El secreto de la buena limosna
Procurad que vuestra justicia no la hagáis delante de los hombres para ser reconocidos por ellos; pues, de lo contrario, no tendrías ya la recompensa de vuestro Padre del cielo.
Por tanto, cuando des limosna no la precedas con anuncio sonoro, como hacen los hipócritas en la sinagoga y en las plazas, a fin de que los demás les honren.; os aseguro que ya recibieron su recompensa.
Pero cuando tú des una limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; de ese modo la limosna resultará oculta, y tu Padre que ve en lo escondido te recompensará.
Los tres párrafos anteriores los podemos hallar en el capítulo 6 del evangelio de san Mateo.
Todo esto me lleva a pensar si el cristianismo, es decir, el pensamiento cristiano, o de Cristo, ha tomado ya posesión de la mente humana, o, por el contrario, aún queda mucho por hacer, o ambas cosas. Porque es indudable que hay personas que piensan como Cristo, y procuran vivirlo, mientras hay otras que eso les repele un poco, no porque no lo consideren hermoso y bueno, sino porque saben que el pensamiento cristiano les remueve de arriba abajo, y no están los tiempos para una labor de tamaña envergadura. ¿No os parece?
Alfonso Gil