Romanticismo
A finales del siglo XVIII, y como oposición a a filosofía de las Luces, surgió un movimiento, el Romanticismo, que trató de devolver la espontaneidad y la libertad emocional.
Pese a que este sentimiento se reafirma en las obras maduras de Haydn y Mozart, no será hasta el siglo XIX cuando se establezca como paradigma de la interpretación del mundo.
La SINFONÍA N. 6 "PATÉTICA" de Tchaikovsky es una prueba de la idea trágica del destino:
Las MELODÍAS ELEGÍACAS de Grieg se distinguen por su delicadeza melódica:
Los NOCTURNOS de Chopin guardan ese patetismo de melodías sesgadas que subrayan cierto carácter trágico:
El CONCIERTO PARA VIOLÍN N. 2 de Mendelssohn contiene el denominador común de la sensibilidad:
UNA LÁGRIMA de Mussorgsky es su última composición pianística, es melancólica e ingenua:
La SINFONÍA EN RE MENOR de Cesar Franck tiee un admirable poder descriptivo, excelente combinación de vitalismo y meditación: