Desde mi celda doméstica
Buscando...
lunes, 7 de septiembre de 2015

LÁMINA Y MENSAJE (113)



La mirada de Cristo


Dichoso aquel que se haya tropezado en su vida con la mirada de Cristo. Ese cruce de miradas resulta indeleble. No se puede olvidar.
Sí, es una mirada amorosa, misericordiosa, atrayente, limpia… Pero, sobre todo, es una mirada que penetra en lo más hondo de tu corazón y de tu alma, hasta el punto de hacerse irresistible, si no fuera porque procede del mejor amigo de los hombres.
Es una mirada que ilumina y que, al tiempo, hace de espejo donde tú puedes mirarte a ti mismo, a ver si en él te ves reflejado tal cual eres. Sí, purifica tu interior y aprende a mirar a los demás con los ojos de Jesús.

Alfonso Gil González

Compartir en :
 
Back to top!