Desde mi celda doméstica
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martes, 4 de julio de 2017

ESPIRITUALIDAD... 39

Me basta que Jesús viva

Es mucho más difícil recibir a Jesús en el corazón que verlo con los ojos o escuchar hablar de él; y la acción del Espíritu Santo es mucho más poderosa sobre los sentidos del hombre interior que la de los objetos corporales sobre los sentidos exteriores.
Pienso que tal vez nunca habéis amado a Jesús, vivo o muerto o resucitado.
En esto reconocerás con certeza que tu espíritu revive plenamente en Cristo: es lo que está diciendo desde el fondo del corazón: "Me basta que Jesús esté vivo". Grito de fe digno de los amigos de Jesús. Afecto purísimo que se expresa así: "Si Jesús vive, me basta. Si él vive, yo vivo, puesto que de él depende mi vida y él mismo es mi vida y mi todo.
¿Qué puede faltarme si Jesús está vivo? Más aún: aunque todo me falle, nada me importa con tal que Jesús esté vivo. Aunque esté lejos de mí, si así le agrada, me basta que viva aunque sólo sea para sí."
Cuando el amor de Cristo absorbe todo el afecto del hombre hasta el punto que negándose y olvidándose de sí mismo no sea sensible más que a Jesucristo y a lo que le concierne, entonces, a mi parecer, es perfecta en él la caridad.

Beato Guerric, abad
(1078-1157)
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