Desde mi celda doméstica
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sábado, 23 de mayo de 2015

TESOROS MUSICALES (Tomo Vigésimo)


TESOROS EN CINTA MAGNÉTICA


TOMO VIGÉSIMO

Completado el Tomo Quinto, en el que gran parte de la música de Bach y otras muchas obras de los MAESTROS DE LA MÚSICA han sido estudiadas según lo archivado en estos estuches, en estos mini tesoros de la más espiritual de las artes, nos animamos a ir concluyendo esta tarea en el presente Tomo Sexto, y no sé si el material nos dará para un nuevo y, desde luego, último tomo. 
Cuando repasamos lo ya escrito, descubrimos no una mina de oro -¿qué es el oro en comparación de la música?-, sino un caudal inagotable de belleza, de sensibilidad, de humanización. Lo ideal sería que todas esas obras, esas partituras estuvieran al alcance de quienes esto puedan leer. Sería lo deseable. Pero a nadie puede exigírsele que emplee medio siglo en ir recogiendo, regrabando lo que yo tuve la suerte de hacer en tantos años, ocupando un tiempo libre tras las obligadas horas de trabajo vocacional y profesional. Es precisamente eso lo que me animó a poner por escrito estos tomos. No sé si, alguna vez, esto llegará alguien. Pero si llegara, quiero que sepa el lector que esta es mi manera de compartir con él un TESORO inmerecido, y que, por eso, doy infinitas gracias a Dios de haber sido de él depositario durante tanto tiempo. ¡Ya me gustaría a mí que el mundo, en general, se estimulara, se animara a adentrarse, al menos, en la escucha de estas composiciones! Todo este esfuerzo lo daría por bien remunerado.  Además, yo estoy convencido de que la BUENA MÚSICA ayuda a ser mejor, a descubrir la bondad de la Creación y de los hombres, sus cimeras criaturas. 
Así, pues, ¡manos a la obra! A ver si Dios quisiera que os escriba un nuevo Tomo de TESOROS EN CINTA MAGNÉTICA. 
A ÉL todo honor y gloria.
*

Primera Parte


*

-1028-
LAS MEJORES VOCES DEL MUNDO
*
Grabé este cassette el 18 de marzo de 1994. 
José Carreras, tenor, canta UNA FURTIVA LAGRIMA. Para esa fecha ya se había liberado de su leucemia. De modo que ese aria lo canta con el recuerdo de su terrible enfermedad.
Monserrat Caballé, soprano excepcional y amiga de Carreras, canta en segundo lugar. Se la ve –es decir, se la escucha- emocionada. No era para menos. Aria dramática, cual pocas.
Joseph Pons, bajo, arrancaría igualmente los aplausos del público con este aria. (Es una pena no haya registrado, en su día, títulos y autores de estas piezas maravillosas de ópera). Por cierto, las ovaciones interrumpieron al cantante antes de terminar; señal de que no todos conocía la obra interpretada.
Plácido Domingo canta “Y lucían las estrellas”, aria famosísima. 
El Coro participante cantó LA ZINGARELLA. ¡Quién me diría que, años más tarde, yo se la ensayaría al Coro Ciudad de Cehegín!
Nueva y magnífica aria en una preciosa voz femenina de soprano brillante. No registré su nombre. Estaba lejos la idea de que, algún día, volvería sobre esto para dejarlo por escrito.
Así, cantantes y autores de primera línea en el mundo operístico se unían en un bello homenaje al “resucitado” catalán. Entre ellos Jaime Aragall. 
Los intérpretes cantan más de un aria cada uno. 
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-1029-
MÚSICA EXTRA
(1)
*
A partir de este estuche se presentan aquí una serie de selecciones de obras EXTRAS por varios motivos, como se irá viendo, incluida una mayor perfección en la grabación. Evidentemente, es una selección muy subjetiva, según mi propio parecer. Pero pienso, sinceramente, que aquí se encuentra la música más íntima, más humana, más profunda. Si me equivoco, mejor aún, porque ello supondrá que hay mejores músicas, mejores melodías, mejores fragmentos u obras que ayudarán a la consecución de la perfección humana.
*
SELECCIÓN DE CANTATAS
*
Bach
Sonata inicial de la Cantata bwv 182
Aria de la Cantata bwv 194 para barítono.
Aria de la Cantata bwv 180 para voz blanca de niño.
Aria de la Cantata bwv 56 para tenor.
Sonatina de la Cantata bwv 106     
Aria con coral de la Cantata bwv 158 para bajo y voces blancas.
Aria de la Cantata bwv 170 para contralto o contratenor.
Aria de la Cantata bwv 36 para voz blanca de niño.
Gloria in excelsis de la Misa en Si menor para coro y orquesta.
Aria de la Cantata bwv 21 para tenor.
Aria de la Cantata bwv 42 para barítono o bajo.
*
Schütz
Cantata del Salmo 50 
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Marais
Sonata a la Maresienne
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Biber
Sonatas del Rosario n. XIV

