Sinfonía del siglo XX
Abril de 1996.
Eva Marton era la "Isolda" en el Palau de la Música Catalana.
En el CD del mes, la Sinfonía n. 7 de Anton Bruckner. Inspiración y maestría técnica. El compositor austríaco es uno de los grandes sinfonistas del siglo XIX.
Se escribía sobre la figura del director Carlo Maria Giulini, "sacerdote de la música" en palabras de Leonardo Pinzauti.
Por su parte, Josep Pascual escribía sobre Manuel de Falla, un "desconocido" para la mayoría, a pesar de ser uno de los más grandes compositores españoles del siglo XX.
Música y Televisión se daban la mano en una serie que recreaba las aventuras infantiles de Mozart. Fernando Armenta era asesor musical de la serie.
Destacaba, en ese mes, el premio a la musicología, otorgado al aragonés Luis Antonio González Marín por sus buceos en el patrimonio español del barroco.
Juan Carlos Moreno escribía sobre Paul Hindmith como el "artesano de la música", conjugando modernidad y tradición, aunque siempre polémico. Y destacaba su obra "Matías el pintor".
Entre los grandes personajes de la música destacaba, por entonces, el polaco Henryk Górecki, que había llegado a lo más alto con su Sinfonía n. 3.
Era Frederic Sesé quien entrevistaba a José Carreras, "mucho más que un tenor", entre la ópera y su lucha contra la leucemia.
Este año, el mundo de la música se centraba en Venecia con la obra de Richard Wagner "Tristán e Isolda", y Hisako Hiseki constrataba su dulzura personal con el rigor interpretativo. Pianista especializada en la música española, su repertorio abarcaba a románticoa, como Schumann, o a barrocos, como Bach.
Alfonso Gil González
Eva Marton canta "la Mamma morta"
Celibidache dirige la Séptima de Bruckner