritado, marchó de nuevo sobre Egipto y llegó otra vez a la capital, pero en el ínterin ésta había pedido ayuda a Roma. Roma estaba ocupada en Macedonia, y no envió un ejército. En su lugar, cuando Antíoco IV llegó ante las murallas de Alejandría, un embajador romano salió a recibirle. Antíoco reconoció a un antiguo amigo de los tiempos en que había vivido en Roma y se apeó de su caballo para saludarlo con alegría, pero el embajador estaba allí para decirle únicamente que si no abandonaba Egipto tendría que enfrentarse a una guerra con Roma. Atónito, Antíoco IV pidió un tiempo para considerarlo, pero el embajador trazó un círculo alrededor del rey y le dijo: "piénsalo antes de atravesar este círculo".
Antíoco IV había marchado victorioso a través de Egipto, y disponía de un ejército con el que sin duda habría tomado Alejandría, pero tuvo que retroceder ante un solo romano desarmado. En la historia se han dado pocas humillaciones tan dramáticas. En 167, de vuelta en Antioquía, decidió que si los romanos le habían humillado los judíos no lo harían. Decretó que el templo de Jerusalén debía consagrarse a Zeus, identificado con Yahveh, y que en su altar se realizaran los sacrificios a la manera griega. Las escrituras judías debían ser destruidas, abolidas las regulaciones concernientes a la alimentación y al Sabath, y la circuncisión quedaba prohibida.
Los judíos conservadores no tardaron en rebelarse. La chispa estalló en la pequeña ciudad de Modín, fuera de los límites de Judea, donde un anciano sacerdote llamado Matatías se había retirado junto con sus cinco hijos. El tercero de estos hijos iba a ser el más famoso, y era conocido como Judas Macabeo, por lo que toda la familia acabó siendo conocida como "los macabeos". Los otros hermanos se llamaban Juan, Simón, Eleazar y Jonatán. Cuando un oficial de Antíoco IV llegó a Modín dispuesto a que se aplicaran las nuevas leyes, pidió a Matatías como dirigente judío eminente que diera ejemplo efectuando un sacrificio a Zeus según la costumbre griega. Matatías se negó y cuando otro judío se ofreció a cumplir la orden real, Matatías lo mató a él y al oficial seléucida.
Inmediatamente, la familia huyó a las montañas del Gofna, y pronto se les unieron otros judíos contrarios a las nuevas leyes, que formaron así una banda guerrillera. Matatías no tardó en morir, y Judas Macabeo quedó al mando. Pronto se les unieron bandas de jasideos (piadosos), el sector más conservador del judaísmo, que no tenía ningún interés político, y sólo echó mano de las armas ahora que se le prohibía profesar su religión. Las montañas del Gofna estaban en territorio samaritano, y el gobernador de la región, Apolonio, se apresuró a ocuparse de los insurrectos, pero pensó que sería cosa fácil y no tomó muchas precauciones. Su ejército fue tomado por sorpresa en una emboscada y Apolonio murió.
Por esta época los sacerdotes inventaron muchas historias sobre judíos martirizados en otros tiempos a causa de su religión y sobre cómo Yahveh les había ayudado y premiado debidamente. Así surgieron el libro de Judit y el libro de Daniel que, junto con dos libros sobre los macabeos, completaron los textos bíblicos. El libro de Daniel contiene varias historias que se atribuían primeramente a Abraham (aunque su origen era muy posterior a la época del patriarca), pero que fueron actualizadas y situadas en la época del destierro en Babilonia. En realidad los libros sobre los macabeos fueron cinco, pero los tres restantes eran totalmente ficticios y no fueron incluidos en la Biblia.
El Senado Romano decretó que los ciudadanos romanos estaban libres de impuestos directos. Roma tenía suficiente para abastecerse con las rentas de las provincias y los botines de guerra. También tomó una medida contra la isla de Rodas. Aunque había sido aliada de Roma, parece ser que vaciló en la guerra contra Perseo, así que Roma estableció un puerto comercial en Delos y desvió hacia allí su comercio, lo que supuso un duro golpe para la economía de Rodas. Por esta época se hallaba en la isla Hiparco, un astrónomo que estableció unas bases matemáticas tan firmes para la teoría geocéntrica (según la cual el Sol y los demás planetas giran alrededor de la Tierra), que permaneció indiscutida durante diecisiete siglos.