Sonata representativa
*
Pachelbel
Canon
*
Bach
Allegro del Concierto de Brandenburgo n. 3
*
Animo, desde estas páginas, a que el lector o lectora se haga  de estas partituras maravillosas, de estos registros y de los que siguen. Estoy seguro que me lo agradecerá toda la vida.
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-1030-
MÚSICA EXTRA
(2)
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ADAGIOS DE VIVALDI
*
De los Conciertos de Cámara

De los Conciertos para violín, oboe y laúd

De los Conciertos para cuerda, flauta y violonchelo

De los Conciertos para flauta de pico

De las Cuatro Estaciones

De la Sinfonía en Do
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Sencillamente, geniales. Es esta música tan atrayente, tan sugestiva, que me resulta muy difícil pasar de largo con la excusa de haberla escuchado mil veces. De ahí se deduce que la belleza no es cansina; al contrario, abre y amplia las posibilidades receptoras del alma. Es una auténtica gozada estos, en general, segundos movimientos de obras magníficas. ¿Estás inquieto, preocupado? Escucha esta música. ¿Necesitas un tiempo de calma, de paz, de concentración, de relax? Echa mano de estas pequeñas joyas de un tan gran tesoro Después de todo, el Señor ha puesto toda esta inspiración para bien de sus criaturas. Aún para escribir esto mismo sirve de maravilla tener estas músicas como fondo sonoro.
*

-1031-
MÚSICA EXTRA
(3)
*
LA RUSIA ETERNA
*
Tchaikovsky
Adagio de la Sinfonía n. 1
Entra la cuerda suave y lúgubremente. Parece querer entonar una melodía el oboe, flauta. Efectivamente, la melodía, puramente rusa, se deja sentir sobre este motivo RE LA SOL LA SOL RE, en trascripción mía. Pero ¡qué hermosura!
*
Adagio de la Sinfonía n. 2
¿Y qué decir de este “adagio”? Dios mío! Los clarinetes inician un tema seguido de la cuerda. SOL LA SI DO SOL MI SOL MI RE… en mi trascripción. Tachaikovsky juega con las variaciones. Es una de sus especialidades. 
*
Adagio de la Sinfonía n. 3
El viento madera y flauta inicia este movimiento, cuyo tema canta la trompa como un esbozo, que irá desarrollando. Por fin, las cuerdas se lanzan a cantarlo. SI DO RE MI FA MI, SI DO RE MI FA MI, según mi escala personal. Se inician otos motivos. 
*
Adagio de la Sinfonía n. 4
Lo inicia el oboe cantando una completa melodía bellísima, que le responden los violonchelos. Es este un fragmento más conocido por el gran público. Como el que entona el fagot, luego flauta, luego cuerdas… tutti. ¡Qué maravilla de expresividad! ¿Habrá música más allá de la muerte?
*
Adagio del Concierto para violín
La orquesta le abre camino al solista para entonar esta romántica y expresiva melodía del violín en su zona media alta. Le contesta el clarinete. Prosigue el violín en su desarrollo melódico. MI LA SI DO RE MÍ, de abajo arriba, y de octava a octava superior.
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Adagio de la Sinfonía n. 5
Asombroso. Lo introducen los registros bajos. Canta la trompa. DO SI LA DO SI SOL LA SI RE DO… en mi trascripción. Pasa la melodía al oboe, fagot, violonchelos… DO SI RE DO SI SI LA SOL SOL FA, decayendo. Una pequeña obra de arte. 
*
Adagio de la Sinfonía n. 6
Esto es el no va más. ¿Habrá algo tan dramático como lo que aquí reflejado? El alma se muere, si es que puede morir el alma. El fagot. ¿Y el resurgir de las violines? Esto no es para oírlo, sino para contemplar el drama humano en un movimiento musical resumido. Desesperante. El dolor del autor transformado en belleza sonora. Patetismo total. Recuerdo la primera vez que la escuché. Sobrecogedor. Hace cincuenta años. Jamás sinfonía alguna me ha impresionado tanto. Reto a que la encontréis. Imposible. La música se lamenta, se queja, llora, se aflige. Sí, la música. No hay cosa igual en el mundo sinfónico. Se para el corazón.
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Rachmaninov
Adagio del Concierto para piano y orquesta n. 2
Romanticismo, sí. Delicadeza suma. Paz y sosiego absolutos. Diálogo amoroso, casi místico entre el piano y la orquesta. Un verdadero prodigio. Esas cuerdas enamoradas del teclado, desmayando notas sobre un piano firme y humano al tiempo. 
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Rimsky Korsakov
Adagio de Sheherazade
El violín adornado de arpa. El fagot cantando su odisea. El oboe reiterando la melodía. Se le unen los demás instrumentos. Una noche de las “mil y una”. Suficiente belleza.
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-1032-
MÚSICA EXTRA
(4)
*
LA MAGIA DE BACH
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Adagio del Concierto para piano y orquesta bwv 1052
Nunca se termina de hablar lo suficiente sobre Bach. Pero aquí simplemente hay una invitación a admirar este pasaje pianístico en diálogo con las cuerdas. La genialidad de lo sencillo, que es lo más complicado y difícil.
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Adagio del Concierto para piano y orquesta bwv 1053
¿Hay palabras para expresar esto? Pues no. En verdad, Dios habló musicalmente al mundo a través de Bach. ¡Cómo pasa el canto temático del piano a la orquesta y de ésta al piano! Verdaderamente hermoso.
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Adagio del Concierto para piano y orquesta bwv 1055

