Desde mi celda doméstica
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domingo, 22 de mayo de 2016

MIS APUNTES PATRIOS (XXXI)

Qué no votaré


A un mes de las Elecciones Generarles al Parlamento y al Gobierno de España, quiero expresaros qué no voy a votar, pues, de los males que acaezcan en un futuro próximo no me gustaría sentirme responsable.
Pues bien, no votaré a nadie que represente ideas totalitarias, sean del signo que sean. No votaré a quienes tienen un sentido materialista de la historia, ni  a aquellos que la intentan construir a base de materialismo.
No irá mi voto a favor de quienes no creen en la trascendencia humana y piensan que, muerto el perro, se acabó la rabia, como si la muerte fuera el destino fatal y último del ser humano y de la Creación.
No daré mi voto a los enemigos de España, entre los que considero a los terroristas, separatistas, anarquistas, revanchistas, y a cuantos prefieren su lucro y orgullo personal, o partidista, frente al bien común de los españoles, que sólo puede sustentarse en el trabajo, en la justicia, en la libertad, en la dignidad de la persona y de la familia y en un sentido solidario y fraterno de la convivencia y ayuda a los menos favorecidos de la sociedad.
No favoreceré con mi voto a  los que ansían la política como medio de vida y no como medio de servir, representar y proteger a la ciudadanía. Mucho menos, a los que medran, se aúpan y escalan puestos de gobierno movidos por la ambición y deseo de poder.
No haré que mi voto favorezca a los que están dispuestos a justificar cualquier medio para la consecución de un fin, por noble que este parezca. No irá, por tanto, mi voto a quienes no defiendan la vida en toda su extensión, desde el acto mismo de procrear hasta el instante exacto de su fenecimiento, y consideraré como monstruos execrables a cuantos políticos no estén comprometidos en ayudar a los disminuidos psíquicos o físicos de nuestra sociedad, y a cuantos generan o apoyan la discriminación social por motivos de género, religión o pensamiento.
¿Podré, entonces, votar? Supongo que sí. Pero, como decía mi “primo”, votaré lo menos malo, porque lo malo ya os he dicho dónde está, y no seré yo quien empuje al vacío, si puedo evitarlo, a mi querida España.

Alfonso Gil González

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