Cristo en el desierto
Los once primeros versículos del capítulo 4 del evangelio de Mateo nos habla de esta situación.
Jesús fue conducido por el Espíritu hacia el desierto para ser tentado por el diablo. Allí estuvo ayunando durante cuarenta días completos y, naturalmente, llegó a tener hambre. Ocasión ésta para que el tentador se le presentara con tres tentaciones que afectan a todo ser humano y que Cristo resuelve con tres coherencias con la voluntad de Dios: Non in solo pane vivit homo, sed in omni verbo quod procedit de ore Dei, es decir, "el hombre no sólo vive de pan, sino de la palabra que sale de la boca de Dios"; Non tentabis Dominum Deum tuum, o sea, "no tentarás al Señor tu Dios", y Dominum Deum tuum adorabis et illi soli servies, que significa: "Adorarás al Señor tu Dios y a él solo servirás".
Es entonces, cuando vencidas las tentaciones, el diablo se aleja y se acercan los ángeles para servirle.
Alfonso Gil