Fin y vigilancia
Siguiendo las charlas de san Doroteo de Gaza, hoy nos toca este tema trascendental:
- ¿Quién nos devolverá el tiempo si nosotros lo perdemos? Somos tan negligentes que ni sabemos por qué hemos salido, ni sabemos qué es lo que buscamos. Y por eso no progresamos, y caemos siempre en la aflicción. Aunque no hayamos alcanzado todavía la perfección, el solo hecho de desearla es ya el comienzo de nuestra salvación.
- Las virtudes son un punto medio entre el exceso y la falta. El mal es la enfermedad del alma privada de su salud natural, es decir de la virtud.
- Hay tres estados para el hombre: el que pone por obra sus pasiones, el que las controla y el que las arranca de raíz. Estos tres estados tienen un largo proceso. Todo pecado cometido es merecedor del infierno.
- Los Padres han dicho que todo lo que el alma rechaza es de poca duración.
- Además de nuestro examen cotidiano, debemos examinarnos cada año, cada mes y cada semana, preguntándonos: ¿Dónde me encuentro ahora respecto de aquella pasión que me abatía la semana pasada? Igualmente cada año: El año pasado he sido vencido por tal pasión, ¿cómo me encuentro ahora? De esta manera debemos interrogarnos cada vez para ver si hemos hecho algún progreso, si hemos permanecido estancados, o si nos hemos vuelto peores.
Alfonso Gil