Curriculums

Teología

miércoles, 30 de noviembre de 2016

MIS APUNTES PATRIOS (XLVIII)

Funeral de Estado


En mis viejos papeles de principios del siglo XXI, tengo reseñados el Funeral y entierro de Doña Mercedes, madre del rey de España, Juan Carlos I. El funeral se celebró en la Capilla del Palacio Real de Madrid, con representación del Gobierno de José María Aznar, nobleza, presidentes autonómicos, casas reales de Europa, el príncipe Felipe y, lógicamente, los Reyes de España. Cantó el Funeral un coro de monjitas, en español. Presidió la celebración el Arzobispo General castrense, José Manuel Estepa. Fue una ceremonia sencilla, emitida por Televisión Española.
Inmediatamente después, el féretro fue trasladado al Patio de la Armería, desde donde salió hacia el Monasterio de El Escorial. Miles de madrileños le mostraron su amor y gratitud a una de las mujeres más queridas y sencillas de la nobleza. Tras recibir el pésame la familia real, se rindieron honores de Reina a la Condesa de Barcelona fallecida, mientras las campanas de la catedral de la Almudena tañían lúgubres, se disparaban los 21 cañonazos de rigor y sonaba el Himno Nacional.
En los exteriores del Palacio, un inmenso gentío en silencio, amén de una voz femenina que gritó: ¡Viva la Reina! Imágenes todas sobrecogedoras y emotivas. Soldados de los tres Ejércitos daban escolta en todo el recorrido. Toda la Prensa se hizo eco de tan luctuoso acontecimiento, resaltando la singular figura de quien, tocándole ser reina, supo vivir su vida de anonimato y servicio humilde a la nación española.
El cortejo fúnebre, solemne, acompañado por la música del Regimiento Inmemorial del Rey n. 1, interpretando una Marcha de Pasión del teniente coronel Abel Moreno. Cortejo que iría hasta la puerta principal del Palacio Real. Allí, el féretro fue descendido del armón y depositado en un coche fúnebre para ser trasladado a El Escorial desde la calle Bailén de Madrid. En sendos automóviles subieron los Reyes y el Príncipe Felipe. El resto de la familia real y demás comitiva lo hacían en autobús fletado al efecto, que los llevaría al panteón de los reyes. Los vehículos, escoltados por la guardia real, motorizada,. Un helicóptero ofrecía imágenes aéreas del último viaje de Doña Mercedes.
Diversos personajes participaron en un coloquio televisivo sobre la personalidad y vida de la ilustre Dama, mostrando la TVE diversas fotografías de la misma. Era los primeros días de enero del año 2000.
En la explanada del monasterio escurialense, cientos de personas acogieron la llegada del real féretro. Toda la Comunidad de Agustinos, unos 50, acompañaron la procesión de entierro hasta el interior de la Basílica, donde tres religiosos de esa Orden recitaron el responso previo a la inhumación del cadáver de Doña María de las Mercedes, muerta a los 89 años, cuando pasaba unos días de descanso en la isla canaria de Lanzarote. 25 años estará el cadáver en la antecámara del Panteón de los Reyes, después de los cuales pasará a ocupar uno de los sarcófagos del real Panteón. Televisión Española y otras cadenas televisivas dieron una emisión detallada, ilustrándola con imágenes y reportajes de un indiscutible valor histórico.

Alfonso Gil

GRANDES ÓPERAS... 7

Parsifal

Ópera en tres Actos, compuesta por Richard Wagner, que también escribió el libreto basado en un poema de Wolfram von Eschenbach sobre una leyenda medieval. La ópera se estrenó el 26 de julio de 1882 en Bayreuth.
Parsifal fue el último drama de Wagner. Sus fragmentos más delimitados están confiados al coro. En la opinión de García-Pérez, se ha calificado este último drama wagneriano de sagrado y místico, aunque muchas voces cristianas se han levantado contra esta pretensión de algunos círculos musicales.La fantasía del genial compositor se vio tentada por un asunto que ya había rozado en "Lohengrin". En efecto, el caballero paladín de Elsa de Bravante decía que era hijo de Parsifal, jefe de los Caballeros del santo Grial. Pero lo verdaderamente nuevo en esta ópera es la figura de Kundry, santa y pecadora servidora del mal y del bien, tentadora del héroe y dispuesta a lavar sus pies.
Pero el valor musical de Parsifal está por encima de explicaciones y enigmas, y el sentimiento entre místico y sensual que late en ella representa una de las cumbres del arte humano.

Alfonso Gil

POESÍA... 1

La gloria de Dios


Cada nota que el viento murmura,
cada rayo de luz en el sol,
cada flor en la verde llanura
es un himno a la gloria de Dios.

Labradores que el bosque sombrío
disfrutáis de la tierra el favor:
el rumor de las mieses de estío
os enseña la gloria de Dios.

Es el mundo una lira sublime
que modula en eterna canción:
si suspira, si canta o si gime,
siempre, siempre, la gloria de Dios.

W. Martínez

lunes, 28 de noviembre de 2016

GUÍAS DE AUDICIÓN... 41

Gluck y Boccherini


CHRISTOPH WILLIBALD GLUCK
Orfeo y Eurídice
Alceste
Armide
(ARIAS)

Gluck nace en 1714 y fallece en 1787. Su “Orfeo y Euridice” se estrenó en Viena el 5 de octubre de 1762. Supuso una revolución en el campo musical. El autor había comprendido que llagaba el momento de romper con lo tradicional. De tema mitológico, la trama la soportan tres personajes. Orfeo logra penetrar en los Campos Elíseos, donde moran los espíritus virtuosos, para rescatar a su amada Euridice.
“Alceste “ es la segunda ópera reformista de Gluck. Se presentó en Viena el 26 de diciembre de 1767. El argumento es una adaptación de la tragedia de Eurípides. Alceste ofrece su vida a las divinidades infernales para rescatar de la muerte a su amado Admito.
“Armide” se estrenó en París en 1777. El argumento procede de un episodio de la epopeya de Jerusalén liberada, de Torcuato Tasso. Conserva trazos del mejor arte compositivo.


*
LUIGI BOCCHERINI
Concierto para violenchelo y orquesta en Si bemol mayor.

Grabación histórica, donde las hubiese. Boccherini nace en 1743 y fenece en 1805. De toda su obra, este Concierto es el que ha superado la prueba del tiempo. Aunque sometido a reformas, esta grabación es la más original Y bella. La orquesta abre con energía el inicio de la obra. El segundo movimiento, muy breve, es una página de belleza singular por su lirismo.
*
Alfonso Gil


