Doña Francisquita
Es una comedia lírica en tres actos, con libreto de Federico Romero Sarachaga y Guillermo Fernández-Shaw Iturralde, y música de Amadeo Vives. Está basada en la obra de Lope de Vega: La discreta enamorada. Se estrenó en el Teatro Apolo de Madrid en 1923.
Siguiendo el comentario de Luis Algorri, el vibrante preludio instrumental abre paso a una bella escena ambientada en una plaza del viejo Madrid: la buhonera y el leñador ofrecen sus servicios a la clientela que pasa por la calle. De entre ésta, destacan dos estudiantes, Fernando y Cardona, y una mujer, Aurora Beltrán. Fernando bebe los vientos por ella, pero ella replica a sus requiebros burlándose de él.
Pronto aparecen dos personajes más: Doña Francisca, viuda de Coronado, y su hija Francisquita. La joven ama en secreto a Fernando y se la comen los celos. La trama es una complicación continua. Un nuevo pasacalle refleja el amable ambiente de Madrid en los carnavales.
El vehemente Fernando, a mitad del segundo acto, está hecho un verdadero lío. Tiene una especie de esquizofrenia sentimental entre Aurora y Francisquita. El ambiente huele a palos.
El tercer acto comienza con una hermosa escena callejera del Madrid de principios del siglo XX. Es magnífico el coro de los románticos. En Cuchilleros se celebra un baile. El final es tan previsible como hermoso.
Alfonso Gil