El amor a los enemigos
El capítulo 5 del evangelio de Mateo acaba concluye con esta perícopa dedicada al amor de los enemigos. Porque, leemos, si en otro tiempo se os dijo que amaras a tu prójimo y odiaras a tu enemigo, Yo os digo que améis a vuestros enemigos y les hagáis bien a los que os odian, y recéis por los que os persiguen y calumnian.
Es la única manera de que seáis hijos de vuestro Padre del cielo, que manda salir el sol para buenos o malos, y llover para justos y pecadores.
Porque, en realidad, si amáis sólo a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Eso también lo hacen los malos. Y si saludáis solamente a quienes os saludan, no hacéis nada de más; todo el mundo hace eso.
De manera que de lo que se trata es que seáis perfectos a ejemplo de la perfección de vuestro Padre celestial.
Alfonso Gil
Es la única manera de que seáis hijos de vuestro Padre del cielo, que manda salir el sol para buenos o malos, y llover para justos y pecadores.
Porque, en realidad, si amáis sólo a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Eso también lo hacen los malos. Y si saludáis solamente a quienes os saludan, no hacéis nada de más; todo el mundo hace eso.
De manera que de lo que se trata es que seáis perfectos a ejemplo de la perfección de vuestro Padre celestial.
Alfonso Gil