GRANDES TEMAS PARA ENTENDER AL HOMBRE... 64


EL FIN DE LA DINASTÍA HAN 

El Imperio Parto nunca consiguió apoderarse definitivamente de Persia, que había mantenido una precaria independencia basada sobre todo en su defensa de la cultura irania y su repulsa absoluta a la cultura helénica. Así, Persia había sido el refugio de todos los habitantes del antiguo Imperio Persa, ahora Imperio Parto, que se oponían al helenismo de la clase dirigente. En 211, tras una disputada sucesión, el trono persa quedó en manos de Ardacher I (una forma posterior del viejo nombre real "Artajerjes"). Bajo su reinado, Persia se reorganizó y fue adquiriendo poder. Ello hizo surgir inevitablemente leyendas sobre su rey. Según estas leyendas, era nieto de un pastor llamado Sasán, que en tiempos de Marco Aurelio había reunido los distintos principados persas en un reino unificado. Por ello los descendientes de Ardacher I son llamados sasánidas.
Mientras tanto, el emperador Septimio Severo moría en Eboracum (la actual York). Según su voluntad, sus hijos Caracalla y Geta pasaban a ser coemperadores. Los dos hermanos se odiaban profundamente. Establecieron una rápida paz en Britania y marcharon a Roma a discutir sus diferencias. Caracalla esgrimió un argumento definitivo por el que se convertía en el único emperador, y fue que hizo asesinar a su hermano en 212, que murió en brazos de su madre. Luego eliminó a todos los que fueron testigos de su implicación en este asesinato, entre ellos a Emilio Papiniano, que había tratado de mediar entre los dos hermanos y terminó enemistado con ambos. Al frente de la guardia pretoriana puso a Marco Opelio Macrino, un caballero de origen mauritano que había alcanzado el rango de senador.
Antes de que acabara el año, Caracalla encontró un lugar en la historia al promulgar un edicto por el que todos los habitantes del Imperio adquirían la ciudadanía romana. La diferencia era más honorífica que práctica a estas alturas de la historia, e incluso es razonable pensar que la decisión no fue tomada por altruismo, sino porque había ciertos impuestos que sólo eran aplicables a los ciudadanos romanos, y así el Estado aumentaba sus ingresos.
No obstante, Caracalla es hoy más recordado por las famosas Termas de Caracalla. A lo largo de la historia romana el hábito de tomar baños había ido ganando popularidad, y con el Imperio se convirtieron en un símbolo de lujo. Proliferaban los baños públicos, grandes construcciones con distintas habitaciones, de modo que los bañistas podían pasar de un baño a otro con agua a distintas temperaturas, había habitaciones con vapor de agua, otras para hacer ejercicios, otras para ser untados con aceites y recibir masajes, otras para descansar, leer, conversar u oír recitaciones, etc. Las Termas de Caracalla eran unos gigantescos baños públicos que ocupaban más de trece hectáreas en Roma.
El precio de los baños públicos no era elevado, por lo que eran muy frecuentados. No obstante, los satíricos romanos y, sobre todo, los cristianos, consideraban decadente tanto lujo. En algunos baños entraban conjuntamente hombres y mujeres, lo que escandalizó a muchos moralistas, que suponían que allí tenía lugar toda suerte de perversiones, cosa que probablemente no era cierta.
A partir de 214 Caracalla otorgó un alto grado de participación en el gobierno a su madre, Julia Domna. Mientras tanto, él dirigió una brillante campaña ofensiva contra los germanos, a los que mantuvo a raya a lo largo del Danubio. Los caledonios dejaron de ser un problema, pese a la forma precipitada en que Caracalla había abandonado Britania. Ante todo, por esta época los documentos romanos dejan de referirse a los caledonios y, en su lugar, hablan de los pictos. En latín, picto significa "pintado". Es posible que el nombre haga referencia a una costumbre de pintarse o tatuarse la piel, tal vez como distintivo de los guerreros, aunque también puede ser que picto sea simplemente una deformación de un nombre tribal. No es plausible que los pictos hicieran desaparecer a los caledonios. Lo más probable es que los caledonios hubieran sido una tribu dominante que ahora era reemplazada por la de los pictos, si bien la población en su conjunto siguiera siendo la misma. Fuera como fuera, los pictos apenas presionaron la frontera romana durante mucho tiempo, debido a que se encontraron con problemas en el norte. En efecto, los irlandeses habían descubierto la piratería y se dedicaban a hacer incursiones cada vez más profundas en las costas de Caledonia. Estos piratas fueron conocidos genéricamente como Escotos, probablemente el nombre de alguna de las tribus gaélicas que tomaron parte en las incursiones.
Caracalla fue el segundo emperador romano que visitó Egipto, después de Adriano. Allí tomó una decisión que lo enemistó con todos los intelectuales de su tiempo, en particular con los historiadores: consideró que el museo de Alejandría llevaba ya mucho tiempo sin aportar nada valioso y suspendió la subvención estatal que hasta entonces había recibido. Probablemente la estimación de Caracalla no era desacertada, y también es cierto que las finanzas del Imperio no iban muy bien, por lo que la subvención al Museo era ciertamente un lujo difícilmente sostenible. A partir de entonces el ya decadente Museo aceleró su declive, y otra consecuencia fue que los historiadores acusaron a Caracalla de los crímenes más desaforados. Se dijo que miles de ciudadanos murieron cuando ordenó saquear Alejandría a causa de una ofensa insignificante. Tal vez su decisión sobre el Museo provocó algunos disturbios que tuvo que aplacar, pero los relatos al respecto son sin duda exagerados. No obstante, parece ser que en su momento perjudicaron sensiblemente la imagen del emperador.
El declive del Museo y la filosofía clásica en Alejandría coincidió con el auge del pensamiento cristiano. Por esta época murió Clemente, y la Escuela Catequética de Alejandría, que él había dirigido, pasó a manos de su discípulo Orígenes. Bajo su dirección, la escuela se convirtió en una auténtica escuela de Teología. Su padre había sido un mártir del cristianismo. Orígenes consagró su vida a los estudios religiosos y se dice que se castró a sí mismo para evitar distracciones. Escribió numerosas obras en las que comentaba e interpretaba las Escrituras Sagradas, así como obras en las que, siguiendo el ejemplo de su maestro, ponía la filosofía griega al servicio de la teología cristiana. Unos años antes, un filósofo platónico llamado Celso había escrito un libro sobre el cristianismo. Se trataba del primer libro pagano que analizaba seriamente el cristianismo, y su carácter técnico y racional no lo hicieron nada popular, hasta el punto de que no sabríamos nada de él si no fuera porque Orígenes lo reprodujo casi íntegramente en su libro Contra Celso. De este modo sabemos que Celso había afirmado que la teología cristiana había sido tomada de la filosofía griega y deformada en el proceso. Su argumentación era fría y desapasionada, y con ella ponía en evidencia que no era aceptable creer en vírgenes parturientas o en pescados que se multiplican.
En 215 el general chino Cao Cao logró finalmente someter el Estado occidental que había fundado Zhang Lu más de treinta años atrás. Cao Cao había convertido el Estado en una dictadura militar en la que los soldados profesionales y sus familias formaban una casta aparte. Estableció un sistema de promoción basado en el mérito y la recomendación que, junto al éxito de diferentes programas económicos, afianzaron su poder. No obstante, no pudo someter a las regiones del sur, sino que a lo máximo a lo que llegó fue a frenar su expansión en la batalla del Muro Rojo, que más tarde se convertiría en leyenda.
Caracalla no molestó a los cristianos, y éstos aprovecharon el periodo de calma para pelearse entre sí. En 217 murió san Ceferino, obispo de Roma, y se eligió como sucesor a Calixto, que era esclavo de un cristiano llamado Carpóforo. La decisión fue cuestionada y otras facciones eligieron como obispo a Hipólito, al parecer mucho más competente. Calixto promulgó un edicto por el que perdonaba a ciertos herejes, lo que le valió las críticas de Hipólito y otros rigoristas como Tertuliano.
La discusión principal entre los cristianos de la época era la naturaleza de Jesucristo. El problema era si Jesucristo era Dios o si, por el contrario, era sólo un hombre, un hombre santo, un enviado de Dios, pero no Dios. No cabe duda de que Jesús de Nazaret se hubiera escandalizado ante la idea de ser considerado Dios, al igual que les habría ocurrido a sus discípulos, pues todos ellos eran más o menos samaritanos ortodoxos, judíos en definitiva, y no podían admitir más dios que Yahveh. Los discípulos, que insistieron en el carácter mesiánico de Jesús, lo concebían probablemente como un enviado divino al estilo de Elías. Sin embargo, tal vez inadvertidamente, los discípulos de Jesús lo trataron a él y al Espíritu Santo como iguales a Dios, en el sentido de que los cristianos rezaban a Jesucristo, adoraban a Jesucristo, esperaban la llegada de Jesucristo como juez en el fin del mundo, etc.
San Pablo recogió estos planteamientos, pero nunca entró directamente en la cuestión de si Jesucristo era o no Dios. Simplemente, aún no se había formulado el problema abiertamente. Por supuesto, en sus cartas hay pasajes que se pueden interpretar como se quiera. En cualquier caso, lo cierto es que el Cristo Paulino reunía todos los requisitos para ser considerado un dios. El evangelio según san Juan parece reflejar la opinión de que Jesucristo y el Espíritu Santo existían junto con Dios desde el principio de los tiempos y que, de algún modo, eran parte de Dios. No obstante, la teología cristiana primitiva no era capaz de hilar mucho más fino.
La primera defensa teórica de la divinidad de Jesucristo provino de los gnósticos, pero era demasiado exagerada, pues concedía la divinidad de Jesucristo a costa de negársela a Yahveh o, al menos, de reducirla a un plano inferior. Esto entraba en contradicción directa con la doctrina apostólica. En estos momentos, la cabeza del pensamiento cristiano era la escuela teológica de Orígenes, en Alejandría. No era gnóstica, pues reconocía la divinidad de Yahveh, pero al mismo tiempo conservaba del gnosticismo la insistencia en la divinidad de Jesucristo. Los cristianos de Alejandría no habían tenido inconveniente en despreciar al dios de los judíos, pero jamás habrían aceptado que Jesucristo quedara en segundo plano frente a éste. El gnosticismo siguió existiendo durante un siglo, pero perdió poder en Alejandría (se conservó sobre todo en Asia Menor). En su lugar, los teólogos alejandrinos defendían el trinitarismo, ya presente como mero esbozo en la doctrina apostólica, según el cual Dios era a la vez Uno y Trino: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo eran a la vez tres personas distintas y una sola esencia o naturaleza. Para que este atentado a la matemática elemental (o este misterio, según la doctrina cristiana) pudiera pasar por una postura seria y respetable, era necesario apoyarlo con toda la sutileza de la filosofía griega debidamente prostituida, por lo que la defensa del trinitarismo comprometía a defender los más mínimos detalles de la teología que lo sustentaba, y no fueron pocos los que a lo largo de la historia trataron de adoptar alternativas más sensatas.
Por ejemplo, justo el año en que Calixto e Hipólito fueron nombrados simultáneamente obispos de Roma, Sabelio defendió que el Padre y el Hijo eran una misma persona en lugar de dos, lo que inmediatamente fue condenado como herejía por ambos obispos. Otras variantes de la doctrina de Sabelio incrementaban la herejía al afirmar que las tres personas eran manifestaciones diferentes de un único Dios. Quizá el fondo fuera el mismo, pero en el trinitarismo la forma lo era todo.
Mientras tanto Caracalla había iniciado una campaña contra los Partos. Parece ser que el rey Artabán IV se había negado a conceder al emperador la mano de una de sus hijas. Caracalla avanzó triunfante por Mesopotamia y llegó hasta el Tigris. Podría haber llegado más lejos sin problemas, pero fue asesinado por Macrino, que al parecer se creyó amenazado (no sabemos si justificadamente) por el emperador. Caracalla fue el último emperador romano enterrado en el Mausoleo de Adriano. Cuando Julia Domna se enteró de la muerte de su hijo se negó a comer y se dejó morir de hambre.
Macrino se proclamó emperador y nombró César a su hijo Diadumeniano. Trató de ganarse al ejército y al Senado con repartos de trigo y reducciones de impuestos. No obstante, los partos aprovecharon la crisis para recuperarse e invadir Siria. Macrino se vio obligado a firmar una paz bastante desfavorable que provocó la indignación de los soldados.
Caracalla no tenía descendencia, pero su madre, Julia Domna, tenía una hermana, Julia Mesa, la cual tenía dos hijas, Julia Soemias y Julia Mamea. Ambas estaban casadas y tenían sendos hijos. El hijo de Julia Soemias se llamaba Sexto Vario Avito Basiano, que aún no había cumplido los catorce años, pero ya era sacerdote en el templo del dios del Sol Elagabal, en Emesa, como lo había sido su bisabuelo Basiano. En 218Julia Mesa presentó a su nieto ante una legión romana que estaba en Emesa. Afirmó que era hijo de Caracalla y que se llamaba Marco Aurelio Antonino. Los soldados quedaron impresionados ante la seriedad y belleza del joven, y decidieron proclamarlo emperador. Fue más conocido por una deformación de Elagabal que, mezclado con Helios, el nombre griego del Sol, se convirtió en Heliogábalo. Macrino trató de resistir, pero fue derrotado cerca de Antioquía, donde murió junto con su hijo. Heliogábalo envió una carta al Senado en la que prometía seguir el ejemplo de Augusto y Marco Aurelio, y fue reconocido como emperador. Su entrada en Roma fue triunfal, y con él iban su madre, su tía y su abuela, que fueron las que realmente gobernaron en los años siguientes. Julia Mesa hizo que Heliogábalo adoptara a su primo Alexino, el hijo de Julia Mamea, que pasó a llamarse Marco Aurelio Severo Alejandro. El sobrenombre de Alexino o Alejandro se debe a que había nacido en (o cerca de) un templo dedicado a Alejandro Magno. Además recibió el título de César, lo que le convertía en heredero del Imperio.
Una gran piedra negra, centro del culto a Elagabal en Emesa, fue llevada a Roma e instalada en el Palatino. Elagabal fue convertido en el dios supremo del Imperio, para disgusto de los romanos, que veían cómo la corte se teñía cada vez más de unas costumbres y ritos orientales en detrimento de la propia tradición romana.


