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martes, 19 de enero de 2016

HISTORIA DE LA IGLESIA (PARA CATEQUISTAS Y CRISTIANOS DE A PIE)


LA IGLESIA DE LOS ORÍGENES


Para sentirnos identificados con un pueblo, necesitamos estar integrados en él y conocer su historia. La Iglesia es un “pueblo”, el “pueblo de Dios”, y tiene más de veinte siglos de historia. Los cristianos debemos fortalecer nuestro sentimiento de pertenecer a la Iglesia, al pueblo de Dios, e integrarnos en ella como miembros responsables y activos. Una ayuda fundamental para llegar a este sentimiento vivo de pertenencia a la Iglesia es conocer su historia.
Estudiar el origen y desarrollo del cristianismo no es una simple mirada nostálgica al pasado, sino un intento de conocer nuestras raíces que nos ayude a comprender mejor el presente y tomar impulso hacia el futuro. La Iglesia cuenta siempre con la luz y la fuerza del Espíritu Santo, pero está formada por hombres y mujeres que experimentan, en ocasiones, la debilidad y el pecado. Al descubrir las grandezas y miserias del pasado de la Iglesia podemos sacar importantes enseñanzas para nuestro compromiso cristiano en la actualidad.
“Desde Palestina, el cristianismo emigró, en primer lugar, a Asia Menor. Éste fue el primer territorio cristiano. San Pablo llevó después la nueva doctrina a Macedonia y a Grecia. Más tarde, en los primeros decenios los centros principales y los escenarios más importantes donde se desarrolló la vida cristiana fueron el norte de África y Roma. San Ireneo nos atestigua que, al finalizar el siglo II existían comunidades cristianas en la orilla izquierda del Rin. Del auge cristiano en el sur de las Galias nos habla la carta que los cristianos de Lyon y de Vienne enviaron a las comunidades cristianas de Asia Menor hablando de los Mártires de Lyon. Alrededor del año 200, el cristianismo está representado en todos los lugares del Imperio”. En este párrafo el gran historiador de la Iglesia, Joseph Lortz, nos ofrece una síntesis precisa de los escenarios geográficos en los que se desarrolló la vida de las primeras comunidades cristianas. No se trata de conocer simplemente datos y hechos del pasado, sino de encontrar los fundamentos de la vida de la Iglesia y las grandes claves que explican sui evolución histórica.
Debemos ser conscientes de que nada se sabría de Jesús de Nazaret si no hubiese existido la Iglesia, de que no siempre tenemos claro a qué nos referimos cuando se habla de la Iglesia, de cómo quiso Jesús que fuese su Iglesia, de cuál es la diferencia entre aquélla y esta Iglesia de nuestros días… Por eso, me he propuesto la tarea de, siguiendo el libro que escribí con Severino García de Pablo, mostrarte las líneas esenciales de un conocimiento histórico eclesial que nunca deberías haber desconocido u olvidado.

Alfonso Gil González 

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