Desde mi celda doméstica
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miércoles, 15 de junio de 2016

ESCATOLOGÍA CRISTIANA... 6

Esperanza y Juicio


El jesuita Tornos Cubillo es una especialista en Escatología, además de eminente filósofo y psicólogo. Hablamos de un tema que a todos, de algún modo, preocupa. Yo les trascribo frases y retazos de sus ideas al respecto.
- Los grandes intérpretes del sentir religioso de Israel veían en Yahvé a un Dios Salvador de su pueblo escogido, que había intervenido con libre iniciativa en la salida de Egipto y que, a partir de la Alianza, seguía siempre interviniendo en la marcha histórica de su país.
Hay un juicio de Israel por el que se salva un resto santo, un juicio igualmente sobre los gentiles y un gran tiempo de salvación. Jesús mismo utilizó los cuadros conceptuales del juicio para expresar su convencimiento de que Dios dominaba en la historia. Mediante la venida "en el poder" de Cristo Juez, se considera que va a cumplirse el dominio salvador de Dios en orden a la realización de sus promesas.
- Los primeros cristianos esperan anhelosos y confiados esta aparición de Jesús en poder, a la que llaman "parusía", y entienden que va a ocurrir de un momento a otro. La confianza en la inminente llagada del juicio de Dios va unida a una forma muy particular de ética: compartir, hospedar, llorar y reír como si no se llorara o riera del todo. Y el caminar cristiano empieza a concebirse como algo más complejo que la conversión o la fe, tomando cada cual las decisiones bajo la inspiración del Espíritu.
Pero seguimiento y juicio adquieren un sentido nuevo cuando desaparecen las urgencias de la espera en la segunda venida de Cristo. Es el avance del amor y la bondad entendidos como magnitud de la intimidad del alma lo que constituye el avanzar en la historia de la salvación.
- Los inicios de la conciencia histórica colectiva hay que situarlos en la época de la Ilustración: 
las luchas de la racionalidad burguesa frente a las creencias míticas y pseudo-dogmáticas;
las concepciones histórico-dialécticas de la sociedad y de la razón;
el triunfo de la concepción evolucionista del hombre y del universo;
la germinación de una ideología de masas que busca el sentido de la vida en un futuro mejor; y
la intermitente y endémica aparición de brotes de nihilismo.
De hecho, la respuesta a la pregunta sobre el sentido del cristianismo suele intentarse en tres direcciones:
mediante explicaciones racionales de la coherencia interna de las enseñanzas cristianas;
mediante aplicaciones de la doctrina de la fe a la solución de problemas verdaderamente importantes; y
mediante esbozos de posibles formas vitales del existir cristiano.
La proclamación de la fe tiene que asumir este enorme vuelco de la cosmovisión actual, particularmente por lo que se refiere a la fe fundante de la última y definitiva confianza ética.
- El presente, francamente asumido con lo que tiene de confusión y violencia dolorosa, viene a leerse a la vez como tiempo de redención y discernimiento, en que no valen las discriminaciones esquemáticas de los triunfalismos beatos, sino la mirada que se abre sobre la vida desde el seguimiento de Jesús, que se entrega por justos y pecadores.
Creer en el juicio de Dios no fue, desde el principio temer, sino reconocerse uno en el campo de llamada creado por el estilo de Jesús. Para nosotros, un camino y un estilo de esperanza.

Alfonso Gil González
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