En 220 murió el general chino Cao Cao y su hijo Cao Pi asumió sus poderes. Más aún, aceptó la abdicación del último emperador Han y se proclamó a sí mismo emperador de Wei(el territorio que realmente dominaba). Así terminó la dinastía Han, al tiempo que el Imperio Chino se descomponía en tres reinos. En efecto, al año siguiente, en 221, Liu Bei afirmó pertenecer a la dinastía Han y, como legítimo heredero, se proclamó rey del Estado de Shu Han, al oeste. Sun Quan acató en un primer momento la autoridad imperial de Cao Pi, pero a cambio de ser reconocido como rey de Wu, en el este. A partir de 222 su reino fue totalmente independiente de Wei.
Ese mismo año murió Tertuliano. Unos años antes se había visto obligado a romper con la iglesia cartaginesa, pues era montanista y el montanismo había caído en la lista de las herejías, así que continuó su labor en una pequeña comunidad montanista cercana, desde donde siguió influyendo en el pensamiento cristiano de la época. También murió uno de los dos obispos de Roma, san Calixto, pero ello no resolvió el conflicto, pues sus partidarios eligieron como obispo a Urbano, así que Roma siguió teniendo dos obispos rivales: Urbano e Hipólito. Por último, también fue el año en que los romanos se cansaron definitivamente de su emperador impío Heliogábalo, de modo que él y su madre fueron asesinados por la guardia pretoriana. La piedra negra de Elagabal fue devuelta a Siria. No obstante, se respetó la sucesión prevista y el Imperio quedó en manos de su primo, Severo Alejandro. El nuevo emperador era menor de edad (tenía entre catorce y diecisiete años), así que su madre, Julia Mamea, ejerció de regente y su abuela, Julia Mesa, no perdió su influencia.
La madre de Alejandro creó una comisión de senadores y prestigiosos legistas para aconsejar al gobierno. Entre ellos estaban Julio Paulo, que había sido en su día rival de Papiniano,Domicio Ulpiano, que, por el contrario, había sido su asesor mientras fue jefe de la guardia pretoriana (Heliogábalo lo había desterrado, pero ahora fue llamado de nuevo a Roma y se convirtió prácticamente en un primer ministro), y Modestino, discípulo de Ulpiano.
En 224 el rey persa Ardacher I tenía bajo su mando a todos los poderes iranios y se enfrentó al rey parto Artabán IV, cuya dinastía era cada vez menos popular, ante las continuas y humillantes derrotas que había sufrido frente a los romanos. Se inició así una lucha entre partos y persas en la que cada vez los últimos ganaban más adeptos.
En 226 murió Jula Mesa, la abuela de Severo Alejandro, con lo que Julia Mamea se convirtió en la única autoridad real de Roma. Aunque las reformas emprendidas tuvieron algún efecto, la vida política romana no recuperó la estabilidad de tiempos anteriores. En 228 Ulpiano fue víctima de una conjuración por parte de la guardia pretoriana, que lo odiaba, y fue asesinado.
Artabán IV trató de llevar la guerra a territorio persa, pero fue derrotado y muerto en Ormuz, en la costa del golfo pérsico, tras lo cual Ardacher I marchó sobre Ctesifonte y allí fue reconocido como rey de lo que había sido el Imperio Parto, pero que ahora se convertía de nuevo en el Imperio Persa. Los historiadores se refieren a este nuevo Imperio Persa como Imperio Neopersa o Imperio Sasánida, para distinguirlo del anterior. Artabán IV es considerado como el último rey arsácida, si bien la dinastía siguió gobernando en Armenia durante varias generaciones.
El nuevo Imperio Persa era mayor que el Parto, pues incluía a Persia y pronto absorbió a la mayor parte del Imperio Kusana, ya en decadencia, cuya dinastía de reyes tokarios conservó únicamente un reducido territorio en las regiones montañosas del actual Afganistán. Había aún más diferencias entre los dos Imperios: Ardacher I acabó con la estructura feudal parta y creó un fuerte Estado centralizado. Además potenció el mazdeísmo, que acabó erradicando la cultura y la religión griega. El mitraísmo sobrevivió, pues al fin y al cabo era una forma de Mazdeísmo. Los persas consideraban a su imperio como la prolongación del antiguo Imperio Persa fundado por Ciro II, y aspiraban a recuperar todos los territorios que había gobernado Darío I. Esto incluía Asia Menor, Siria y Egipto, que ahora eran posesiones romanas, lo que no auguraba buenas relaciones entre ambos imperios.
Mientras tanto, Roma estaba aparentemente en calma. En 229 fue cónsul Dión Casio, que desde los tiempos de Septimio Severo había ido ocupando puestos relevantes, al tiempo que escribía libros de historia. De él tenemos una biografía de Cómodo y veinticinco de los ochenta libros que escribió en griego sobre la historia de Roma. Dispuso de buenas fuentes que usó con imparcialidad. Es sin duda el mejor historiador de la época.
Alejandro trató de hacer que las distintas religiones del Imperio convivieran en paz. Respetó a los judíos y se dice que hasta tenía una efigie de Jesucristo en su despacho. Así pues, la paz que los cristianos disfrutaban desde los tiempos de Caracalla no se vio interrumpida, lo que significa que pudieron continuar con sus luchas internas. En 230 murió san Urbano, el obispo de Roma, pero sus partidarios siguieron negándose a aceptar al otro obispo, Hipólito, y eligieron para el cargo a Ponciano. Las disensiones entre los partidarios de uno y otro debieron de provocar disturbios, porque las autoridades terminaron interviniendo y los dos obispos fueron desterrados y condenados a trabajar en las minas de Cerdeña.
Los persas invadieron las provincias orientales del Imperio y el emperador tuvo que marchar al este. En su ausencia, los germanos atravesaron el Rin e hicieron correrías por las Galias. No se sabe muy bien cómo acabó la guerra contra Persia, pues Alejandro entró triunfante en Roma en 232, pero se sospecha que hubo más propaganda que victorias reales. Luego marchó a la Galia (con su madre detrás) y allí no encontró otra forma de deshacerse de los germanos que ofrecerles generosas sumas de dinero. Los soldados consideraron indigno este proceder y en 235 mataron al emperador y a su madre.
Ese mismo año murió Dión Casio, así como los dos obispos de Roma, Ponciano e Hipólito, agotados por el trabajo en las minas. Los cristianos de Roma habían comprendido que tener dos obispos enfrentados era un lujo que no se podían permitir en los tiempos que corrían (y menos aún ahora que acababa de morir el emperador), así que no dudaron de que ambos obispos habían tenido tiempo y ocasión de limar sus diferencias, los declararon santos a los dos y se pusieron de acuerdo para elegir un único obispo, Antero.
www.uv.es/ivorra/Historia/Indice.htm
Revisión textual y foto selecta: Alfonso Gil

TEMAS MUSICALES... 7

La música romántica


Pocos períodos en la historia de la música han poseído un ideario tan definido y singular como el Romanticismo. Incluso su nombre ha adquirido una propiedad adjetival y ha sido acuñado para designar un arte sensible y arrebatado, producto de una concepción individualista del mundo. Con razón Enrico Fubini señalaba que la música romántica es la apoteosis del subjetivismo.
Ya en los últimos años del siglo XVIII comenzó a vivirse, en el arte de os sonidos también, una crisis de iluminismo, plasmada sobre todo en el declive de la moda italiana y en el auge de la música instrumental, cuya tendencia llevó al redescubrimiento de maestros del pasado como Johann Sebastian Bach.
El nuevo lenguaje había adquirido a principios del siglo XIX una función reflexiva y filosófica, destinada a describir esa mezcla de entusiasmo e introspección característica de los artistas románticos. Ahora la música se equiparaba al claroscuro sentimental que Caspar David Friedrich buscó en sus lienzos o Ludwig Tieck en sus páginas.
(Planeta- Agostini)
Veamos algunos ejemplos: 
Tchaikovsky
Brahms