Adagio del Concierto para piano y orquesta bwv 1956
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Adagio de los Conciertos de Brandenburgo n. 1 al 6.
Sin duda, otro mundo. 
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Adagio de las Suites orquestales n. 2 y 3
Huelga un comentario sobre lo que todo el mundo sabe a este respecto. Para quedarse boquiabierto.
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Preludio n. 1 para arpa bwv 846
He aquí el soporte y base del Ave María de Gounod. Por si mismo, una plegaria. 
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Adagio de la Sonata Trío n. 4 para órgano bwv 528
Otro ejemplo de oración. El órgano reza solo. La sabiduría llevada al templo.
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Adagios de la Pasión según San Mateo
Esto sí hay que escucharlo de rodillas, como alguna vez he comentado. Corales y Coros que te transportan el cielo de los ángeles cantores, eternamente loantes y felices. Sí, también el cielo está en la tierra. Lo inexplicable es cómo algunos prefieren el infierno. Venid a Bach, él es gozne de la trascendencia. Venid a Bach, y ya pasaréis el resto de la vida en beatitud agradecida.
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-1033-
MÚSICA EXTRA
(5)
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EL ARTE DE TELEMANN
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Adagio de los Conciertos para instrumentos de madera
Hijo de un predicador protestante, Telemann nació en Magdeburg (Alemania) el 14 de marzo de 1681. Entre sus obras se hallan más de 50 óperas, Oratorios y Cantatas, 46 Pasiones, y numerosa producción instrumental, como conciertos, suites, cuartetos y sonatas.
Jugando un poco con su apellido, hoy hay muchos “telemann”, hombre de tele, unos porque trabajan en ella, otros porque pierden mucho tiempo viéndola. Si “tele” la tomamos en su significación griega, “lejos”, vemos que no son pocos los “alejados”, los que viven “lejos” de la verdad y de la belleza, porque también lo están de la bondad. La música de este otro Telemann bien le sería útil a todos los “despistados” del mundo, ¿verdad, amigo? Por eso aquí se la ofrecemos de algún modo, para que se interesen por lo bueno.
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Adagio de Conciertos y Sonatas para oboe

Adagio de Tríos y dobles conciertos
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Oberturas
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-1034-
MÚSICA EXTRA
(6)
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LA PAZ DE HAENDEL
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Adagio de los Concerti Grossi op. 3, n. 1 al 6

Adagio de Conciertos para órgano y orquesta op. 4, n.1, 5, 13 y 14

Adagio de la Música Acuática

Adagio de los Reales Fuegos de Artificio

Adagio de los Conciertos para órgano y orquesta op. 7, n. 2, 4 y 5

Adagio de los Conciertos para órgano y orquesta op. 4, n. 2 y 3

Haendel brilla por sí mismo.
Esta música, como reza el título del n. de estuche, ayuda a la paz interior.  No parece tan religioso como Bach, pero su música es muy atractiva. Estas piezas aquí apuntadas son una muestra ejemplar de su inspiración y su buen quehacer compositivo. 
Los conciertos para órgano merecen un estudio detallado. Es un intento, a mi corto entender, de fundir lo profano o cortesano cono lo puramente religioso. Si se interpretaran separadamente se vería claramente lo que digo. Y no es que haya que separar, claro que no. No se trata de maniqueísmo musical. Al contrario, Haendel, que también sabe componer Oratorios y música religiosa, hace en estos conciertos una prueba de cómo la belleza no tiene lugar especial fuera del corazón humano.
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-1035-
MÚSICA EXTRA
(7)
*
LA HONDURA DE BRAHMS
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Adagio de la Sinfonía n. 1

