La Gioconda
Dividida en 4 Actos, según el libreto de Arrigo Boito, esta ópera de Amílcare Ponchielli, inspirada en un drama de Victor Hugo, el estreno tuvo lugar en La Escala de Milán, en 1886, tras diversas y sustanciales modificaciones sobre la anterior puesta en escena de 1880. La acción trascurre en Venecia, en el siglo XVIII.
Acto I. En el patio del palacio ducal, Gioconda rechaza las proposiciones amorosas de Barnada, espía del Consejo de los Diez. Este, como venganza, acusa a la madre de la joven de realizar prácticas de brujería. A punto de sucumbir a manos de la multitud, la salva un genovés exiliado de la República de Venecia, que está en la ciudad haciéndose pasar por marinero dálmata. Gioconda ama a un noble, pero éste está secretamente enamorado de otra, hija de uno de los jefes de la Inquisición que, además, le corresponde. Aunque la madre de Gioconda es arrestada, Laura consigue que su marido la ponga en libertad. En agradecimiento, obtiene un Rosario. Por su parte, el primer amante, enterado de los sentimientos de Laura, deseoso de apartar al genovés de Gioconda, ofrece su ayuda para facilitar la huída a los amantes. Luego, denuncia el plan, y la cantante Gioconda, que ha escuchado la conversación, decide acabar con la vida de su rival.
Acto II. Gioconda, dispuesta a acabar con la vida de su rival, se esconde en la nave de Grimaldo, que servirá para huída de los amantes. Cuando llegan, a punto ya de asestar el golpe mortal, Gioconda ve en manos de Laura el rosario de su madre, y cambia decididamente de actitud. Llega, entonces, el esposo de Laura, dispuesto a impedir su fuga. La cantante conduce a Laura en su huída, alcanzando la orilla a nado.
Acto III. En sus aposentos, Laura recibe los reproches de sus esposo, al par que le da una orden: la de beber un veneno que acabará con su vida. La copa mortal queda junto a Laura cuando sale Baodero a recibir a los invitados a una fiesta. Gioconda, que ha logrado introducirse en el palacio, convence a Laura para que tire el veneno y beba un narcótico, que ella lleva, que la hará parecer muerta. Durante la fiesta, tras un baile, Badoero invita a todos los presentes a contemplar un esperado espectáculo. Corre unas cortinas y aparece el cuerpo, aparentemente inerte, de Laura. Enzo, que, disfrazado, había podido entrar en la fiesta, se delata por su dolor y es arrestado. Gioconda comprende que la única y posible salvación para su amado es entregarse ella a su primer pretendiente. El espía acepta el trato. Luego, aprovechando la confusión, detiene a la madre de la cantante como rehén.
Acto Final. Laura, aún dormida, es conducida por unos amigos de Gioconda hasta un palacio derruido en la Judería. Desesperada por la desaparición de su madre y por la renuncia definitiva al amor de Enzo, piensa en suicidarse. Llega Enzo. Los amantes comprenden el enorme sacrificio de su salvadora y, conmovidos, se despiden antes de partir. Aparece, entonces, Barnaba. Gioconda finge estar dispuesta a entregarse a él, pero luego, sacando súbitamente una daga, se da muerte. El espía grita a Gioconda que él mismo acaba de matar a su madre, ahogándola. Pero ya la cantante está muerta.
Alfonso Gil González