Desde mi celda doméstica
Buscando...
viernes, 22 de mayo de 2015

CAÍN Y ABEL

CAÍN Y ABEL

Génesis 4



La tierra de Caín quedó baldía 
por la sangre de Abel en sus entrañas; 
es un suelo poblado de alimañas 
que no tienen calor, de sangre fría.

La envidia produce todavía
los engaños, mentiras y patrañas
que caen sobre Abel; sus malas sañas
no cejan ni de noche ni de día.

Y Dios marcó a Caín, y vino errante 
por los cuatro confines de la tierra 
con su carga asesina, fratricida.

Y Abel allí quedó, cual monje orante,
en su cielo que el perdón encierra,
esperando al hermano homicida.


Alfonso Gil González

Compartir en :
 
Back to top!