Adagio de la Sinfonía n. 2

Adagio de la Sinfonía n. 3

Adagio de la Sinfonía n. 4

Adagio del Quinteto para clarinete

Adagio del Concierto para violín y orquesta

Adagio del Concierto para piano y orquesta n. 1

Adagio del Requiem Alemán

Danza Húngara n. 2

No está mal esta selección, aquí registrada, para probar la “hondura brahmsiana”. En realidad, cuando se tiene la posibilidad de escuchar esto, sobra toda glosa. Uno queda anonadado de tanta grandeza. Hasta se te olvida que estás resfriado y que la tos gripal, persistente como un timbal, te está agotando. El papel terapéutico de la buena música. Se ha escrito sobre ello, pero debe hablarse más, pues es evidente que la música ejerce sobre nuestro organismo positiva influencia. Si las penas con pan son menos penas, con música hasta desaparecen. Un reducido grupo de amigos, a los que remito estos apuntes y esquemas para su servicio y aprobación, sé que procuran gustar de la música culta tanto como yo, melómano empedernido. Pero ni siquiera la más bella de las obras me diría nada si no me hablara de Él. Así, pienso que la música es un buen mensajero para la “evangelización”, para anunciar al mundo la única y buena noticia de la presencia de Dios entre nosotros o de nuestra estancia, aun sin percatarnos, en la dimensión divina. Os lo digo cordialmente: a mí la música me recuerda estas verdades. ¿Qué, si no, el “requiem alemán”? Por poner un ejemplo demasiado evidente. Si es pura sugestión, ¡cuánto me alegro de haber llegado a ser esclavo de la Belleza! Es ella la que me tiene, no yo a ella.
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-1036-
MÚSICA EXTRA
(8)
*
EL GENIO DE BEETHOVEN
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Adagio de la Sinfonía n. 3
Verdadera “marcha fúnebre” dentro de la “sinfonía heroica!, de belleza inigualable, cargada de dramatismo.
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Adagio de la Sinfonía n. 5
La más famosa y más veces  interpretada de las sinfonías beethovenianas, a pesar de la Novena que, sin duda, es punto y aparte.. Esta sinfonía n. 5 fue la primera escuchada en mi infancia, en la época del Colegio Seráfico. Ésta y la del “Nuevo Mundo” de Dvorak.
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Adagio de la Sinfonía n. 6
Pastoral o, mejor, pastoril. La Naturaleza haciendo acto de presencia en un hipotético auditorio, donde la inspiración e imaginación superan la posible exposición fotográfica sobre escenas campestres o meteorológicas.
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Adagio de la Sonata “Claro de Luna”.
Tampoco esta pieza tiene parangón con ninguna otra. Siempre me recuerda el tiempo en que, a cuatro manos, yo intentaba tocarla junto a pianistas de verdad. ¡Qué humildad en ellos! ¡Qué torpeza en mi! Pero, ¡era tan hermoso hacerte intérprete de Beethoven en algo así tan extraordinario! Esos recuerdos son parte de la belleza de la vida.
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Adagio de la Sinfonía n. 9
Llamada “coral” por su último movimiento dedicado a la voz humana. Pero este movimiento, aquí registrado, es de tanta calidad que, ni siquiera el coral llega a mojarle la oreja. Sublime inspiración. Si el último se mueve en el campo humano, este movimiento está hecho para regocijo de los ángeles. Nada hay comparable a la alegría celeste..
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De la Misa Solemne.
“Sanctus” de la Misa con sugerente introducción orquestal para solistas que, luego, pasa al coro, concluyendo con nueva intervención de la orquesta sola, para pasar al “Benedictus”. Puro lirismo.
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Adagio del Concierto para piano y orquesta n. 3

Adagio del Concierto para piano y orquesta n. 4  
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-1037/1038/1039-
MÚSICA EXTRA
(9)
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LA SENSIBILIDAD DE HAYDN
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Adagios de Conciertos para violonchelo, piano y violín.
Simplemente, maravillosos.
El concierto para violonchelo, probablemente, sea el más famoso de la historia de la música y, desde luego, el más interpretado en su género.
Con introducción de la cuerda da paso a los trémolos del piano y a su movimiento lento y gracioso.
El violín inicia el segundo movimiento de su concierto, que desarrolla con el pizzicato en las demás cuerdas.
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Adagio del Cuarteto para guitarra
La orquesta introduce el segundo movimiento de la guitarra que toca una bonita melodía acompañada de pequeños acordes de las cuerdas frotadas.
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Adagios de los Cuartetos en Si bemol, Re y Do mayor.
El primero es archiconocido.
El segundo interpreta el propio cuarteto íntegramente.
El tercero, el violín acompañado.
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Adagio de la Sinfonía n. 103
¿Para qué hablar? ¡Ahí es nada!
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Adagio de la Sinfonía n. 92
Lo cantan las cuerdas, a las que responden con la misma melodía el viento madera. El tutti hace la segunda sección. Para volver al primero motivo. 
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Adagio de la Sinfonía n. 96
Solemne y marcial.
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Adagio de la SAinfonía n. 191
Elegante minueto. Variante en tono menor.
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Adagio de la Sinfonía n. 73

Adagio del Cuarteto n. 3 op. 76
Famosísimo tema con variantes y canon. DO RE MI RE FA MI RE DO en mi trascripción.
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Adagio del Cuarteto n.2, op. 33
Delicado al máximo.
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Adagio del Concierto para trompeta y orquesta en Mi bemol
Pieza muy conocida con motivos tomados de obras anteriores.
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Adagio de la Sinfonía n. 94

Adagio de la Sinfonía n. 6
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Adagio de la Sinfonía n. 7