Beethoven
Alfonso Gil



sábado, 26 de noviembre de 2016

PERSONAJES DE LA BIBLIA... 49


Cam

(V.A. Jam). Hijo de Noé y progenitor de una de las tres grandes razas de hombres cuya tabla etnográfica aparece en Génesis 10. Dondequiera que se enumera a los tres hijos de Noé en la Biblia, se coloca a Cam entre Sem y Jafet. Podemos deducir, sin embargo, por Gén. 9,24 que esta enumeración no está basada en su edad, puesto que se habla de Cam como “el hijo menor” de Noé, comparado, aparentemente, con sus dos hermanos. El único incidente en la vida de Cam después del Diluvio registrado en la Biblia es el narrado en Gén. 9,21-24. Cam ve a su padre bajo la influencia del vino yaciendo desnudo en su tienda. Él se lo dice a sus hermanos, quienes respetuosamente cubren alpatriarca. La secuela hace evidente que en esa ocasión Cam fue culpable de una gran irreverencia, pues cuando Noé oye de la conducta de sus hijos bendijo a Sem y a Jafet, con su posteridad, y pronuncia una maldición, no sobre Cam, sino sobre su hijo Canaán y sus descendientes, prediciendo que serán siervos de sus hermanos. (Para un tratamiento más amplio de este punto vea, Canaán, cananeos.
Los Camitas
Los nativos y tribus que descienden de Cam se enumeran en Gén. 10,6-20. Se dividen en cuatro grandes familias: Kus, Misráyim, Put y Canaán. Los kusitas se encuentran en los valles del Éufrates y el Tigris, en Arabia, y también en África. Misráyim es Egipto. Put, menos conocido, parece haber ocupado las regiones al oeste de Egipto, en especial de Libia. Canaán comprendía las numerosas tribus cuyo país fue posteriormente ocupado por Israel. Los camitas, en consecuencia, se dispersaron por una inmensa extensión de territorio. Ellos fundaron los más grandes imperios de la antigüedad, Asiria, Babilonia,Egipto, Fenicia. En Asia fueron pronto sustituidos o subyugados por los semitas. En África también han sido vencidos, en el transcurso del tiempo, por las razas de Sem y de Jafet. Este sometimiento ha significado, en general, el triunfo de una civilización superior, la moral más pura, y una religión más espiritual. (Ver Lenormant, "Hist. Orient l'ancienne", I, 96 ss).

Fuente: Reilly, Wendell. "Cham, Chamites." The Catholic Encyclopedia. Vol. 3. New York: Robert Appleton Company, 1908. <http://www.newadvent.org/cathen/03566b.htm>.
Traducido por Luz María Hernández Medina.

Revisión textual y foto selecta: Alfonso Gil

TÍPICA ESPAÑOLA... 6

Agua, azucarillos y aguardiente

Obra de Federico Chueca, nacido en 1846 y fallecido en 1908, es un sainete que se estrenó en el Teatro Apolo el 23 de junio de 1897. La letra es de Miguel Ramos Carrión. Es una de las obras que mejor representa el género chico. Está ambientada en el Madrid de finales del siglo XIX y las escenas se suceden en lugares bien conocidos del público. Era el mes de agosto de un verano cualquiera. El argumento gira alrededor de un enredo de carácter económico en el que están implicados los protagonistas. Todos están endeudados con un tal Aquilino. Y va apareciendo el tema amoroso, la seducción, los apuros económicos, los celos, el timo, la nostalgia de las niñeras gallegas, y hay un pasacalle de homenaje a la verbena de San Lorenzo.

Alfonso Gil

viernes, 25 de noviembre de 2016

ASPECTOS MORALES DE LA EXISTENCIA... 5

La Ecología

La ecología estudia las leyes biológicas que regulan las relaciones entre los organismos y su ambiente natural; estudia también el comportamiento del hombre en el ámbito de la naturaleza. Así la define el profesor Filippo Appendino, de cuyo trabajo estractaremos lo siguiente:
- El término "ecología" fue propuesto en 1866 por Haechel: viene de oikos, habitación, y de logos, estudio. E desarrollo de esta disciplina biológica, muy lento hasta el primer decenio del siglo XX, se hizo rápido primero en los grandes países agrícolas (Estados Unidos, Canadá, Rusia) y luego, a causa de sus implicaciones prácticas, en todo el mundo.
- La intervención del hombre en el ambiente se remonta a mucho antes de la era histórica. El hombre entonces no se sentía amo de la creación, sino su esclavo y su víctima. El surgir de otras exigencias, como la de procurarse vestido, refugio y utensilios, fue ya significativo como instancias que el hombre terminaría planteando a los recursos naturales.
- Desde el punto de vista humano, los factores de influjo sobre el ambiente natural, además de las catástrofes naturales, fueron: el uso del fuego empleado para abrir espacios, el nomadismo y luego el establecimiento de comunidades humanas, las civilizaciones fluviales y la construcción de las primeras ciudades, las grandes migraciones en Asia y Europa por parte de fundadores de imperios, y el ejercicio de determinadas actividades de cazadores, leñadores, carboneros, mineros y pastores. 
- En tiempos recientes, los factores de influjo sobre el ambiente natural son: las utilizaciones del suelo, la vida al aire libre, los efectos del transporte terrestre y marítimo, la movilidad actual y sus alteraciones,...
- Un libro de la Unesco, aparecido en 1969, llevaba este título: "Estamos haciendo inhabitable el planeta". Y ya en 1970, la Conferencia Europea de Estrasburgo nos daba un cuadro de la situación: los efectos de la construcción, los efectos de la industrialización, las consecuencias de la explotación agrícola...
- El Concilio Vaticano II no trataba explícitamente el tema "Hombre y ambiente", pero aportaba elementos suficientes acerca de la relación entre el hombre y el universo, al hablar de los bienes creados, lo que existe, las cosas, la naturaleza, al tierra y el universo y sus recursos. Hoy, más que nunca, para hacer frente al aumento de la población y atender a las crecientes aspiraciones del género humano, se tiende justamente a aumentar la producción de bienes en la agricultura y en la industria y a la prestación de servicios.
- Es necesario y urgente un cambio radical en la conducta de la humanidad si ésta quiere estar segura de sobrevivir. Pero la crisis ecológica no debe llevarnos a caer en determinadas tentaciones, como serían: la disminución del número de convidados -ya saben ustedes- o el derroche y carrera de armamentos para mantener posiciones de poder y de prestigio, así como el escandaloso comercio internacional.
"EL HOMBRE, QUE HA SABIDO SOMETER EL ÁTOMO Y VENCER EL ESPACIO, ¿SABRÁ DOMINAR TAMBIÉN EL PROPIO EGOÍSMO?"

miércoles, 23 de noviembre de 2016

ÉPOCAS MUSICALES... 5

Luigi Rodolfo Boccherini

Compositor italiano, nacido en Lucca el 19 de febrero de 1743, y fallecido en Madrid el 28 de mayo de 1805.
Experto violonchelista que influyó en las formas musicales de los cuartetos de cuerda, y el primer compositor de música para un quinteto de cuerdas y piano.
Con 13 años de edad estudió violonchelo en Roma con el maestro Giovanni Battista Contanzi, que era director musical en la Basílica de San Pedro. Debutó en Viena, en 1760, con sus Seis Tríos para dos violines y chelo, op. 1. En 1764 regresó a Lucca, donde compuso varios Oratorios. Tras la muerte de su padre, en 1766, vivió en París, donde sus composiciones fueron publicadas. Más tarde vino a Madrid, donde compuso música de cámara para el Infante Don Luis. Al morir éste en 1785, el rey Carlos III le pasó una pensión a Boccherini. Asistió, luego a la coronación de Guillermo II de Prusia, y, vuelto a Madrid, murió en la pobreza bajo el reinado de Carlos IV.

Concierto para chelo
De la música nocturna de Madrid
Fandango
Qinteto para cuerdas n. 2

Alfonso Gil

CANCIONERO MUDO... 4

La Huida a Egipto

El capítulo 2 del Evangelio de san Mateo narra la huida a Egipto, por parte de la Sagrada familia, y la muerte de los niños inocentes, por parte del rey Herodes. No sólo los reyes Magos volvieron a casa por otro camino, sino que Jesús, José y María, tuvieron que huir a tierras de Egipto para poder salvarse el Niño de la matanza de tantos inocentes menores de dos años. Ya sabemos que el evangelista hace dos citas de los profetas Oseas y Jeremías para enmarcar ambos acontecimientos. Pero, leyendo los versículos 13 al 18, me he quedado con esta frase: Y -se sobreentiende José con su familia- regresó a la zona de Galilea. Y, al llegar, habitó en una ciudad que se llama Nazareth. Trascribo la propia traducción de san Jerónimo: Et secessit in partes Galilaeae. Et veniens habitavit in civitate, quae vocatur Nazareth.
Se había percatado antes de que había muerto quien buscaba la vida del Niño. Al entrar en tierras de Israel, se da cuenta José de que el hijo de Herodes, Arquelao, reina en Judea, y decide, a causa del miedo, retirarse lo más posible de su enemigo. Será la primera vez que, junto con el texto lucano de su primer capítulo evangélico, Nazareth entre en la historia bíblica. Por eso me llama la atención el texto citado. Porque cuando Jesús viene a ti, aunque seas un perfecto desconocido para el resto de la humanidad, ya tu vida participa de la Historia de la Salvación. A partir de ahora, Jesús será llamado el "nazareno". No te avergüences tú de serlo con él. Y allí pasó unos treinta años, toda una vida, toda tu vida. No lo olvides.
Alfonso Gil

