Mientras Adán dormía…
El capítulo 2 de Génesis habla de cómo, a pesar de toda la creación circundante, tan bella y rica, Adán se hallaba solo. De manera que Dios determinó darle una compañera adecuada. Entonces Yahvé Dios hizo un profundo sueño sobre el hombre, el cual se durmió. Y le quitó una de las costillas, rellenando el vacío con carne. De la costilla que Yahvé Dios había tomado del hombre formó una mujer y la llevó ante el hombre, como antes había hecho con todos los animales a los que había dado nombre, y, esta vez, exclamó Adán: “Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne”. Ambos estaban desnudos y no se avergonzaban el uno del otro.
No se trata ahora de estudiar términos como “carne”, “hombre”, etc… Pero aquí está fundamentada la realidad del matrimonio, anterior a toda otra forma social.
Alfonso Gil González