.jpg)
La flagelación
De latín "flagellum"=azote, látigo, es la acción de golpear a alguien en forma de suplicio.
La pena de las varas o del látigo se introdujo tempranamente en los usos de ciertos monasterios, como castigo por determinadas faltas o como penitencia personal.
Los romanos usaban el castigo de la flagelación con correas, en las que frecuentemente se insertaban unas bolas metálicas o trozos de huesos. De este castigo estaban exentos los ciudadanos romanos, según leemos en Hechos 22, 25. Según el evangelista Marcos 15, 15 Jesús fue flagelado.
En la Edad Media, la flagelación voluntaria vino a ser una práctica penitencial que alcanzó incluso el rango de regla.
Había seglares que se flagelaban a ejemplo de lo monjes.
Esta práctica, organizada a veces públicamente, dio lugar a diversos abusos.
Del siglo XIII al siglo XV, en varios países de Europa, grupos de personas fanatizados por predicadores populares, recorrían ciudades y campos cantando salmos y azotándose hasta derramar sangre para impetrar de Dios el cese de calamidades públicas.
Flagelantes de este tipo aparecen en las Procesiones de Semana Santa, si bien esta costumbre se va perdiendo poco a poco y ya son escasos los ejemplos a destacarse en dichas manifestaciones de religiosidad popular.
