Se ha impuesto la cordura
No olvidéis que los enemigos de España y de la civilización cristiana están alerta. Velad también vosotros y para ello deponed frente a los supremos intereses de la patria y del pueblo español toda mira personal. No cejéis en alcanzar la justicia social y la cultura para todos los hombres de España y haced de ello vuestro primordial objetivo. Mantened la unidad de las tierras de España, exaltando la rica multiplicidad de sus regiones como fuente de la fortaleza de la unidad de la patria.
A pesar de que algunos ya empezaban a dar la razón a quien esto escribiera, por fin, la sesantez se apoderó del PSOE y fue posible que, tras meses de interinidad, España volviera a tener un Gobierno que pueda servirla. Pero no todos. Porque ahora resulta que el defenestrado secretario general anda por ahí coqueteando con Podemos, es decir, con el caos. Y empecinado sigue en volver a ser Secretario General, porque, si no, ¿cómo va a poder satisfacer la irresistible pasión de vivir en La Moncloa?
Yo no creo que eso vaya a ser ya posible. A España, ni a ninguna nación del mundo, no le conviene los devaneos políticos de los que acceden a servirla por intereses personales. Pero hay que estar alerta. Hoy hay muchos más que están al acecho de la caza. Y ya digo: no por amor a España, sino a sus mezquinos intereses.
El miedo suele causar la mayoría de los males. Fue por miedo por lo que a Cataluña y a las Vascongadas se les privilegió en época del dictador. Luego, llegada la Democracia, a una y otra les dio por creerse superiores, y ahora se hallan en la tesitura de romper con España, como si, alguna vez, hubieran sido algo fuera de la patria hispana. Esto lo sabe perfectamente el defenestrado socialista, lo saben los podemitas y lo sabemos todos. Y ya se buscarán sus mañas para que todos ellos queden contentos.
Mientras, España respira por poder seguir viviendo en la normalidad institucional y, así, poder crecer y dar trabajo y pan a todos sus hijos. De momento, se ha impuesto la cordura.
Alfonso Gil González