La forza del destino
Giuseppe Verdi (1813-1901) compuso esta ópera en cuatro actos, con libreto original de Francesco Maria Piave y Antonio Ghislanzoni.
La acción se desarrolla en España e Italia entre los años 1740 y 1750.
ACTO PRIMERO: Una habitación de la mansión del marqués de Calatrava, en Sevilla. Su hija Leonora duda entre el amor humano y el filial. El marqués los sorprende. El amante, Alvaro, le hiere mortalmente.
ACTO SEGUNDO: Ha pasado un año. Un albergue en Hornachuelos. Allí se hospeda el hermano de Leonora, Carlos, que abriga el deseo de vengar la muerte de su padre. Leonora llega disfrazada de hombre.
En la escena siguiente, estamos en el monasterio de los Ángeles, en un monte cercano. Leonora se entera de que su padre no está muerto. Leonora cuenta su historia al padre guardián del convento, quien la presenta a los monjes.
ACTO TERCERO: La escena primera se desarrolla cerca de Velletri, en Italia. Don Alvaro se enrola en el ejército con nombre falso. La soldadesca juega a las cartas. Hay pelea entre ellos y älvaro defiende al oficial, que resulta ser, también con nombre falso, el hermano de Leonora.
En la escena segunda, estamos en la vivienda de un oficial superior del ejército español. Alvaro está enfermo y pide a Carlos que, si fallece, queme lo que hay en su maleta. Carlos sospecha de que pueda ser Álvaro y encuentra una foto de Leonora.
En la escena tercera, estamos en un campamento militar, cerca de Velletri. Álvaro y Carlos, tras reconocerse, se baten en duelo. Alvaro tira su espada y quiere refugiarse en un monasterio. El sermón del fraile molesta a los italianos, pero los españoles les afean su conducta contra un hombre de Dios.
ACTO CUARTO: En los alrededores de Hornachuelos. Han pasado cinco años. Los pobres se quejan de la mala comida del Hermano Melitone. Viene Carlos al convento y se encuentra con Rafael, fraile que no es otro que el mismo Álvaro. Se citan para batirse en duelo.
En la escena segunda, en un valle cercano, Leonora sale de su gruta, toca la campanilla, reconoce a su amante que ha herido mortalmente a su hermano Carlos, que la hiere con su espada. Ambos mueren y Álvaro continúa su vida en soledad.
Alfonso Gil