Anton Bruckner
Su Sinfonía n. 7 en mi menor lo consagró definitivamente.
La obra se estrenó en Leipzig el 30 de diciembre de 1884.
Es síntesis y culminación de un género musical, el término de una evolución que se inicia en Mozart, se inspira en Beethoven y se armoniza con Mendelssohn.
Hay en Bruckner una evidente influencia de la práctica del órgano sobre la instrumentación.
Componía esta Sinfonía mientras se acercaba a la casa de Wagner, en Bayreuth, para orar ante la tumba del reciente ausente. De hecho, la terminó en septiembre de 1884.