Desde mi celda doméstica
Buscando...
miércoles, 6 de mayo de 2015

HONORES DE REINA


Honores de Reina


   La vuelta de la sagrada imagen de la Virgen de las Maravillas a Murcia, para que se le practique una necesaria restauración, me hace recordar aquella otra de 1981 que, según los testigos directos, fue un acontecimiento extraordinario. Uno de esos testigos dejó descrito el acontecimiento pormenorizadamente. ¡Qué meticulosidad en el horario por los lugares que pasaba! ¡Qué control en la velocidad, no pasando de 60 por hora, y en las paradas, constatando el posible movimiento de la talla!
   Seis vehículos, entre ellos dos de la Guardia Civil y uno de la patrulla de la Policía Municipal, acompañaron a la excelsa Patrona. Quince personas componían la comitiva oficial. A su llegada, se visitó al señor Gobernador, al alcalde de Murcia y al teniente coronel de la Benemérita, que garantizaron un servicio de vigilancia especial mientras la Virgen estuviera en la capital murciana. Cehegín parecía otro sin su amada y venerada Patrona, pero estaba seguro de que la había dejado en buenas manos.
   Desde ese momento, un equipo de hombres y mujeres se dedica a organizar el regreso de su Madre y Reina. El día señalado, por Televisión, aparece la bella Imagen en las pantallas cehegineras con el siguiente mensaje del Padre Guardián: “Os anunciamos una gran noticia, la mejor noticia que se puede dar a un hijo de Cehegín. La imagen de nuestra Virgen de las Maravillas vuelve mucho más hermosa que se fue. Ven a verla”. 
   Y se repitió el ritual de la ida. Esta vez, ocho vehículos y 28 personas de comitiva. El cielo amenazaba lluvia. Se temía lo peor. Pero al entrar en el límite de Cehegín, san Pedro despejó toda nube para que el sol desplegara sus rayos sobre tan hermoso cortejo. Nadie faltó a recibirla en el atrio del Convento: Autoridades, sacerdotes, fieles de toda edad y condición, con aquel slogan de “si eres ceheginero, te esperamos; si no eres ceheginero, te invitamos”. Y hubo Misa Solemne y ofrenda floral. Y lágrimas de alegría. Y música y cohetes. Sonaron vivas a la Virgen, y aplausos, y se cantó el Himno, para que la excelsa Patrona y Reina sepa, una vez más, que sólo en el cielo la aman más que sus hijos de Cehegín.


Alfonso Gil González

Compartir en :
 
Back to top!