Adagio de la Sinfonía n. 8

Adagio de la Sinfonía n. 85

Adagio de la Sinfonía n. 84

Adagio del Cuarteto n. 1, op. 1

Adagio de la Sinfonía n. 102

Adagios varios seleccionados

Todo esto indica el inmenso caudal de un hombre como Haydn, al que podemos calificar de padre del sinfonismo, influyendo tanto en Mozart como en Beethoven. Riqueza incalculable de melodías aptas para la concentración del espíritu humano. 
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-1040/1041/1042-
MÚSICA EXTRA
(10)
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LA BRILLANTEZ DE MOZART
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Adagio de la Pequeña Serenata, k. 525
De todos conocida, este pequeña joya forma parte del tesoro cultural de la humanidad.
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Adagios de los Divertimentos en Si bemol, en Re y en Do
Piezas maestras, aunque sean para “pasar el rato”. 
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Adagio de la Serenata en Re, K. 250

Adagio en Do menor, op. 546
Para cuerda. Las más graves van marcando la sintonía y el tiempo.
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Adagios de los Conciertos para diversos instrumentos y orquesta K. 299, K. 191, K. 216, K. 219 y K 459
Imitando a Francisco de Asís, diríamos “hermana flauta”, “hermana arpa”, “hermano fagot”, “hermano violín”, “hermano piano”, pues todo lo que nos ayuda a ir al Padre pertenece a nuestra fraternidad. Por supuesto, “hermano Mozart”.
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Adagio del Concierto para piano y orquesta n. 21, K 467
Esa entrada de los violines, con la melodía propia de este movimiento, dará paso a que l piano la repita íntegramente. Con singular belleza.
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Adagios de las Sinfonías n. 38, 40, 35 y la K. 364

“Rex tremendae” del REQUIEM.
“Rey de tremenda majestad, que salvas gratis a los que se han de salvar. Sálvame, fuente de piedad.”
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Adagios de las sontas para piano K. 331, 332 y 333

Adagio de la Sinfonía n. 41
Página intimista. Delicada. 

Adagio del Concierto para trompa y orquesta k. 417

“Lacrimosa” del REQUIEM
“Día lloroso aquel en que el hombre será juzgado como reo. Ten compasión, Señor. Dales el descanso.”
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Andante para flauta y orquesta K. 315
Lucimiento total del solista en un ambiente de calma y tranquilidad absolutas.
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Adagios de los Conciertos para piano y orquesta n. 23 y 20
Lo inicia el piano con una bella romanza. Se le une el pleno orquestal. Después, un bello diálogo.
El movimiento tranquilo del n. 20 también lo inicia el piano. Es una pieza muy conocida por el gran público. Alegre y brillante.
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De las Vísperas Solemnes de Confesor, K. 339
“Alabad al Señor todas las gentes. Alabadlo todos los pueblos, porque ha quedado confirmada su misericordia”.
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Adagio del Concierto para piano y orquesta n. 25
Entra al movimiento la orquesta, apuntando la melodía que, más tarde, desarrolla el piano con elegancia.
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Adagio del Concierto para violín y orquesta n. 5
Comienza el movimiento el conjunto de cuerdas con la orquesta, dando las pautas y motivos para tema a desarrollar por el violín solista.
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Adagio de la Sinfonía n. 33

Adagio del Concierto para clarinete
¡Una auténtica joya! ¡Insuperable!
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-1043-
MÚSICA EXTRA
(11)
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LA ELEGANCIA DE SCHUBERT
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Adagio de la Sinfonía n. 8
Comentada ya en anterior tomo, sólo reiterar que esta sinfonía sólo precisa sea contemplada como un verdadera obra de arte.
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Adagios de las Sinfonías n. 9 y 5
El saltarín canto del oboe es de una gracia especial, al que acompañan clarinete y otros instrumentos. Le sigue un pasaje sereno de gran efecto, para retornar a la gracia inicial.
El segundo adagio lo inician las cuerdas agudas. Se ve aquí la elegancia compositiva de Schubert. Un alma demasiado grande en un cuerpo menos afortunado.
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Obertura de ROSAMUNDA
Metal y timbales llamando. Desarrollo en las cuerdas. Marcialidad y feminismo en la exposición musical.
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Adagio del Quinteto LA TRUCHA
El piano lleva la voz cantante. Poco a poco el resto trenza con el él varios motivos que sirven al tema común.
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Adagios de los Cuartetos n. 1 de la op. 29 y de la op. 125
El tema de “Rosamunda” vuelve a aparecer en el violín.
En el segundo, el violonchelo va marcando pautas. 
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Adagio de la Sinfonía n. 4
Hermosa polifonía instrumental entonando un magnífico cuadro sonoro.
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Impromptu n. 3
Los arpegios de la mano izquierda soportan la bellísima melodía que toca al apiano la mano derecha. Pocas cosas bellas se pueden comparar a esta magia schubertiana.
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-1044-
MÚSICA EXTRA
(12)
*
EL DRAMATISMO DE BERLIOZ
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Adagio de la Sinfonía Fantástica
Viento madera con eco en viento metal. Movimiento impresionante. Los violines, a dúo, entonan el motivo temático.
Marcha al cadalso.
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Harold en Italia
Melodías contrapuntísticas. Las cuerdas cantan la principal. Otros grupos instrumentales la repiten, aunque de modo incompleto.
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REQUIEM
Magnífico y impresionante en su totalidad. Pero aquí dejo constancia de su inicio, que es más que suficiente para darse una idea que lo viene.
“Dales, Señor, el descanso eterno, y brille para ellos la luz perpetua. Escucha mi oración, pues a Ti vendrá toda carne. Señor, ten piedad. Cristo, ten piedad. Señor, ten piedad.”
*
Reverie y capricho para violín y orquesta
Una joya más a añadir en la producción berliozana. Un miniconcierto que quita el hipo. ¡Contémplese!
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Adagio de la Sinfonía Fúnebre
Música completa, fanfarria y órgano incluidos. Berlioz llega al paroxismo. Desmedido en estos acordes tan bellos como atronadores. Trompa y flauta contrastándose. Se impone el silencio, amigo mío.
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-1045-
MÚSICA EXTRA
(13)
*
EL ROMANTICISMO DE SCHUMANN Y DE MENDELSSOHN
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Schumann
Adagio del Concierto para piano y orquesta op. 54
Iniciado por el piano e inmediatamente contestado por la orquesta. Nos imaginamos a su esposa Clara interpretándolo y dándole ese sentido que sólo ella conocía de la obra de Robert.
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Adagio del Concierto para violonchelo y orquesta op. 129
Aun dentro del puro romanticismo, no faltan frases de auténtico virtuosismo en el solista.
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Adagio de la Sonata op. 105 para piano y violonchelo

