Música al aire libre
Con ese titular se abría el "amadeus" que iniciaba el año 1995.
El violonchelista Lluis Claret visitaba el Auditorio de Palma, mientras Rostropovich ofrecía suites de Bach en el Palau de la Música de Valencia.
Dos grandes óperas de Stravinsky llenaban el aforo de La Zarzuela de Madrid, "Edipo rey" y "El ruiseñor", al tiempo que Franz Paul Decker volvía como director al Palau de la Música Catalana.
El CD del mes estaba dedicado a la "Música acuática" y a la "Música para los reales fuegos de artificio" de Haendel. Londres fue una de las ciudades favoritas, donde Haendel transcurrió gran parte de su vida. Era música para las celebraciones festivas de la Corte de Jorge I. Durante los siglos XVII y XVIII, toda celebración cortesana contaba con música compuesta para la ocasión.
Se conmemoraban los 30 años de la muerte de Pierre Monteux, considerado el mayor director de orquesta francés del siglo XX. Y se editaba su obra.
El Alban Berg Quartett era una célebre formación de cámara al más puro estilo vienés.
En España, el Ballet de Zaragoza era cuna de talentosos bailarines, gracias a la colaboración de Mauro Galindo y María de Ávila.
Por último, Philippe Herrewerghe destacaba como un genio barroco, dirigiendo la Chapelle Royale, con música de Bach, Brahms, Campra, Charpentier, Mendelssohn, Palestrina, Schütz y Rameau.
Alfonso Gil González
Música Acuática de Haendel
Música para los realles fuegos de artificio