BRINDIS DE DESPEDIDA
Penúltima comida del verano,
fraterna como aquella la primera.
Volveremos a vernos cuando quiera
divina voluntad del Soberano.
Acortemos distancias con la mano,
saludando de una a otra ribera.
Transformemos el tiempo en primavera
que preludie un estío más temprano.
Y estaremos de nuevo en esta mesa,
fraternales, alegres y cantando,
al calor del molino farinero.
Y Franco nos dirá: "Soltad la presa
del alma que lleváis tan añorando,
y corra sobre el suelo ceheginero".
Alfonso Gil González
Cehegín, agosto 1991