GENIOS DEL PENTAGRAMA... 5

Georges Bizet

Compositor francés, nacido el 25 de octubre de 1838 y fallecido el 3 de junio de 1875, y famoso por su ópera Carmen (1875).
Pertenecía a una familia toda ella musical. Estudió, desde los diez años, en el Conservatorio de París. Sus bellas composiciones lograron el Premio de Roma en 1857. Después de tres años en Roma, retorna a París en 1860. Escribió música sinfónica, música para piano y 15 óperas.
Voy a intentar mostrar algunas de sus obras.
Farandole de la Arlesiana
Habanera de Carmen
Los pescadores de perlas
Agnus Dei
Juegos de niños
 Alfonso Gil

martes, 22 de noviembre de 2016

LECCIONES DE COSAS... 4

El ejercicio de la disciplina

Recuerdo, allá por 1959, todavía existía la costumbre de que, en el Noviciado, los lunes, miércoles y viernes, profesos y novicios acudieran, llamados por la campana, a los pasillos del Monasterio, para el "ejercicio de la disciplina". Era ya caída la tarde. Se cerraban las ventanas para que no entrara nada de luz y, dejando libre la espalda, cada religioso se flajelaba mientras se recitaba en común el salmo 50: Miserere mei, Deus... Apiádate de mi, Señor, según tu gran misericordia. Era lo suficientemente largo el salmo como para propinarse unas cuantas decenas de golpes con la "disciplina".
La "disciplina" era, pues, una especie de cilicio o látigo con ramales, hecho generalmente de cuerda de cáñamo, que terminaba en cabos más recios del mismo material. No llegaba la sangre al río. Y algunos, me temo, que hacían más ruido dándole a la pared que contra sí mismos. Pero el acto penitencial era impresionante. La vocación y los deseos de perfección eran capaces de amortiguar cualquier dolor. Por otra parte, como cada cual se daba a sí mismo, tenía la libertad de hacerlo con mayor o menor fervor o intensidad; con lo que la salud quedaba resguardada. Era más molesto el frío del invierno.

Alfonso Gil

MAESTROS INOLVIDABLES... 6

Wolfgang Amadeus Mozart


Vino al mundo en Salzburg (Austria) el 27 de enero de 1756, y partió de él, en Viena, el 5 de diciembre de 1791. Es un compositor que, junto con Haydn, representa el clasicismo del siglo XVIII. Su estilo y virtuosismo es de una calidad extraordinaria, manifestado en sus óperas, en su música de cámara, en sus sinfonías, en sus conciertos para piano y en cuanto escribió sobre el pentagrama.
Niño prodigio, acompañado por su hermana en sus interpretaciones pianísticas, su padre los paseó por toda Europa. Desde 1775, se puso al servicio del arzobispo en Salzburgo hasta 1781. En este 1781 compone en Munich la primera de sus óperas, Idomeneo, Pasa a Viena, donde compone para el emperador José II. Es en este tiempo cuando compone su ópera Las bodas de Fígaro, 1786, y Don Giovanni, 1787. realizó la fusión de la ópera italiana y la música alemana. Asimiló corrientes en boga, como el minué. la música rococó, la fuga y el contrapunto, jugando con la riqueza de las combinaciones instrumentales en favor de una expresividad prerromántica.
Murió en la miseria con 36 años.


Concierto piano n. 21
Sinfonía n. 25
Misa Solemne K. 427

Concierto para oboe K. 314


Alfonso Gil

ESPAÑOLEANDO... 4

Pedro Antonio de Alarcón

Nace en Guadix (Granada), el 10 de marzo de 1833, y muere en Valdemoro (Madrid) el 10 de julio de 1891. Su nombre completo era Pedro Antonio Joaquín Melitón de Alarcón y Ariza.
Famoso escritor por su novela El sombrero de tres picos, consiguió una considerable reputación como periodista y poeta. Escribió El hijo pródigo en 1857. Se alistó como voluntario en la campaña de Marruecos de 1859/60. Ello le sirvió para su Diario de un testigo de la guerra de África.  Vuelto a la península, sirvió a la causa liberal, como editor, en el periódico El látigo. Pero entre los años 1868 y 1874 vio arruinada su reputación política. En cambió, su literatura fue "in crescendo". Fue un maestro del costumbrismo. Sus novelas más importantes fueron: El final de Norma, de 1855, El escándalo, de 1875, El niño de la bola, de 1880, y La Pródiga, de 1882. Escribió, además, cuentos y narraciones cortas como: El clavo, Cuentos amatorios, Historietas nacionales, etc...

COMPOSITORES DE AYER... 6

Robert Schumann


Nació el 8 de junio de 1810, en Sajonia, y murió el 29 de julio de 1856, también en Alemania.
Es un compositor reconocido particularmente por su música para piano y por su sinfonismo. Está en la cabeza del romanticismo alemán. Su escritura musical es fantástica, subjetiva y lírica. Ya a sus 6 años recibió educación musical. Intentó estudiar leyes en la Universidad de Leipzig, pero su tiempo lo dedicó a la música. Fue alumno de piano de Friedrich Wieck, en 1830, y llegó a casarse con su hija Clara. Su música pianística más famosa está escrita entre los años 1834 y 1840. Desde 1835 a 1844 fue editor de Neue Zeitschrift für Musik. Llegó a ser nombrado director de música en Düsseldorf. Pero, a partir de 1854, a causa de sus alucinaciones, tuvo que ser ingresado en un centro psiquiátrico. Moriría dos años más tarde.
Respecto a su obra, compuso numerosos lieders y más de cuarenta obras para piano. Después se dedicó especialmente a la música de concierto. De hecho, su Concierto para piano y orquesta es una de sus composiciones más célebres. Igualmente conocidas son sus cuatro Sinfonías (la Quinta quedó incompleta) y sus Oberturas.
Concierto para piano y orquesta
Concierto para violín y orquesta
Sinfonía n. 2
Estos claros ejemplos muestran la belleza de su música.
Alfonso Gil

lunes, 21 de noviembre de 2016

CURSO CATEQUÉTICO... 4

La Catequesis como mensaje

Proseguimos con las clases del profesor Pascual Maymí, plenas de pedagogía religiosa:

- A veces las fórmulas han llegado a tener una importancia excesiva en la pedagogía catequística.
- A menudo la Catequesis se ha enfocado como enseñanza de una doctrina, entendida como conjunto de nociones y verdades precisas y fuertemente estructuradas. La teología misma estaba deformada en el mismo sentido. Frente a lo abstracto empezó a contar también el sujeto, su psicología. En lugar del método exegético tenemos pues el método evolutivo.. Por obra de Max Scheler y de su escuela se viró hacia la fenomenología y la teoría de los valores. La escuela activa introdujo una dimensión importante: que entre los factores de educación hay que tomar en cuenta no sólo las palabras sino la acción misma.
- La renovación del contenido fue la gran inquietud del movimiento kerigmático, nacido con J.A, Jungmann, en Innsbruck, a partir de 1936. Para él, el kerigma es la doctrina cristiana en cuanto destinada a ser objeto de anunciación o predicación. El dogma hay que conocerlo, pero el kerigma hay que pregonarlo. El fin de la enseñanza religiosa es el catecumenado. El resultado del movimiento kerigmático fue el nuevo Catecismo Católico, publicado en 1955, y que se atiene a las etapas formales del método de Munich: exposición, explicación y aplicación. La catequesis como doctrina se veía ampliamente desbordada por otros elementos: los valores, el diálogo, la vivencia...
- La comunión hay que subrayarla y relacionarla con las otras dimensiones de la catequesis. Para ello hay que atender tres niveles: la "Antropología", cuya primacía corresponde a la intersubjetividad; la "Revelecaión y fe" y la "Catequesis". Por consiguiente, toda catequesis tiene un triple quehacer: instruir, formar e iniciar. Pero este triple quehacer no debe llevarse a cabo separadamente. La Catequesis es la actividad que actualiza la revelación divina para educar y acrecentar la fe. Por tanto, inicia en el encuentro, forma en una mentalidad cristiana y enseña una doctrina que precisa y agrupa los hechos y las verdades.
- Pero esto no debe bastarle al catequista: además de preocuparse por el qué, tiene que pensar en el cómo y en el a quién. El movimiento kerigmático nos recordó cosas importantísimas: la necesidad de volver a las fuentes, para conectar realmente con los interrogantes reales de la juventud. Se fue hablando cada vez más de enfoque antropológico e incluso de catequesis antropológica, en función de la cultura y de las necesidades de cada ambiente, porque la palabra de Dios es para el hombre. Es imposible motivar de veras a la gente si lo que se les propone no responde a preguntas que ellos mismos se han formulado de alguna manera y a las que quieren encontrar respuesta.
- La catequesis actual va desplazando su centro de gravedad de los contenidos hacia el sujeto: partir del hombre e incluso centrarse en el hombre, ya sea a partir de algo extrínseco al sujeto o a partir de la experiencia vivida por cada cual. La catequesis tiene que ser las dos cosas a la vez. La Biblia misma es mucho más que doctrina: es experiencia y vida.

