SUPPE, Poeta y aldeano.
PAGANINI, Movimiento perpetuo.
STRAUSS, Polka “tric-trac”.
WAGNER, Preludio al acto 3º de “Lohengrin”.
GRIEG, Danza noruega.
VERDI, Preludios 1º y 3º de “La Traviata”.
MASCAGNI, Intermedio de “Cavallería rusticana”.
GLINKA, Obertura de “Ruslán y Ludmila.
No está nada mal, para ahora adentrarse en la obra de LISZT. En primer lugar, su poema sinfónico Tasso. En segundo lugar, su Fantasía-sonata. Por último, su Rapsodia húngara n. 6.
No sé si tendré que rendir cuentas a Dios por tanto tiempo dedicado a la Música, pero me compensará en su balanza mi gratitud hacia EL por ese tiempo que nadie más que Dios ha podido regalarme. Sé que la música también es su voz y ¡me alegra tanto haberla tenido tan cerca de mi oído y de mi corazón!
Alfonso Gil González
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