ESTOY VIENDO PARÍS
*
Estoy viendo París y no comprendo
por qué la sinrazón entra matando,
sin ganas de vivir, autoinmolando
su propio corazón, joven, horrendo.
Hoy está el mundo sus calles corriendo;
la lucha anti-terror se va ganando
con no poco llorar e ir cantando
el himno marsellés con fe blandiendo.
El peligro de guerra se aproxima,
los pájaros de acero la pregonan,
los hombres, asustados, se estremecen.
Ya, ni gozo, ni canto, ni una rima…
y las lúgubres campanas entonan
responsos por las vidas que fenecen.
Alfonso Gil González
Cehegín, diciembre 2015