Alfonso Gil

MÚSICA DEL BARROCO... 6

George Friedrich Haendel

Conciertos para Órgano op. 4

Siguiendo el comentario de Donald Burrows, durante toda su vida la fama musical de Haendel se debió en buena parte a su talento como organista. La introducción del órgano en las representaciones teatrales de Haendel fue una consecuencia casual de las circunstancias que rodearon la introducción de los oratorios en las temporadas operísticas londinenses. Así nacieron los primeros conciertos para órgano completados por Haendel hacia 1735. El inmediato éxito de la op. 4 estimuló a cultivar este género de composición.
He aquí unos ejemplos de esta magna obra:
Alfonso Gil

ESPIRITUALIDAD... 26

La luz de la fe

(3)

Continúo resumiendo su mensaje:
-El centro del ser, el secreto más profundo de todas las cosas, es la comunión divina. Quien confiesa la fe, se ve implicado en la verdad que confiesa.
- Amando aprendemos a ver la realidad con los ojos del otro, y eso no nos empobrece, sino que enriquece nuestra mirada.
- La fe revela hasta qué punto pueden ser sólidos los vínculos humanos cuando Dios se hace presente en medio de ellos.
- La luz de la fe no disipa todas nuestras tinieblas, sino que, como una lámpara, guía nuestros pasos en la noche, y esto basta para caminar.

CONCIERTOS ALFONSINOS N. 142

Guitarra y Piano


Lo primero que se escucha es la GUITARRA ESPAÑOLA: Los cuatro muleros, La nana de Sevilla, El café de Chinitas, El Vito, Los peregrinitos y Las tres hojas. Todo esto en la versión conjunta de Paco de Lucía y Ricardo Madrego.

Lo segundo que se escucha es MÚSICA PARA PIANO. Eran Tres preludios vascos, del Padre Donostia, en  versión del pianista Félix Lavilla. 
Viene, ahora, en versión para orquesta, la Obertura mediterránea, de DARIO MILHAUD.
Seguidamente, es E. Richter quien interpreta la Sonata n. 7 en Si bemol mayor para piano, de PROKOFIEV.
Después, Concierto n. 5 para violín y orquesta, de HENRY DIETON. Lo interpreta la Orquesta de Minesota con la dirección de Niville Marriner.
GESUALDO, Madrigal, cantado por el Collegium Vocale de Colonia.
Hay un fragmento del Concierto para piano y orquesta n. 2 de Mendelssohn.
Y, por último, ¡qué maravilla!, Baladas de CHOPIN tocadas al piano por su mejor intérprete, Arthur Rubinstein.

Alfonso Gil
Guitarra española
Padre Donostia
Prokofiev
Gesualdo
Chopin


MIS APUNTES PATRIOS (XLVII)

Memoria obligada


Me doy cuenta que, entre mi archivo audiovisual, tengo un documento muy útil para estos 80 años de la tragedia más grande por la que pasaron nuestros mayores: la guerra civil del 36. La TV acababa de emitir, hace años, un documental titulado “¿Por qué perdimos la guerra?”, en el que intervinieron Claudio Sánchez Albornoz, Fray Bonifacio Ataún, Julián Gorkin, Diego Abad de Santillán, Iñaqui de Azpiazu, Joseph Tarradellas, Manuel de Irujo, Valentín González “el Campesino”, Vicente Guarner, Eduardo de Guzmán, José Prat, Rafael Alberti, Juan Manuel Molina, Antony María Sbert, José García Prados, Víctor Alba, Fernando Collado y Eduardo Val.
En todos los conflictos españoles hubo vencedores, pero un solo vencido: el pueblo español. Un pueblo católico, pero profundamente anticlerical.
Se veía la España de ayer: agrícola, pobre, proletaria. El inicio de la República. El abandono de Alfonso XIII. El problema agrario. Casas Viejas. Asturias. El Nacionalsocialismo. El Fascismo. El Anarquismo. El Socialismo. El Frente Popular. El complot militar. El Alzamiento. La reacción republicana: el Coronel Escobar. Triunfo popular en Cataluña. En Madrid, el Cuartel de la Montaña. Toledo y su Alcázar. España dividida en dos. Movilización general en ambos bandos. Durruti. “El romancero libertario”. Las Brigadas Internacionales, a pesar de la “no intervención”. Rusia. CNT, FAI, UGT… Los bombardeos. La huída de los pueblos. El exilio. FRANCO. El oro a Moscú. Los niños de la guerra. La defensa de Madrid. La marcha del Gobierno. La Junta de Defensa: “No pasarán”. El cerco a Madrid. La caída de Málaga. La represión. La derrota italiana en Guadalajara. Comunismo y Anarquismo, en contra. Miaja. Guernica: Bombas pesadas, ametrallamiento callejero, bombas incendiarias.
La Cruzada. La ayuda de Italia y Alemania. El exterminio del POUM. La batalla del Ebro. Un mes después, la ofensiva de Cataluña. La derrota definitiva. La victoria de Franco y del Nacionacatolicismo. El inútil escape por Alicante. Medio millón de españoles marcharon al extranjero. Los vencidos pagaron con su vida, con la cárcel o con el silencio.
¡Que no vuelva a repetirse jamás!


Alfonso Gil

domingo, 20 de noviembre de 2016

GRANDES ÓPERAS... 6

Richard Wagner

Siegfried

Utilizando las palabras del crítico musical Jesús García, Sigfrido es la tercera parte de El anillo del Nibelungo que subió por primera vez al escenario el año de la inauguración de "Bayreuth", el 16 de agosto de 1876, y fue, junto con El ocaso de los dioses, la parte de la tetralogía que se libró del forzado preestreno que deseaba Luis II.
Los protagonistas del estreno fueron los legendarios Gerard Unger y Amalie Materna, y Hans Richter dirigió la orquesta en el foso de la Festpielhaus.
En Sigfrido, el héroe por excelencia, se centran las fuerzas presentes en toda la Tetralogía wagneriana. Hijo de Siegmund y Sieglinde, reúne a la vez la nobleza y la fuerza de su abuelo Wotan, un dios, y de sus padres humanos, en una síntesis perfecta. Sólo él no conoce el miedo, sólo él es capaz de matar al dragón que simboliza el mal y las tinieblas. Cuando él aparece, Wotan se esfuma, abandona, sabe que tiene la batalla perdida. Sigfrido es noble y desprendido: no quiere el oro y sí el amor. Pese a morir en la parte siguiente, su obra perdurará siempre: el dominio de los dioses, arbitrario y mítico, será sustituido por el del hombre, racional, pero también capaz de amor y de misticismo.
Esta parte de la tetralogía contiene fragmentos de rara inspiración, como el de la forja de la espada, que intenta en vano el deforme Mime, pero para Sigfrido es cosa de niños, y sobre todo los Murmullos de la selva, con el canto del pájaro representado por el clarinete, y que en la ópera resulta fraccionado por la acción, pero en el concierto, reunido armónicamente por el mismo Wagner, constituye una de las páginas más bellas de toda la literatura concertística wagneriana.


sábado, 19 de noviembre de 2016

VIDA BREVE

LA VIDA BREVE

*
Dicen que nada es verdad, 
dicen que nada es mentira, 
dicen que todo se mira 
con bondad o con maldad.

Si lo malo y lo bueno 
parecen son realidades, 
déjate de vanidades 
y pon a tus males freno.

Que si tu vida desbocas 
cual indomable caballo, 
¿te podrá servir el sayo 
que, devoto, te colocas?

Mira que todo se pasa, 
mira que tu vida llega,
tras esta dura refriega, 
a su medida y su tasa.

Vive, pues con gozo y calma 
los cortos días postreros, 
y serán cual los primeros 
a los que Dios puso alma.

Alfonso Gil González
Cehegín, noviembre 2016

GUÍAS DE AUDICIÓN... 49

JOSEPH HAYDN

Sinfonía en re mayor, H. I, n. 101, -EL RELOJ-

Haydn compuso 107 sinfonías. Había nacido en 1732, y vino a morir en 1809. Durante cuarenta años hizo casi exclusivamente producción sinfónica. Aunque ya veremos que fue grande, igualmente en otras partituras.  Estuvo al servicio del príncipe Esterhazy. Sus viajes a París y Londres influyeron positivamente en sus posteriores composiciones.
Movimientos de esta Sinfonía:
1- Adagio-Presto. Tras una patética introducción, crea una atmósfera tensa.
2- Andante. Es un tema con variaciones.
3- Minuet. Particularmente notable es el trío central.
4- Vivace. Para concluir, Haydn escoge un rondó con variaciones. Se produce un sorprendente cambio a la tonalidad menor.
*


Sinfonía en  Sol mayor, H. I. n. 94, -LA SORPRESA-

Esta sinfonía lleva como segundo título “el golpe del timbal”. Se estrenó en Londres, el 23 de marzo de 1792. Estos son sus movimientos:
1- Adagio cantabile. Movimiento con tres temas muy bien desarrollados.
2- Andante. Es la canzoneta más sencilla e igenua compuesta por Haydn.
3- Minuet. Tema r´tmico con cierta brusquedad.
4- Allegro di molto. Hacia el final tiene lugar una nueva e importante intervención del timbal.
*


