Desde mi celda doméstica
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martes, 21 de junio de 2016

DIÁLOGOS ECLESIOLÓGICOS... 7

Ministerios eclesiales

José María castillo es un jesuita granadino que tuve la suerte de conocer en Madrid y tratarle de cerca. Su eclesiología es incisiva e interpelante. Nos previene diciendo que la estructuración ministerial de la Iglesia constituye uno de los más serios peligros que la amenazan constantemente. El otro peligro eclesiológico, dice, es el puesto esencial que dichos ministerios ocupan en la vida de la Iglesia.
- Le preguntamos que nos ilumine desde el Nuevo Testamento. Nos dice...
- Se puede asegurar que jamás han existido auténticas comunidades cristianas sin líderes o encargados del gobierno. De entre estas actividades o cargos, Pablo destaca tres ministerios o servicios a los que da especial importancia: los apóstoles, los profetas y los doctores. Efesios 4, 1-16 es un pasaje memorable considerado como la teología básica del ministerio.
- Vislumbramos que dicho pasaje hay que complementarlo con otros datos paulinos.
- Hay que hacer tres observaciones fundamentales: 1) El apóstol Pablo afirma que los ministerios, que hay en la comunidad, son dones o carismas dados por Dios para el crecimiento de la Iglesia. 2) Está fuera de duda que el Nuevo testamento reconoce una gran diversidad de ministerios en la vida y el funcionamiento de las primeras comunidades cristianas. Esta multiplicidad y abundancia se ve reducida en las cartas pastorales a los tres ministerios que luego han perdurado: los obispos, los presbíteros y los diáconos. 3) las comunidades se sintieron libres para producir, bajo la acción y el impulso del Espíritu, los ministerios que en cada caso juzgaron necesarios o convenientes, dadas las necesidades que se iban presentando. 
- Eso nos plantea qué es lo divino y qué es lo humano de la estructura ministerial.
- La estructura es lo que hay de divino e inmutable en la Iglesia, pero la organización es lo que hay de humano y cambiable en la misma Iglesia. La estructura es su apostolicidad, mientras que la oraganización son las realizaciones concretas que la estructura adquiere en el espacio y en el tiempo. Se entiende por "apostolicidad" la propiedad por la que la Iglesia conserva su identidad con los Apóstoles. Pero que conste que no es lo mismo "sucesión apostólica" que "sucesión episcopal". Ésta es la forma histórica de la sucesión apostólica, pero no es la única forma posible.
- ¿Cuál es el rol de la comunidad, entonces?
- Lo primero y lo más fundamental en la Iglesia no es el ministerio, sino la comunidad. De tal manera que el sentido y la razón de ser del ministerio consiste precisamente en ser un servicio en la comunidad y para la comunidad de los creyentes. De ahí que toda comunidad de creyentes tiene derecho a poseer los ministerios y los ministros que necesita. Claro está que con la aceptación e instalación oficial de quienes ejercen ya el ministerio eclesial. Esta realidad se ha dado desde los orígenes en todas las comunidades cristianas.
- ¿Podría resumir la evolución histórica en este campo?
- Los cambios se inicial a partir del siglo III, cuando empieza a hablarse de "orden" y de "ordenación", conceptos propios de la sociedad y del Imperio. Durante el primer milenio no se estableció claramente la distinción entre la potestad de orden y la potestad de jurisdicción, iniciada en los siglos XI y XII. Sin embargo, sabemos perfectamente que en la actualidad y desde hace ya varios siglos, el ministerio es una realidad "en sí" y no ya una función de servicio a una comunidad concreta. Esta evolución tan profunda se se produce en los siglos XII y XIII, debido principalmente a tres causas: la organización social, el renacimiento del derecho romano y el nacimiento de la teología como ciencia o sacramentología. Los ministros de las comunidades vinieron a quedar reducidos a funcionarios del templo y del altar, aun cuando no trabajaran para ninguna comunidad. Hasta que el Concilio Vaticano II, en pleno siglo XX, hizo un intento de renovación. No obstante, las tres tareas específicas del ministerio ordenado son todavía: el anuncio de la palabra de Dios, la presidencia en las celebraciones sacramentales y el gobierno o pastoreo de la comunidad.
- Sabemos que el papa Francisco está introduciendo cauces participativos, pero todavía es pronto para poder hablar de una nueva eclesiología. Lo dejaremos para otra ocasión.

Alfonso Gil González 
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