Adagio de la Sonata para piano solo  op. 11

Adagios de las Sinfonías n. 3 y 4
Tras el acorde orquestal, las trompas. Nuevos acordes y los violines inician en la lejanía un movimiento íntimo y sobrecogedor, como los últimos golpes lúgubres.
Sin embargo, el movimiento del la Cuarta tiene un aspecto más festivo, aunque reposado. Los violines se echan a volar, dando vueltas por el azul de su nostalgia.
*
Piezas para piano solo
Esta selección es de tal embrujo que no es para contarlo. Totalmente soñadora. Gracias, Señor, hay que decir al escuchar esto que ahora mismo oigo. 
¿Y este “reverie”? ¡Ah! Sin palabras.
*
Mendelssohn
Adagios de las Sinfonías n. 3, 4, 5 y 9
Todas estas grabaciones, como las anteriores de “música extra” están pasadas a estuches como quintaesencia de la impresa en CD. Responden a la pregunta sobre cuál será lo mejor de un autor determinado. Pues, efectivamente, para mí, lo mejor de cada compositor aquí anotado es lo que escribo en cursiva. Y eso no quiere decir que el “adagio”, por principio, sea lo preferible. No. Hay “allegros” maravillosos. Simplemente, quiero resaltar que la música, como el buen alimento, debe ser degustado plácidamente, sin prisas. Y aquí hay unas muestras capaces de extasiarnos, de alabar a Aquel que, sin duda, es el inspirador de toda obra buena, sea cual sea. 
Date cuenta, amigo, en el movimiento lento de la Tercera de Mendelssohn. Si es que no hay más, Dios mío. Pero ¡claro que hay más! La Fuente es inagotable.
O este movimiento de la Cuarta. Canto a una, dos voces y polifonía orquesta. Bellísima melodía, repetida una y otra vez.
¿Y el canto del violín en este movimiento de la Quinta? ¡Qué feliz debió vivir Mendelssohn! Lo reflejan sus pentagramas. Componía por puro placer. 
Y no digamos nada del movimiento tranquilo y solemne de la Novena.
*
Adagio del Concierto para piano y orquesta n. 1
Lo inicia el piano. La cuerda responde y dialoga en un juego musical inefable.
*
Adagio del Concierto para violín y orquesta
Aquí es la orquesta quien introduce el movimiento dando paso a un violín que canta como los ángeles.
*
Romanza n. 3
Bella obra para piano, a la altura de las similares de Schubert, Schumann o Chopin.
*

-1046-
MÚSICA EXTRA
(14)
*
EL MISTICISMO DE CHOPIN
*
Estudio n. 7, op. 25
Pequeña obra para piano de sublime elegancia y aparente facilidad, como todo lo “grande”.
*
Polonesa n. 2 op. 26
Pieza llena de energía, al tiempo que grácil en una melodía que se deja entrever entre una cascada de notas decididas.
*
Adagio del Concierto para piano y orquesta n. 1
Imagina que quien toca es Rubinstein, pero, aunque no lo fuera, esta  página consagraría a Chopin como el rey del romanticismo musical. Esta es una de las obras por las que deduje que la música era algo más que notas en un pentagrama, lenguaje divino.
*
Andante y Gran Polonesa
Hermosa obra pianística en que no falta la filigrana. 