Alfonso Gil

GRANDES TEMAS PARA ENTENDER AL HOMBRE... 63


PABLO DE TARSO  

Durante los últimos años del reinado de Tiberio, el cristianismo continuó extendiéndose. En la mayor parte de las ciudades de la mitad oriental del Imperio Romano había comunidades judías. Era frecuente que los judíos viajaran de tanto en tanto a Jerusalén a sacrificar en el Templo, y muchos volvían con la nueva de que el Mesías había llegado, lo cual suscitaba inmediatamente el interés general. Los apóstoles viajaron a muchas de estas ciudades predicando su doctrina. Las autoridades religiosas judías veían en el cristianismo una herejía y una probable fuente de problemas políticos con los romanos, así que hicieron cuanto pudieron por hacerlo desaparecer. En 35 llegaron noticias a Jerusalén de que en Damasco había una próspera comunidad cristiana, y Saulo fue enviado a combatirla. Según la Biblia, por el camino le sucedió esto:
Caminando, pues, a Damasco, ya se acercaba a esta ciudad cuando de repente le cegó de resplandor una luz del cielo. Y cayendo en tierra oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Y él respondió: ¿Quién eres tú, señor? Y el Señor le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Dura cosa es para ti dar coces contra el aguijón. Entonces, temblando y despavorido, dijo: Señor, ¿qué quieres que haga? (Act. IX, 3-6)
Lo que sigue es un poco enrevesado, pues Saulo tenía compañeros de viaje y obviamente Jesús no podía hablar mucho con él. El relato cuenta que Saulo quedó ciego, fue conducido a Damasco y allí recobró la vista al tiempo que Jesús le daba instrucciones a través de un tercero. El caso es que a partir de ese momento Saulo se otorgó a sí mismo el título de Apóstol de Cristo. Más exactamente, dijo que el mismo Jesús se lo había otorgado, y empezó a predicar el cristianismo. Resulta natural preguntarse qué movió a Jesús a aparecérsele a Saulo. La Biblia contiene varias "excusationes non petitae" salidas de su pluma que sugieren una respuesta:
¿Acaso no tenemos derecho de ser alimentados por vosotros?, ¿por ventura no tenemos también facultad de llevar en nuestros viajes alguna mujer hermana [para que nos asista] como hacen los demás apóstoles y hermanos del Señor?, ¿o sólo Bernabé y yo no podemos hacer esto? [...] Si nosotros hemos sembrado entre vosotros bienes espirituales, ¿será gran cosa que recojamos un poco de vuestros bienes temporales? Si otros participan de este derecho a lo vuestro, ¿por qué no más bien nosotros? Pero, con todo, no hemos hecho uso de esa facultad. Antes bien todo lo sufrimos por no poner estorbo alguno al evangelio de Cristo. ¿No sabéis que los que sirven en el templo se mantienen de lo que es del templo, y que los que sirven al altar participan de las ofrendas? Así también dejó el Señor ordenado que los que predican el Evangelio vivan del Evangelio. (I Cor. IX, 4-14)
También os hemos enviado con él al hermano nuestro, que se ha hecho célebre en las iglesias por el Evangelio, el cual, además de eso, ha sido elegido por las iglesias para acompañarnos en nuestros viajes, y tomar parte en el cuidado que nosotros tenemos de procurar este socorro [para los pobres de Jerusalén] por la Gloria del Señor y para mostrar nuestra pronta voluntad, con lo que tendemos a evitar que ninguno nos pueda vituperar con motivo de la administración de este caudal, pues atendemos a portarnos bien no sólo delante de Dios, sino también delante de los hombres. (II Cor. VIII, 18-21)
Saulo de Tarso debió de marcarse de muy joven el objetivo de conseguir tal vez fama, tal vez prestigio, tal vez poder, o tal vez un poco de todo. Su primer intento fue poner todo su empeño en convertirse en un fariseo ejemplar, pero durante sus años de persecución del cristianismo debió de advertir el potencial de la nueva secta. Los cristianos, impresionados por el inminente fin del mundo, tenían una fe mucho más firme que los demás judíos, seguían fielmente a sus líderes y además apenas estaban organizados. En suma, debió de llegar a la conclusión de que le resultaría mucho más fácil convertirse en un líder cristiano que en un líder judío. Con la saña que había demostrado contra los cristianos tenía difícil que Pedro lo admitiera entre los suyos, así que se le debió de ocurrir la idea de apelar a una instancia superior.
El caso es que Saulo entró en Damasco y allí no se dedicó a combatir, sino a predicar el cristianismo, precisamente a los judíos entre los que estaban los que habían pedido ayuda a las autoridades de Jerusalén para que les libraran de los herejes cristianos. Éstos se volvieron contra él escandalizados y, al parecer, planearon matarlo. Saulo tuvo que huir de Damasco y volver a Jerusalén. Allí trató de entrar en los círculos cristianos, pero no halló sino desconfianza, hasta que un cristiano llamado Bernabé lo presentó a los apóstoles, a quienes tuvo ocasión de contar la historia de su conversión. Los apóstoles le recomendaron que volviera a Tarso por su seguridad. Probablemente trataron de quitárselo de encima y Saulo así lo comprendió, pues más adelante negaría que este encuentro hubiera tenido lugar (aunque está en la Biblia, Act. IX, 19-30). Afirmó que tras su conversión había pasado tres años sin contacto alguno con los apóstoles. Puede que fuera así, y puede que permaneciera quieto en Tarso durante algún tiempo.
El rey parto Artabán III había sido derrocado en una revuelta prorromana, pero en 36 recobró el trono con el apoyo de Roma. Poncio Pilato fue destituido por Tiberio. Al año siguiente, en 37, el emperador murió durante un viaje. Según había decidido, su sucesor fue Cayo Julio César, uno de los hijos de Germánico, que a la sazón tenía 25 años. Había pasado su infancia con sus padres en un campamento militar en Germania, donde el niño se convirtió pronto en una especie de "mascota" de los soldados. Germánico lo aprovechó para mantener alta la moral de sus hombres. Lo solía vestir con uniforme militar, y los legionarios pusieron al pequeño y encantador Cayo el sobrenombre de "botitas", en latín Calígula, y así fue conocido toda su vida. A diferencia de Augusto o Tiberio, Calígula no se había educado en la antigua tradición romana. Pasó su juventud en la corte imperial, rodeado de lujo, pero también de intrigas palaciegas, por lo que se hizo receloso y temeroso. Entre sus amistades estaban muchos príncipes de los reinos satélites de Roma, que solían frecuentar la capital. Probablemente estos amigos describieron con detalle a Calígula la magnificencia de las cortes orientales y el inmenso poder de sus reyes.
Uno de ellos era Herodes Agripa, hijo de Aristóbulo, uno de los dos hijos que el rey Herodes de Judea había tenido con su esposa macabea, Miriam. Desde que Herodes hizo matar a Aristóbulo, Herodes Agripa fue criado en Roma por Antonia, cuñada de Tiberio (viuda de Druso, madre de Germánico). Al parecer, unos meses antes de que Tiberio muriera había sugerido a Calígula la posibilidad de asesinar al emperador. Tiberio se enteró y lo encarceló, pero tras su muerte Calígula lo liberó y le dio el título de rey. Le asignó la tetrarquía que había gobernado Herodes Filipo y algunos territorios más.
La corte recibió encantada al nuevo emperador. Parecía más liberal y agradable que Tiberio. Era tan liberal que gastó en un año todo el excedente del tesoro público que Augusto y Tiberio habían ahorrado en casi setenta años de prudente gobierno. Peor aún, antes de que acabara su primer año de mandato cayó gravemente enfermo, y la enfermedad le afectó al cerebro. Los historiadores romanos dijeron que en realidad Calígula estuvo perturbado desde siempre, y tal vez algo había de cierto. El caso es que se convirtió en un déspota y usó su inmenso poder para satisfacer toda clase de caprichos.
Calígula protegió a las religiones orientales. En 38 el culto a Isis pasó a ser oficial, como ya lo era el culto a Cibeles. Por esta época Séneca era uno de los más famosos abogados de Roma y también el orador senatorial más aclamado.
El estado estaba en bancarrota, así que Calígula decidió llamar a Roma a Tolomeo, el rey de Mauritania, nieto de Cleopatra y de Marco Antonio. Lo hizo asesinar y confiscó el tesoro mauritano. Luego intentó convertir el reino en una provincia romana, lo que dio lugar a una rebelión. Ese mismo año, Herodes Antipas se quejó a Calígula de que su sobrino Herodes Agripa disfrutara del título de rey mientras que él sólo era un tetrarca. Calígula evitó la discriminación destituyendo al tetrarca, enviándolo al exilio y anexionando su territorio al reino de su amigo Herodes Agripa.
Augusto y Tiberio habían recibido tras su muerte honores divinos. En vida recibían ciertas distinciones divinas, pero Calígula decidió que quería ser tratado exactamente como un dios. Se vestía como Júpiter y ordenó que su imagen sustituyera a la del padre de los dioses en los templos. Así se hizo, hasta en las partes más remotas del Imperio. Esto llevó inevitablemente a un conflicto con los judíos. Una de las comunidades judías más importantes era la de Alejandría, donde eran frecuentes las disputas entre judíos y griegos. Los judíos no sólo se negaban a participar en los servicios religiosos oficiales, sino que tampoco aceptaban alistarse en el ejército, pues la legión llevaba consigo prácticas religiosas incompatibles con su fobia a la idolatría. Pese a los disturbios que se ocasionaron, la imagen de Calígula fue introducida por la fuerza en las sinagogas.
En Jerusalén los judíos se hubieran matado para evitar que la imagen de Calígula entrara en el Templo. Pero no hizo falta, porque Herodes Agripa pudo convencer al emperador de que los gastos militares que conllevaría combatir el fanatismo judío no merecían la pena. No obstante, la crisis fortaleció a la secta de los zelotes, que propugnaba la guerra contra Roma.