En 166 Antíoco IV envió un ejército mayor a Jerusalén, pero Judas Macabeo le tendió otra emboscada y el nuevo ejército fue destruido como el anterior. Antíoco IV se estaba quedando nuevamente sin fondos, así que decidió partir hacia el este para recuperar algunos territorios que poder explotar. Dejó la guerra judía a cargo de su ministro Lisias. En 165 Lisias reunió un ejército en Emaús, a mitad de camino entre Jerusalén y el territorio controlado por los macabeos. Judas permaneció a la espera, pues sus 3.000 hombres no eran suficientes para enfrentarse al ejército de Lisias. Éste terminó por impacientarse, pero cometió un error. Dividió su ejército, y envió sólo la mitad en busca de los macabeos. Entonces Judas atacó por sorpresa a la parte que se había quedado en Emaús, y luego sorprendió a la parte que regresaba sin éxito de la expedición. Ese mismo año Lisias dispuso de un nuevo ejército que fue nuevamente derrotado.
Las victorias de los macabeos habían puesto de su parte a un número suficiente de judíos como para intentar tomar Jerusalén. Las fuerzas seléucidas y los judíos helenizados todavía dominaban los puestos fortificados de la ciudad, pero en 165 los macabeos lograron apoderarse del Templo. Judas Macabeo procedió a consagrarlo nuevamente, purificándolo de la profanación seléucida. Echó abajo el altar donde se habían ofrecido cerdos a Zeus y quemó las piedras. Construyó un nuevo altar, lo dotó de nuevos vasos sagrados y se realizaron los sacrificios adecuados. Los judíos aún celebran hoy en día el aniversario de esta consagración.
A continuación, Judas Macabeo y su hermano Simón, marcharon hacia el norte con sendos ejércitos y poco a poco fueron destruyendo todo el dominio Seléucida de la región.
En 164 Ptolomeo VI y Ptolomeo VII riñeron, y el segundo expulsó al primero a Chipre, pero en 163 Ptolomeo VI logró hacerse de nuevo con el control de Egipto e instaló a su hermano en Cirene.
Ese mismo año murió el rey Ariarates IV de Capadocia, y fue sucedido por su hijo Ariarates V. También murió Antíoco IV en Persia, probablemente de tuberculosis. En principio, la sucesión recayó en su hijo Antíoco V,que tenía sólo nueve años, pero un primo suyo reclamó el derecho al trono. En efecto, Seleuco IV había tenido un hijo, llamado Demetrio, que había sido rehén en Roma como su tío Antíoco IV, pero ahora había logrado escapar y consiguió algunos partidarios entre los generales seléucidas. Antíoco V era en realidad la baza de Lisias, que se convirtió en su tutor para gobernar el Imperio.
En 162 un ejército seléucida mayor que los anteriores se enfrentó a los macabeos en Betzacaría. El ejército llevaba consigo un elefante, y Eleazar pensó que sobre él iría el propio Antíoco V, así que se abalanzó sobre él y lo apuñaló por el vientre, pero el elefante se desplomó sobre Eleazar y lo mató. A fin de cuentas, sobre el elefante no iba el rey. Por primera vez, Judas Macabeo fue derrotado, y tuvo que llevar los restos de sus tropas a las colinas del Gofna nuevamente, mientras las fuerzas seléucidas volvían a ocupar Jerusalén. Esta vez se cuidaron de interferir en el Templo. Lisias no quería conflictos con los judíos porque necesitaba concentrar sus fuerzas contra Demetrio. Sin embargo, ese mismo año Demetrio logró asesinarle a él y al rey Antíoco V, para a continuación ponerse al frente del Imperio como Demetrio I. Sus primeros pasos fueron encaminados a ganarse la amistad de Roma mediante regalos. Luego trató de controlar Judea de forma menos drástica que sus antecesores. Los judíos afirmaban que, desde que Salomón nombró a Sadoc Sumo Sacerdote, el cargo había permanecido ininterrumpidamente en su familia. Incluso al volver del destierro en Babilonia, fue nombrado Sumo Sacerdote