Amor musical
El amor no sólo ha sido objeto de atención literaria, sino también musical. Ya entre los siglos XI y XIII los trovadores produjeron una lírica amorosa de extraordinario interés que influyó en toda la literatura europea posterior.
Hombres como Bernart de Venadorn (siglo XII) o Peire Vidal (XII-XIII) escribieron composiciones de amor y crearon, desde el lirismo, lo que muchos han llamado una "épica de la pasión".
Más tarde, la música de tema amoroso pudo competir dignamente con la de carácter sacro, la más prestigiada en la Edad Media.
A la muerte de Laura, amada de Petrarca (siglo XIV), numerosos músicos se basaron en obras del poeta florentino dirigidas a dicha dama, y tanto fue así que, a la llegada del Renacimiento, hubo una verdadera oleada de Madrigales y Canciones, debidos a autores como Hoste da Reggio o Nicola Vicentino.
En este sentido hay que contemplar mucha de la música creada durante el siglo XIX, siglo romántico y de la emoción por excelencia. La literatura de Shakespeare suscitó desde antiguo el interés de los músicos.
Chopin es el músico más intimista del movimiento romántico y quizá el que mejor supo captar el claroscuro de las pasiones.
En este sentido hay que contemplar mucha de la música creada durante el siglo XIX, siglo romántico y de la emoción por excelencia. La literatura de Shakespeare suscitó desde antiguo el interés de los músicos.
Chopin es el músico más intimista del movimiento romántico y quizá el que mejor supo captar el claroscuro de las pasiones.
Sueño de amor, de Liszt
Scheherazade, de Rimsky-Korsakov
Canción de Solveig, de Grieg
Romeo y Julieta, de Tchaikovsky
Nocturno n. 1, de Chopin
Alfonso Gil