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Cuando juzgamos
de amar dejamos.
Cuando un gobernante cree que, sin él, la sociedad no marcha,
debe marcharse él.
Dada la infidelidad humana,
el verdadero amor ha de ser misericordioso.
El "amén" es el broche de oro de tu Fe.
El sagrario es el oasis de nuestro desierto en Fe.
El ser misericordioso le lleva a Dios una eternidad.
Los cobardes subyugan a los débiles
y esquivan a los fuertes.
Mientras el hombre se sienta amenazado,
la paz sólo será un sueño.
Muchos prefieren sus derechos
a las vidas humanas..
No arregles tu vida con remiendos,
pues será una vida remendada.
No existe el amor a primera vista,
pero sí la emotividad.
No somos santos porque somos inconstantes.
Quien se asoma al espejo de la perfección
sólo ve sus propios defectos.
Todo corazón humano es el centro de un laberinto.
Un corazón desequilibrado
desequilibra al mundo.
Alfonso Gil González
