GLORIA AL CREADOR
Nos creas, Dios, y todo resplandece:
el trabajo, la casa, el paseo,
el tiempo de rezar y lo que leo,
la comida que al cuerpo fortalece;
el sano convivir, que ennoblece,
el bullir de la gente, el ajetreo
-estudiantes que salen al recreo-,
la nana que los niños adormece.
Y con tu luz de vida revestidos,
las montañas y campos colorean
con las flores y pájaros canoros,
y todo ser se une con los coros
de ángeles que tu trono rodean,
cantando por sentirse bendecidos.
Alfonso Gil González
Cehegín, octubre 2015