Desde mi celda doméstica
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jueves, 19 de enero de 2017

CANCIONERO MUDO... 6

Bautismo de Jesús

Leemos, al final del capítulo 3 del evangelio de Mateo, que Jesús fue desde Galilea hasta la zona del Jordán donde Juan bautizaba, pues también él quería ser bautizado por su primo. Pero Juan no quería, pues pensaba que era él quien tendría que ser bautizado por Jesús. Mas, como debía cumplirse "toda justicia", Juan cedió y bautizó a Jesús. Una vez que salió del agua, se le abrieron los cielos y vio descender sobre él al Espíritu de Dios en forma de paloma, al tiempo que una voz decía: Este es mi hijo amado, en el que me he complacido. En latín dice exactamente: Hic est filius meus dilectus, in quo mihi complacui. 
Nos bautizan demasiado pronto como para poder tomar conciencia de nuestra "filiación divina". Pero eso debe ser una tarea de padres, padrinos y catequistas. Observo que apenas hay espacio y tiempo para la educación en la fe de esta verdad. Nuestros hijos se crían como si no hubieran sido bautizados. Es decir, los hemos llevado a las aguas bautismales sin el conocimiento ni el compromiso que, por ejemplo, asumió Jesús. Ello supone una pérdida de felicidad nada desdeñable. El día que cada ser humano sea consciente de pertenecer a la única "filiación", abrigo la esperanza de que el mundo será razonablemente más bello y habitable.

Alfonso Gil
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