Johann Strauss II
No son sólo los valses los que construyen el paisaje musical vienés: polkas, mazurcas, galops, quadrilles y marchas daban una imagen de la milicia maravillosamente alejada de la brutal realidad -escribe Luis Algorri.
Johann Straus hijo (1825-1899) era aquel chaval inquieto que asombraba a los vieneses improvisando melodías al violín con singular maestría sin saber leer música en una partitura.
Era el símbolo de una época, de una manera de vivir y de un país imaginario y paradisíaco.