El diezmo
En la legislación de Moisés era la entrega de la décima parte de las cosechas, ofrecida a Dios o a los levitas del templo.
En la historia de la Iglesia, era un impuesto en especie sobre las rentas, destinado a cubrir los gastos del culto, el sustento del clero y la asistencia a los pobres.
Con carácter extraordinario, y a partir de la Edad Media, se llama así la ayuda que percibía la Santa Sede para cubrir los muchos gastos que genera la administración eclesial a nivel mundial.
El "diezmo" equivalía a la décima parte de las rentas del beneficio, deducidos todos los gastos.
También se llamaba así al derecho de aduana de puerto en el reino de Castilla.
Alfonso Gil