Mazurca n. 3, op. 56

Vals n. 2, op. 66

Vals n. 2, op. 34

Adagio del Concierto para piano y orquesta n. 2
La cuerda baja introduce el movimiento. Pronto, con escalas y florituras, hace su presencia el piano, que entona una linda melodía.
*
Balada n. 1, op. 23
¿No has visto la película EL PIANISTA? Pues eso. Yo simplemente quedo anonadado ante tanta belleza, también moral. ¡Cómo gozaba el Coro Ciudad de Cehegín cuando su pianista, Bernardo del Amor, interpretaba esta inigualable página de memoria!
*
Sonata n. 3, op. 58

Vals en tono menor op. 69, op. 70 y “póstumo”.
*

-1047-
MÚSICA EXTRA
(15)
*
EL ENCANTO DE LISZT
*
Adagio del Concierto para piano n. 1
Entrada de las cuerdas. El piano en arpegios sosteniendo la melodía de la mano derecha.    
*
Balada n. 2 en Si menor

Juegos de agua en la Villa del Este

Los Preludios
Poema sinfónico con bellas melodías y poderoso aparato instrumental. Ráfagas de viento. Música enérgica en los metales con alternancia en los violines, pasando de la dureza a la delicadeza con gran maestría. Himno y marcha triunfales.
*
Adagio del Concierto para piano y orquesta n. 2
Las cuerdas entran, como en el Concierto n. 1, y marcan el motivo para el tema que el piano desarrolla. 
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Sueño de amor
Liszt engarza, así, con todo el romanticismo del siglo XIX. Es uno de los más bellos pasajes de toda la historia de la música. La melancolía de las notas graves del piano no puede ser más significativa. Esa melodía se repite en la zona alta del teclado con absoluta brillantez.
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Danza Húngara n, 2
A toda orquesta está aquí registrada esta famosísima “danza”, que es una de las primeras obras que escuché en mis años de primera juventud. Siempre deja una impronta esos recuerdos de antaño. Pegadiza en su ágil movimiento, pronto el oído es atrapado por esa singular y grave melodía con variaciones. Hay un momento que recuerda a los “Preludios”.
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Consolación n. 3
Volvemos al romanticismo más sutil. El alma necesita, sí, estas “consolaciones” que también son divinas.
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Liebestraum n. 3

Fantasía Húngara

Paráfrasis sobre Schubert.
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-1048/1049-
MÚSICA EXTRA
(16)
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LO ETERNO DE WAGNER
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Tristán e Isolda
Esta y las obras siguientes son una selección de lo que yo considero lo mejor e inmortal de Wagner. Apta para muchas situaciones anímicas, me parece  que, en este tiempo cuaresmal del 2012 viene como aniño al dedo. Incluida la voz femenina –Isolda- . Porque la música no son las notas del pentagrama simplemente. Quizás el desgarro de ésta es buena imagen del que debiera experimentar el corazón por tanta fragilidad aceptada y tanta virtud desechada. 
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Parsifal
Esta música nos recuerda la sublimidad de nuestra meta. Per aspera ad astra. Todos llevamos dentro un héroe. La mayor epopeya es la conquista de nosotros mismos. Descubrir el sello de nuestra pertenencia a la vida divina. La llamada se acentúa con sones de trombones y trompetas, pero en la llamada no hay violencia, sino invitación; no hay imposición, pero sí exigencia. Nuestro vivir se mueve en la mediocridad. ¡Hay que despertar a nuestro personal “parsifal”!
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Lohengrin
Demasiado tiempo en batallas inútiles, en ridículas caídas y más ridículas victorias. Hay que trascender. La época de los reptiles queda ya en lo arcaico. Volar es lo nuestro. Soñar, sí, pero sin ronquidos. Aspirar y buscar. La Tierra Prometida supone conquista. No es un regalo a la pereza. Desear supone que nuestro corazón gozaría plenamente si el deseo es también pleno. Todo lo puedo… si quiero.
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Los Maestros Cantores
Sí. La Creación es un canto. El Cielo consistirá en cantar eternamente. Cantar les es dado a los felices. Demasiadas lágrimas en el mundo. 
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Rienzi
Cada cual debiera pasar el texto sagrado, el texto revelado, el texto inspirado como mensaje en singular: 
EL SEÑOR TU DIOS TE ELIGIÓ PARA QUE FUERAS SU PROPIEDAD… Conviértete y vive… Dios es quien obra en ti el querer y el obrar… Tú me has separado para Ti como herencia tuya… Acércate a Dios y Dios se te acercará… Reconoce tus faltas y pide por los demás para que te sanes… Aprende a obrar bien, busca la justicia, defiende al oprimido… Con Dios no puedes jugar: lo que siembras, cosechas…
Esa es la única lectura posible del texto sagrado, revelado, inspirado.
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Tannhauser
Vamos peregrinando, pero ¿hacia dónde? Como ves, la música de Wagner es un vehículo perfecto para ideas nobles y humanizadotas. No se trata de oír por oír. Se trata de saborear, de saber. La Sabiduría es alcanzable siempre y cuando no dejes que ella corra más que tú. Y hay mucha sabiduría en la música.
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Las Valkirias

