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viernes, 5 de junio de 2015

SOBRE EL ANARQUISMO


SOBRE EL ANARQUISMO




El término "anarquía" ya se usaba en la guerra civil inglesa del siglo XVII. Y el líder Jacques-Pierre Brissot volvió a usarlo en la Revolución Francesa, siempre referido a los que no acataban la ley y el orden.
Pero el primer hombre que se reconoció a sí mismo como "anarquista", pionero del socialismo histórico, fue Pierre Joseph Proudon que, en 1840, en su obra sobre QUÉ ES LA PROPIEDAD dice: "Yo soy un anarquista"
Si nos atenemos al campo de la filosofía, vemos que términos parecidos se barajaban entre los Estoicos y los Cínicos, pasando, en nuestra Edad Media, a los Cátaros, y a los Anabaptistas en la posterior reforma protestante. Es, en 1649, cuando el inglés Gerrard Winstanley habla sobre el anarquismo en un escrito panfletario.
A Rusia pasa la teoría anarquista a través de Bakunin y del Movimiento Nacionalista Revolucionario. Los anarquistas quedaron unidos por medio de la alianza Social Democrática. Bakunin murió en 1876. Su sucesor, Peter Kropotkin, recogió su pensamiento en el libro MEMORIAS DE UNA REVOLUCIÓN, publicado en 1899.
El anarquismo italiano viene expresado por Enrico Malatesta, que derivó en terrorismo a nivel mundial, pues tuvo como víctimas a Umberto I de Italia, a Isabel de Austria, al presidente de Francia, Cornot, al presidente de los Estados Unidos, McKinley, y al primer ministro español Antonio Cánovas del Castillo. Todo ello entre 1890 y 1901.
Con raíces netamente francesas, propias del Sindicalismo Revolucionario, el anarquismo derivó en el comunismo ruso, dando lugar a una extensa literatura sobre la violencia social y política.
En España, anarquismo y sindicalismo fueron de la mano. El primer anarquista español fue Ramón de la Sagra, fundador del periódico "El Porvenir", 1845, en La Coruña. El anarquismo español fomentó el espíritu revolucionario y separatista, principalmente, en Cataluña. Exponente de lo cual fue la llamada "Semana Trágica", con cientos de muertos y medio centenar de iglesias y conventos destruidos. En este perío surgen tres protagonistas que han pasado a nuestra historia: Francisco Ferrer, García Oliver y Buenaventura Durruti. La Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y la Federación Anarquista Ibérica (FAI) se movieron en la clandestinidad bajo la Dictadura de Primo de Rivera, pero resurgieron con la abdicación del rey Alfonso XIII, en 1931.
Anarquismo y Comunismo se unieron durante la guerra civil del 36, pero la victoria del Ejército Nacional dio al traste con todos ellos. ¿Fue una aniquilación? No, y los últimos tiempos, tras cuarenta años de Democracia, parecen confirmarlo.

Alfonso Gil González


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