El Absolutismo
Desde un aspecto histórico, sería el sistema de gobierno que mantuvieron algunas monarquías en Europa durante los siglos XVII y XVIII.
Ello significaba que el rey tenía todos los derechos sobre la forma de gobernar, sobre los súbditos y sobre las riquezas de la nación.
En este sentido habría que destacar el "absolutismo francés" de Luis XIV, y el "absolutismo español" de Carlos IV y Fernando VII.
La excusa más común para justificar el absolutismo, en este sentido, era la creencia de algunos monarcas de que el poder les venía de Dios y a Él tan solo debían rendir cuentas. Este pensamiento tiene raíces anglosajonas, heredadas de un Medievo en que Religión y Estado eran prácticamente la misma cosa.
Curiosa, pero lamentablemente, ese concepto generó en "despotismo", actitud que han heredado todos los totalitarismos, tanto de derechas como de izquierdas, y que tanto sufrimiento han causado y causan a la humanidad. Ello, a pesar de que el "absolutismo inglés" acabó en la gloriosa revolución de 1688, y el francés con la de 1789. Otras revoluciones, en el siglo XX, intentaron acabar con el espíritu absolutista de determinados gobernantes, pero desgraciadamente generaron otros "absolutismos", como el ideológico, que intentaron, de hecho, eliminar todo resquicio de la dignidad humana, toda vez que, por una parte, olvidaron la importancia inexcusable de la libertad y, por otra, consideraron al ser humano poco más que una máquina de producción para los intereses del Estado.
Alfonso Gil