Poema del Ángel
Canción para soprano dramática.
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Sigfrido
La Naturaleza, marco de la escena humana. El hombre, consciente de su protagonismo, olvida frecuentemente en qué marco se realiza, precisamente, como hombre.
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El ocaso de los dioses
Notas lúgubres, sonidos graves amenazadores, golpes de timbal, marcha lenta para un funeral. Todos los dioses mueren. En realidad, nunca nacieron, pero la imaginación humana los crea, los adora y los derriba. Fanfarria solemnemente fúnebre.
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El buque fantasma
Como surgiendo de brumas marinas. Hay barcos que no llevan a ninguna parte. Aún así, los hombres navegan sin rumbo fijo. Transforman el barco en su lugar definitivo, erróneamente. 
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El holandés errante

Poemas
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-1050-
MÚSICA EXTRA
(17)
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EL PERFIL DE DVORAK
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Danza eslava
Bellísima pieza, llena de nostalgia, inspirada en el folclore de sus país.
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Adagio de la Serenata para cuerdas
Está dentro del romanticismo de primeros del siglo XX. Obra perfecta, es una de las más interpretadas en las salas de concierto.
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Adagio de la Sinfonía n. 9
El más bello movimiento de la obra, donde más influencia asume del panorama aborigen americano. Bellísima melodía de sublime inspiración. Nuevo Mundo. 
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Adagio de la Sinfonía n. 8
Si el anterior ejemplo era de rara y sublime belleza, este movimiento de la Octava me resulta cautivador. Cuerdas y viento intentando y, por fin, consiguiendo un conjunto melódico de extraordinario atractivo. Dvorak  se mueve en el romanticismo musical.
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Trío en Mi menor, op. 90
Cuerdas y piano. También inspirado en el folclore de su país. 
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Adagio del Cuarteto Americano
Con motivos de melodías autóctonas norteamericanas el autor formó este cuarteto, cuya expresividad queda patente en este movimiento tranquilo. 
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Stabat Mater
Entre toda su producción, esta obra, de carácter religioso, es de las más bellas: “La Madre dolorosa estaba llorosa junto a la Cruz mientras su Hijo seguía en ella clavado”.
Aquí está registrada el aria cantada por el bajo, contestado por el coro. “Haz que arda mi corazón amando a Cristo mi Dios”. 
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-1051-
MÚSICA EXTRA
(18)
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EL CIELO DE MAHLER Y BRUCKNER
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Mahler
Adagio de la Sinfonía n. 1
Es una pequeña marcha fúnebre, inspirada en el canto francés de “Freire Jacques”, con sus variaciones lógicas para la adecuación a la obra sinfónica de esta primera sinfonía mahleriana. No falta esa especie de “danza macabra”, tan usual en otros autores del XIX.
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Adagio de la Sinfonía n. 4
Las cuerdas entonan una melodía en la zona grave, que se extiende luego hacia los violines. Música muy apta para ser llevada al cine, como con otras de Mahler se ha hecho. La respuesta de tuba y trombón es contundente. La melodía deriva en otros motivos que se van desarrollando. El grupo de timbales entra en acción con las trompetas en sordina. Se produce un “caos” magnífico.
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Adagio de la Sinfonía n. 5
He aquí el famosísimo “adagio”, conocido por casi todo el mundo, aunque no todos sepan a qué obra pertenece. Una verdadera joya. Es más que propicio para la interiorización personal. En este sentido, podría estar entre la “música religiosa” puramente instrumental, que ayuda a trascender nuestros posicionamientos, y a encontrarnos un tanto más allá de lo que perciben nuestros sentidos.
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Adagio de la Sinfonía n. 7
El violín inicia este movimiento. Le sigue el clarinete y la trompa a la que se añaden otros instrumentos. Elegante en su forma, participa del romanticismo alemán del que Mahler fue exponente tardío. 
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Bruckner
Adagio de la Sinfonía n. 7
Se nota desde el primer momento el dramatismo que trasciende. Acordes graves y solemnes. Sosegado canto en las cuerdas con cierta tirantez melódica, casi angustiosa.
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Adagio de la Sinfonía n. 4
Bellísimo movimiento que nos recuerda la música procesional. Profundamente católico, Bruckner imprime a sus composiciones un halo de seriedad religiosa que le distingue de los autores de su generación.
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Con este número de estuche podría cerrarse la primera mitad de esta Primera Parte. Ha sido una selección de “música extra” que, como tal selección, no pretende más que incentivar la adquisición y escucha de esas obras. Estoy seguro que me dejo muchísimas más, tan interesante como las aquí expuestas. Pero, desafortunadamente, no poseo toda la música del mundo. Sé, sin embargo, que la archivada aquí ya precisa de gran parte de la vida para ir degustando tanta belleza y tanto mensaje espiritual y humano. Lo que tengo lo ofrezco. Lo importante es que esta música no caiga en saco roto, que se aproveche lo más posible. Siempre saldrá ganando quien así lo haga.
Y, ahora, permíteme que te vaya mostrando otras formas de saborear el arte sonoro, tal como yo fui grabando a través de medio siglo.
Iniciamos la segunda mitad de la Primera Parte de este volumen o tomo vigesimoprimero. 
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Alfonso Gil González
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