LA HIGUERA DEL MOLINO
Bíblico árbol que a tu sombra sueño,
verde palio con frutos de realiza,
atalaya que asciende a la bajeza
para ver, desde allí, pasar su dueño.
En hacerte justicia pongo empeño;
por tu causa, batirme con nobleza;
saciándose de ti es la pobreza
más digna de envidiarse que de ceño.
Vieja higuera, testigo en la placeta
del molino que a todos nos cobija
y que a todos nos da feliz receta.
Tu recuerdo en nosotros se ensortija
cual guirnalda que adorna la maceta
del órgano cordial en que se fija.
Alfonso Gil González
Cehegín, agosto 1991