La Huida a Egipto
El capítulo 2 del Evangelio de san Mateo narra la huida a Egipto, por parte de la Sagrada familia, y la muerte de los niños inocentes, por parte del rey Herodes. No sólo los reyes Magos volvieron a casa por otro camino, sino que Jesús, José y María, tuvieron que huir a tierras de Egipto para poder salvarse el Niño de la matanza de tantos inocentes menores de dos años. Ya sabemos que el evangelista hace dos citas de los profetas Oseas y Jeremías para enmarcar ambos acontecimientos. Pero, leyendo los versículos 13 al 18, me he quedado con esta frase: Y -se sobreentiende José con su familia- regresó a la zona de Galilea. Y, al llegar, habitó en una ciudad que se llama Nazareth. Trascribo la propia traducción de san Jerónimo: Et secessit in partes Galilaeae. Et veniens habitavit in civitate, quae vocatur Nazareth.
Se había percatado antes de que había muerto quien buscaba la vida del Niño. Al entrar en tierras de Israel, se da cuenta José de que el hijo de Herodes, Arquelao, reina en Judea, y decide, a causa del miedo, retirarse lo más posible de su enemigo. Será la primera vez que, junto con el texto lucano de su primer capítulo evangélico, Nazareth entre en la historia bíblica. Por eso me llama la atención el texto citado. Porque cuando Jesús viene a ti, aunque seas un perfecto desconocido para el resto de la humanidad, ya tu vida participa de la Historia de la Salvación. A partir de ahora, Jesús será llamado el "nazareno". No te avergüences tú de serlo con él. Y allí pasó unos treinta años, toda una vida, toda tu vida. No lo olvides.
Alfonso Gil