Carnaval, op. 9
Escenas de niños, op. 15
En
1834, Schumann acababa de superar una grave crisis que le había llevado al
borde de la locura. Necesitado de comprensión y ternura, creyó encontrar ambas
cosas en Ernestina von Fricken, joven de gran sensibilidad que estaba enamorada
de él. Aunque ello sólo fue un preludio al definitivo amor de Schumann por
Clara, la tal Ernestina tuvo la virtud de devolver al compositor la serenidad
perdida. Y es en ese período de su vida cuando escribe la Opus 9, que terminó en 1835 y
tituló Carnaval.
+
En
una carta a su amada esposa Clara, Schumann le recuerda que él es el niño al
que ella se refería y al que le han crecido unas alas, que son las más 30
pequeñas piezas musicales para piano, de las que 13 las pone bajo el epígrafe
de Escenas de niños. Son obras con
gran poder evocador, para un adulto, de sus primeros años de infancia. Es una
escritura sencilla, capaz de ser interpretada por pianistas no virtuosos. Pero,
si no lo son, difícilmente dará su interpretación con la ternura que reflejan.
Por eso, pide a Clara que sea ella la primera en interpretar esas “escenas”.
Alfonso Gil González