Desde mi celda doméstica
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sábado, 12 de noviembre de 2016

GRANDES ÓPERAS... 5

Tristán e Isolda

Ópera en tres Actos del compositor alemán Richard Wagner, con letra del mismo compositor, basada en una leyenda medieval. Se estrenó el 10 de junio de 1865 en el Teatro de la Ópera de Munich.
En realidad, es un drama musical basado en los amores de Tristán e Isolda, a los que se llega tras una peripecia impensada. En efecto, el Acto I narra cómo Tristán, al mando de una nave, va en busca de Isolda para que se case con su tío Mark, rey de Cornualles. Isolda no desea recibirle, pues le venía a su recuerdo un encuentro anterior con el joven Tristán, en que se sintió desdeñada por éste. Tristán le ofrece su espada para que pueda vengarse, pero ella le ofrece la copa de la reconciliación. En realidad era un veneno que a ambos mataría, pero la criada lo transforma en un elixir amoroso que, al beberlo, les inflama abrazándose apasionadamente.
Mientras, el rey Mark -ya estamos en el Acto II- está en una partida de caza. Isolda espera la cita de Tristán. Este está prevenido de que se urde una traición, pero Isolda desconoce la trampa que se le va a tender. El caso es que llegan a verse y disfrutan de su amor. Los sorprende su tío Mark. Tristán, entonces, reta a quien ha urdido la traición y es atravesado por la espada de su falso amigo.
El Acto III se desarrolla en un viejo castillo bretón, adonde se han llevado a Tristán para recuperarse de las graves heridas. Pendiente de que algún buque se acerque a la costa, ve, por fin, uno que trae a Isolda. Lleno de gozo, se desprende de sus vendas y cae muerto. Al verlo Isolda, cae desvanecida. Entre tanto, también el rey Mark se aproxima en otro barco. Pero viene en son de paz, comprendiendo y perdonando a su sobrino y a Isolda.

Alfonso Gil
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