Josué, que presuntamente pertenecía al linaje de Sadoc. Demetrio I encontró el hombre idóneo para poner al frente del Templo. Nombró sumo sacerdote a Eliakim, que fue aceptado por los judíos por ser del linaje de Sadoc y, al mismo tiempo, era partidario de la cultura griega, hasta el punto de que adoptó el nombre griego de Alcimo. Los jasideos dejaron inmediatamente el combate, y sólo quedó un pequeño grupo de radicales en el Gofna dirigidos por los macabeos. En principio no suponían un gran problema, pero Judas Macabeo tuvo una idea extremadamente peligrosa para Demetrio I: pedir ayuda a Roma. El libro I de los Macabeos contiene un pasaje muy interesante porque muestra la imagen que el mundo tenía de Roma en la época (el texto contiene exageraciones e inexactitudes):
Y oyó Judas la reputación de los romanos, y que eran poderosos, y se prestaban a todo cuanto se les pedía, y que habían hecho amistad con todos los que se habían querido unir a ellos, y que era muy grande su poder. Había también oído hablar de sus guerras, y de las proezas que hicieron en la Galacia, de la cual se habían enseñoreado y héchola tributaria suya; y de las cosas grandes obradas en España, y cómo se habían hecho dueños de las minas de plata y oro que hay allí, conquistando todo el país a esfuerzos de su prudencia y su constancia, que asimismo habían sojuzgado regiones remotas, y destruido reyes que en las extremidades del mundo se habían movido contra ellos, habiéndolos abatido enteramente, y que todos los demás les pagaban tributo cada año [...] [habla también de Antíoco, Eumenes y de los griegos], pero que con sus amigos, y con los que se entregaban de buena confianza en sus manos, guardaban amistad, y que se habían enseñoreado de los reinos, ya fuesen vecinos, ya lejanos, porque cuantos oían su nombre, los temían; que aquellos a quienes ellos querían dar auxilio para que reinasen, reinaban en efecto; y al contrario, quitaban el reino a quienes querían; y que, de esta suerte, se habían elevado a un sumo poder; que sin embargo ninguno de entre ellos ceñía su cabeza con corona, ni vestía púrpura para ensalzarse, y que habían formado un Senado compuesto de trescientas veinte personas, y que cada día se trataban en este consejo los negocios públicos, a fin de que se hiciese lo conveniente; y finalmente que se confiaba cada año la magistratura a un solo hombre [en realidad dos] para que gobernase todo el estado, y que todos obedecían a uno solo, sin que hubiera entre ellos envidia ni celos. [I Mac. VIII, 1-16]
Demetrio I se apresuró a tomar cartas en el asunto antes de que Roma pudiera intervenir. En 161 envió a las colinas del Gofna su general Baquides con un ejército que arrolló a los rebeldes. Judas Macabeo murió en la batalla, y sus hermanos Jonatán y Simón pudieron rescatar su cuerpo y enterrarlo en Modín.
En 160 las crónicas indias hablan de un rey Milinda, que en realidad era Menandro, lugarteniente del rey Demetrio de Bactriana, que realizó una expedición hasta la India y fundó un reino con capital en Singala. Menandro se convirtió al budismo. Al parecer, hubo otros reinos helenísticos en la India en esta época.

Revisión textual y foto selecta: Alfonso Gil

GUÍAS DE AUDICIÓN... 29


Sinfonía n. 4, en La mayor, op. 90 –ITALIANA-
y
El sueño de una noche de verano


La primera versión de esta Sinfonía “Italiana”, terminada el 3 de marzo de 1833, la estrenó el propio Mendelssohn el 13 de mayo en un concierto de la Sociedad Filarmónica de Londres. Son sus movimientos:
1- Allegro vivace. El tema se repite triunfalmente. 
2- Andante con moto. Está inspirado en una Procesión que el propio autor vio en Nápoles. 
3- Con moto moderato. En realidad es un minué elegante y amable.
4- Saltarello presto. Danzas combinadas.

La música incidental para “el sueño de una noche de verano” comprende: 
OBERTURA OP. 21, en Allegro molto.
SCHERZO op. 61, en Allegro vivace.
NOCTURNO op. 61, en Andante tranquilo.
MARCHA NUPCIAL, op. 61, en Allegro vivace.

Alfonso Gil González