Perjurio y juramento
Continuando con el Sermón de la Montaña, añadía Jesús, según nos cuenta el evangelista Mateo, que aunque se les mandó "no perjurar", sino que, por el contrario, había que cumplir los juramentos hechos al Señor, Jesús nos dice que no hay que jurar bajo ningún concepto ni por motivo alguno, ni por uno mismo, porque no tenemos capacidad de hacer negro ninguno de nuestros cabellos. Por tanto, añade, que vuestro SI, sea SI, o que vuestro No sea NO, pues lo que excede de eso procede del diablo.
Es muy recomendable leer despacio todo el capítulo 5 del Evangelio de san Mateo. A veces leemos el Evangelio como se lee una novela, como se lee un libro más o menos curioso. Pero aquellas comunidades cristianas de los inicios consideraban el testimonio de los apóstoles y evangelistas en alto grado, pues sus palabras, habladas o escritas, les eran orientadoras de la vida, de la vida personal y de la vida comunitaria. Demos en SI a la Palabra de Dios.
Alfonso Gil