Ese mismo año Saulo de Tarso se encontró por segunda vez (o por primera vez, según él) con los apóstoles Pedro y Santiago en Jerusalén. Tal vez confiaba en que, después de tres años de ausencia, ya nadie se acordara de su pasado. Tal vez con este fin decidió cambiar su nombre judío Saulo por el romano Paulo o Pablo. El caso es que de Jerusalén pasó a Antioquía junto con Bernabé, convertido ya en discípulo suyo, dispuesto a predicar el evangelio. Al parecer fue por esta época en Antioquía donde los "nazarenos" empezaron a ser llamados "cristianos".
Pablo debió de hacer pocos progresos convirtiendo judíos, y ello le hizo volverse hacia los gentiles. Comprendió que el núcleo del cristianismo podía ser atractivo para cualquier hombre o mujer, y que entre los gentiles no tendría que chocar contra los prejuicios de la ortodoxia. A partir de entonces se dedicó a vender el cristianismo más popular posible, lo que requirió modificaciones drásticas de la doctrina que predicaban Pedro y los otros apóstoles. El Cristo del que hablaba Pablo (esencialmente el Cristo en el que creen los cristianos actuales) difería en muchos aspectos del Cristo de Pedro y los demás apóstoles (y, por supuesto, en muchos más aspectos del Jesús histórico). Por ello a este Cristo se le conoce como el Cristo paulino.
El Cristo paulino coincidía con el de los otros apóstoles en que era el Mesías y, más aún, en su naturaleza divina. (La naturaleza divina de Cristo estaba más o menos implícita en la predicación de los apóstoles, aunque sólo más adelante los cristianos iban a plantearse cómo debía entenderse esto. Usando un lenguaje posterior, Jesús pasaba a ser el Hijo único de Dios, partícipe de su misma naturaleza.) Es muy probable que Jesús hubiera considerado blasfemas estas ideas si hubiera llegado a oírlas:
¿Por qué me llamas bueno? Sólo Dios es bueno. (Mt. XIX, 17)
Sin embargo, el Cristo paulino había muerto y resucitado para redimir a todos los hombres, judíos o no. Jesús había ordenado a Pablo predicar el evangelio también a los gentiles, pues también ellos podían salvarse si tenían fe en Cristo, pese a:
Yo no soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. (Mt. XV, 24)
Uno de los motivos por los que los gentiles eran reacios a abrazar el cristianismo era que ello exigía que aceptaran los ritos judíos, particularmente la circuncisión. Así lo mantenían Pedro y los demás apóstoles:
No penséis que yo he venido a destruir la Ley ni los profetas. No he venido a destruirla, sino a darle cumplimiento. Que con toda verdad os digo que antes faltarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse perfectamente cuanto contiene la Ley, hasta un solo ápice de ella. (Mt. V, 17-18)
Por el contrario, el Cristo paulino había anulado la Ley de Moisés y de los otros profetas. En palabras de Pablo:
Jesucristo nos redimió de la maldición de la Ley haciéndose por nosotros objeto de maldición, pues está escrito: Maldito todo aquel que es colgado de un madero. Y todo esto para que la bendición de Abraham cupiese a todos los gentiles por Jesucristo, a fin de que, por medio de la fe, recibiésemos la promesa del Espíritu. (Gal. III, 13-14)
El argumento parece débil, pero ello se debe a que es un pequeño fragmento. En sus cartas Pablo aporta toda clase de razones en virtud de las cuales, la antigua Alianza que Dios había establecido con los judíos a través de Abraham quedaba sustituida por una Nueva Alianza establecida con todos los hombres a través de Jesucristo. (Pablo hablaba en griego, y la palabra griega que significa "alianza", también significa "testamento". Cuando, más adelante, el cristianismo se extendió por la mitad occidental del Imperio Romano, sus predicadores hicieron más daño al latín que los romanos a sus personas, y así en la jerga cristiana se habla de un "Antiguo Testamento" frente a un "Nuevo Testamento", pero no hay que deducir de aquí que Yahveh estuviera pensando en morirse.)
Y Dios es el que asimismo nos ha hecho idóneos para ser ministros del Nuevo Testamento, no de la letra [de la Ley], sino del Espíritu, porque la letra mata, mas el Espíritu vivifica. (II Cor. III, 6)
En otras palabras, los cristianos ya no estaban sujetos a los aspectos formales de la Ley, sino a su espíritu. En consecuencia, ya no había motivo para circuncidarse, abstenerse de comer "alimentos inmundos" como el cerdo, celebrar las festividades judías, abstenerse de trabajar en sábado, etc. Por el contrario, el Cristo paulino comparte con el Jesús histórico su mensaje de amor y mansedumbre, sólo que ahora es verdaderamente universal:
El amor sea sin fingimiento, tened horror al mal y aplicaos perennemente al bien, amándoos recíprocamente con ternura y caridad fraternal, procurando anticiparos unos a otros en las señales de honor o deferencia. No seáis flojos en cumplir vuestro deber, sed fervorosos de espíritu acordándoos de que es al Señor a quien servís. Alegraos con la esperanza del premio, sed sufridos en la tribulación, en la oración continuos, caritativos para aliviar las necesidades de los santos, prontos a ejercer la hospitalidad. Bendecid a los que os persiguen, bendecidlos y no los maldigáis. Alegraos con los que se alegran y llorad con los que lloran. [...] A nadie volváis mal por mal, procurando obrar bien no sólo delante de Dios, sino también delante de todos los hombres. No os venguéis por vosotros mismos, sino dejad que pase la cólera, pues está escrito: A mí me toca la venganza, yo haré justicia, dice el Señor. Antes bien, si tu enemigo tiene hambre, dale de comer, si tiene sed, dale de beber, que con hacer eso amontonarás ascuas encendidas sobre su cabeza. No te dejes vencer del mal, mas procura vencer al mal con el bien. (Rom. XII, 9-21)
Ahora bien, el Cristo paulino no tenía la vena cínica radical del Nazareno: El reino de los cielos está abierto por igual a ricos y pobres, poderosos y humildes. Para seguir a Cristo no hay por qué renunciar a las posesiones y riquezas, pero tampoco dejar de pagar impuestos o desobedecer a la autoridad. Pablo insiste mucho en que el cristiano no ha de dar pie a ninguna clase de censura, crítica o escándalo (no sólo hay que obrar bien delante de Dios, sino también delante de todos los hombres).
Al mismo tiempo que prescindió de las costumbres judías, Pablo potenció nuevos rituales. Por ejemplo, los apóstoles usaban el bautismo como símbolo de la conversión al cristianismo, recordando que Jesús fue bautizado por Juan el Bautista. Ello conllevaba el perdón de los pecados. Pablo convirtió el bautismo en símbolo de la fe en Cristo, de modo que mientras los judíos (y los cristianos según la concepción de Pedro y los otros apóstoles) distinguían entre circuncisos e incircuncisos, los cristianos de Pablo distinguirían entre bautizados y no bautizados. Con ello el cristianismo de Pablo se liberaba de toda conexión con el nacionalismo judío.
También puede considerarse a Pablo el instaurador de la eucaristía en sentido moderno. El texto más antiguo conocido sobre la institución de la eucaristía está en una de sus cartas:
Porque yo aprendí del Señor lo que también os tengo enseñado, y es que el Señor Jesús, la noche misma en que había de ser traidoramente entregado, tomó el pan, y dando gracias lo partió y dijo: Tomad y comed; éste es mi cuerpo, que por vosotros será entregado; haced esto en conmemoración mía. Y de la misma manera tomó el cáliz, después de haber cenado, diciendo: Este cáliz es el Nuevo Testamento en mi sangre; haced esto cuantas veces lo bebiereis, en memoria mía. Pues todas las veces que comiereis este pan o bebiereis este cáliz, anunciaréis la muerte del Señor hasta que venga. (I Cor. XI, 23-26)
Es posible que Pedro y los demás discípulos idearan la eucaristía como una forma de legitimar su autoridad: Jesús les había hecho comer su cuerpo y su sangre, de modo que estaba en el interior de todos ellos. Pero la versión que aparece en los evangelios es prácticamente idéntica a la cita precedente, y el Cristo que habla es sin duda el Cristo paulino. Fue Pablo quien convirtió el misterio de la eucaristía en un rito de comunión (unión conjunta) de Cristo y los cristianos, tal vez inspirado en las religiones mistéricas, cuya finalidad era fortalecer el contacto del hombre con Dios (parece ser que Pablo estaba familiarizado con ellas, aunque no era un iniciado). Al comer el pan y beber el vino, el hombre recibía a Cristo en su seno, lo que le exigía la responsabilidad constante de ser digno de ello:
Porque quien lo come y bebe indignamente, se traga y bebe su propia condenación, al no hacer el debido discernimiento del Cuerpo del Señor. (I Cor. XI, 29).
En definitiva, Pablo aprovechó la ligera, algo confusa, y algo torpe reforma del judaísmo que habían iniciado Pedro y sus apóstoles, para ponerse a la cabeza de una reforma mucho más sólida, articulada y fundamental, de la que quedaban excluidos en principio los propios judíos (salvo que abrazaran la fe en Jesucristo), pero que a cambio admitía en su seno a cualquier hombre o mujer, judío o gentil. Pablo era un hombre con la suficiente cultura como para sentar las primeras bases de lo que sería la futura teología cristiana. La imagen del cristiano preconizado por Pablo es el cristiano típico de las películas de romanos, que contrasta en muchos aspectos con la imagen que los evangelios dan de los propios discípulos de Jesús:
Se llegaron entonces los demás, y echaron la mano a Jesús, y le prendieron. Y he aquí que uno de los que estaban con Jesús, tirando de la espada, hirió a un criado del príncipe de los sacerdotes, cortándole una oreja. (Mt. XXVI, 50-51) [En Jn. XVIII, 10 se da el nombre del que saca la espada: es Simón Pedro.]
El cristianismo de Pablo no tardó en demostrar su enorme fuerza. En los años siguientes logró crear en Antioquía una importante comunidad cristiana acorde a sus planteamientos.
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Revisión textual y foto selecta: Alfonso Gil