Desde mi celda doméstica
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lunes, 11 de abril de 2016

AMADEUS - 62

La dirección mesurada


Abril de 1998
Mehta y la Filarmónica de Viena visitaban Barcelona y Madrid para interpretar a Komgold, Mozart y Mahler. Mientras, Valencia recibía la visita de Muti.
En el CD del mes, la música de Mendelssohn y de Bruch: sendos conciertos para violín, con Yehudi Menuhin y la Sinfónica de Londres.
Javier Nicolás escribía sobre la apabullante trayectoria artística de una soprano única, Monserrat Caballé, después de 3.800 actuaciones, superando en tres mil doscientas a Maria Callas y en dos mil a la Sutherland.
También Carlos Delgado nos mostraba a Serguei Rachmaninov, en el 125 aniversario de su nacimiento. Autor complejo y cautivante, era algo más que un pianista hermético y misterioso.
Por su parte, Juan Carlos Moreno nos hablaba de Olivier Messiaen, músico y ornitólogo, compositor inclasificable, multiforme y original, inequívocamente moderno, cuya belleza musical nos fascina aún.
Maribel Carracedo exponía su trabajo sobre el inmenso don de la mesura que era Philippe Herreweghe, que tenía la rara virtud de provocar la admiración unánime de los historicistas y tradicionalistas más acérrimos. Fundador del Collegium Vocale.
Jacobo de Regoyos entrevistaba a Tomás Marco para que hablara sobre el presente y los proyectos del Instituto Nacional de Artes Escénicas y Música. Nadie discutía su labor de compositor, pero no todos coincidían en valorar su gestión del INAEM.
Y María Inés Nimo de Lettinich nos señalaba la estela de Herbert von Karajan, cuyo nombre había llegado a ser paradigma de la dirección de orquesta, situado entre la devoción y el rechazo. Pero nadie le discutía que otorgaba a sus interpretaciones una gran fuerza y una inconfundible sonoridad.

Alfonso Gil González
Mendelssohn

Bruch


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