Los enemigos de España
La abierta rebeldía de la Generalidad de Cataluña contra el Estado español nos hace asistir a un espectáculo más triste que el de la misma rebeldía: el de la indiferencia del resto de España, agravada por la traición de los partidos que han pospuesto la dignidad de España a sus intereses políticos.
Mientras los nacionalistas catalanes caldean el ambiente en Barcelona, no hay en Madrid nacionalistas españoles que proclamen a gritos la resuelta voluntad de mantener unida a España.
Es intolerablemente ofensivo para la dignidad de España el alzamiento frente al Estado de un organismo regional, subrayado con palabras y ademanes de reto y teñido no ya del más patente desamor, sino del odio más agresivo contra España.
(La Nación, Madrid, 15 de junio de 1934)