Desde mi celda doméstica
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sábado, 2 de mayo de 2015

DESDE CEHEGÍN A CALAÑAS


Desde Cehegín a Calañas

El pasado fin de semana, el Coro Ciudad de Cehegín visitó, en respuesta confraternal, a la Coral José Limón de Calañas (Huelva). Esta lo recibía en la Ermita de la Virgen de Coronada, donde se acababa de celebrar boda y bautizo. Ese bendito lugar es santuario de la patrona calañesa, y está sito justo enfrente de una más pequeña Ermita, presidida por la Virgen de España, en cuyo interior, dice la leyenda, están los restos mortales del último rey godo, Don Rodrigo. Los de José Limón entonaron el himno a su Patrona y los de Cehegín cantaron, una vez más, el Ave María de Tomás Luis de Victoria. No hay palabras para expresar la emoción con que ambos conjuntos ofrendaban a la Virgen María sus mejores voces.
Tras el ágape fraterno, en la sede misma de la Cofradía patronal, se entró en Calañas, pueblo antaño minero, cuyas gentes rezuman sabiduría, gracia y salero, ingredientes propios de un andalucismo que supo asumir la esencia castellana y la cultura del Islam. La corporación municipal recibe a los cehegineros, para los que hay palabras sentidas del Alcalde y del Concejal de Cultura. Recuerdos de Calañas y  Cehegín se intercambian generosa y gozosamente. Y un voto común: el de que el posterior Concierto en la Iglesia Parroquial sea todo un éxito. Como así fue.

Ambos coros en el Palco Musical de Calañas.

El referido templo, bella factura del XVI, tenía en su interior sentado al numeroso público en forma de U, cual enorme abrazo acogedor, preludio cordial de cantos que invadieron el ámbito sagrado, para que habaneras, joropos y boleros no sintieran el rubor de lo profano. Los aplausos atronaban enfervorizados. Y se produjo el milagro. Los de Cehegín pusieron broche a su concierto con La Vergine degli Angeli, de la ópera de Verdi “La Fuerza del Destino”, que bordó con primores, allí nunca escuchados, la soprano Ana Fernández. La feligresía, de pie, lloraba y aplaudía una intervención sobrecogedora.  
Después, los de Calañas, tras intercambiar obsequios con los de Cehegín, cantando agradecieron a éstos su visita con tres formidables obras corales, y juntos rubricaron un acto del que todos, desde su Alcalde hasta el último monaguillo, salieron deseosos de un Hermanamiento que perpetúe lo que, ya de por sí, el verdadero arte eterniza. ¡Enhorabuena!

Alfonso Gil González

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