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Años prodigiosos
En febrero de 1997 concluía el Festival de Música de Canarias con la actuación de André Previn y la Orquesta Sinfónica de Boston.
En el bicentenario de Schubert, se publicaban en CD "El canto del cisne", es decir, catorce Lieder de la D. 957, siete de "Un himno a la música", los D. 547, 891, 257, 799, 764, 550 y 53. En palabras de Carlo Delfrati, son relatos concentrados, de formas estróficas y cambiantes, de tramas sonoras...
Considerado a menudo como un bohemio, el compositor fue en realidad un hombre a disgusto con el sistema social y cultural en el que vivía, un artista afligido por un gran vacío existencial, que supo observar con gran detalle y ternura, según escribía de Schubert Giovanni Carli Ballola.
Ello daba pie a escribir sobre Dietrich Fisher-Dieskau, el barítono prodigioso que había iniciado su carrera como solista, allá por 1947, con el "Requiem alemán" de Brahms.
Schubert era homenajeado en Austria y España con actos y conciertos, publicándose otros muchos CDs con sus Tríos, Octetos, Cuartetos, Sinfonías, Misas y demás obras sacras.
Por otro lado, Carmen García escribía sobre Yehudi Menuhin, al caballero andante, que no se definía como creador sino como comunicador. Su habilidad técnica e instinto musical le convirtieron, desde niño, en uno de los violinistas más aclamados del mundo y, más tarde, en un director de talento, aparte de consumado pedagogo y pacifista ferviente. Por este año que nos ocupa ya tenía 80 de edad.
Jacobo de Regoyos nos acercaba a la figura de Neeme Järvi, el oso estonio, nacido en 1937, que era uno de los directores de orquesta más reconocidos internacionalmente. Sus conciertos en Europa y Estados Unidos cimentaron su reputación fuera del telón de acero.
Y Andrea Schenardi nos recordaba la personalidad de Arnold Schoenberg, compositor, director de orquesta, profesor, inventor, teórico y pintor, judío y protestante, monárquico y socialista, intervencionista y pacifista; es decir, una de las personalidades más complejas del siglo XX. Como su música.
Alfonso Gil González
Dieskau cantando a Schubert
