Ante el Sagrario
Aquí en la soledad tu voz callada
resuena dulce en mi alma queda,
y ella, por amarte, te remeda
y calla por sentirse tan amada.
No aparte la suya tu mirada,
porque envuelva tu ser de suave seda,
ni el oído a voces otras ceda
si tu alma se siente transportada.
Alfonso Gil González
Cehegín, 2017