Dios y la música
No hallo mejor manera de hablar de la relación Dios-música que utilizando estas octavas:
A Dios debo la afición
de la música infinita:
la misma que guardo sita
en el alma y corazón.
A Dios canto cada día
mientras mi vida sostenga
-ora vaya, ora venga-
y le cantaré a porfía.
A Dios canciones ofrendo
en su Palabra inspiradas:
volved a Él las miradas
y yo callaré contento.
A Dios la música toda:
la instrumental, la coral...
que para mejor orar
nada como ser rapsoda.
A Dios las mil sinfonías
que músicos compusieron
y los coros que escribieron
en perfectas sintonías.
A Dios canta el Universo
con sus planetas y estrellas,
con cometas y centellas,
y yo que le canto en verso.
Alfonso Gil González
Diciembre 2017