Moisés ante la zarza ardiendo
Es en el capítulo 3 del libro del Éxodo donde leemos este pasaje. Moisés cuidaba el rebaño de su suegro Jetró. Ve una zarza ardiendo que no se consumía. Se acerca y, ante tal prodigio, entiende que está en presencia de una manifestación de Dios y se descalza. Dios se le revela y le manda que vuelva a Egipto para liberar al Israel de la esclavitud, prometiéndole que estaré con él en todo momento. Moisés le pregunta cuál es su Nombre, y contesta Dios: “YO SOY EL QUE SOY”. Es decir, “yo soy el que es”, “yo soy el existente”.
Dios es el único verdaderamente existente. Ello significa –dicen los biblistas- que es trascendente y sigue siendo un misterio para el hombre, y también que actúa en la historia humana dirigiéndola hacia el fin que Él ha marcado.
Alfonso Gil González